Capitulo 34.

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No había nada mas que hacer,no podía volver al trabajo de mierda que tenía,no después de aquella traición,así que decidí tomar riendas en mi propio camino para ganarme la vida en la pequeña oportunidad que se me dio,no podía tener una vida normal no cuando aún las madres desesperadas por sus hijos no dejaban de demandar el que me hicieran pagar por aquellas vidas,aquellas que yo no asesine y que nunca tuve la intención de hacerlo,vivía entre las sombras,pasando desapercibida intentando tener una vida normal pero no era así,esto no era una vida normal,para nada se le acercaba,estaba completamente sola....

...sin padres,sin amigos,sin ningún familiar al cual recurrir.

Pero aún así,no me quejaba,vivía en un departamento pequeño,sucio y en un lugar desolado,con un viejo sofá que me recibía todos los días para acogerme entre sus cojines deshilados y sus mugrientas manchas mientras veía alguna película en la televisión que con el poco dinero que me quedaba compré.

La soledad era tan deprimente,tan aterradora que me hacía querer llorar todos los días,pero esto era mejor que la vida que estaba teniendo,era mejor que ser torturada,era mejor que estar metida en líos de asesinatos y sangre,era mejor que estar rodeada de psicopatas,era mejor que todo aquello.

No me permití regresar a la casa de Daniel,tenía miedo de encontrármelo y que se arrepintiese de dejarme ir y que no me dejara ir una vez más,pero sí que me escabullí un día para traer todas mis pertenencias y no había absolutamente nadie,tenía unas tremendas ganas de quedarme ahí que en cuestión se había convertido en mi hogar pero sería muy estupido de mi parte,necesitaba desprenderme de todo aquello que me relacionara con el.

Tenía el dinero de Daniel que aquella vez me había mostrado para pedirme que me uniera a sus sucios juegos,con el pagaba la renta y compraba lo que en verdad era muy necesario que consistía en alimento e higiene personal,pero el dinero no dura para siempre y yo tendría que encontrar un trabajo,algo con lo cual sostenerme.

El primer día fue espectacular,caminar por las calles viendo a la vida seguir su camino apesar de que yo no continúe con el,ver a la gente feliz,a los niños jugar,realmente vi una nueva vida,una vida mejor,pero la vida es tan dura y la realidad me golpeo tan fuerte cada día que todas las responsabilidades cayeron sobre mi.

-Su café señorita.-Dejó sobre la mesa una servilleta y sobre esta la taza de café,le agradecí en silencio tomando la taza y dándole un sorbo mientras veía en el periódico la sección de empleos aún buscando una solución.

No había sabido nada de Jeff,no me había buscado,ni me lo había topado en ninguna parte,no podía evitar pensar en que estaría haciendo ahora mismo,si se encontraría torturando a otra pobre alma o si solamente se estaba tomando un descanso después de mi,no lo sé y creo que es mejor así,doble el periódico y le di un último trago al café para terminarlo y deje el dinero sobre la mesa.

Por donde vivía no había mucho,si acaso un pequeño supermercado escaso de mercancía pero servía de algo,iba caminando sobre la banqueta con las manos dentro de la sudadera y con la capucha puesta con los ánimos por él suelo,con los pensamientos desbordándose saliéndose de mi control,la mitad de las casas estaban abandonadas,con las ventanas y puertas tapadas por pedazos de lámina.

Caí al suelo de golpe aturdida y subí mi mirada con rapidez,una mirada cargada de necesidad me saludo,una navaja se encontraba entre sus dedos mientras hablaba y yo era incapaz de comprender lo que me decía por el aturdimiento de la situación,me tomó por el antebrazo y me intentó poner de pie con brusquedad.

Mi Propiedad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora