Narra Aitor.
Después de cerrar la puerta, caminé a la prefectura, tenia que recoger mi boleto de avión y dejar mi matricula y las llaves, sentía cierta nostalgia, hace unos años que me transfirieron aquí y ahora tendría que volver a viajar, es la única desventaja de ser un alumno sobresaliente; te encariñas en una escuela y a finales del curso tienes que irte a una mejor, bueno, al menos no había hecho muchas amistades, por ejemplo: Kevin ya no me habló y me sorprendió el hecho de que no hubiera colaborado con el equipo de fútbol en aquella novatada, muy a pesar de que él formaba parte de ellos, mis compañero de clase daban igual también, y por último Ernesto. También extrañaría la nieve que solía comprar en aquel lugar tan alejado y al curioso oso que me atendía, que por cierto no me había despedido de él. Una vez dejé algunas de mis cosas en prefectura me dieron mi boleto de avión y unos papeles sobre mi transferencia, debo mencionar que no soy el único al que le ofrecen esta oportunidad, la escuela selecciona a varias fursonas para esto, así que no soy el único que se irá de aquí, aunque era raro que a pesar de la hora, no hubiera nadie más ahí en prefectura. Pedí un taxi y esperé unos cuantos minutos admirando el amanecer del cual había sido testigo unas cuantas veces en mi escondite secreto, habían sido semanas un tanto complicadas sentimentalmente, había conocido nuevas emociones y otro lado de las fursonas, ese lado amable, cariñoso, lo que los hacia ser fursonas de verdad, sin embargo, también me tocó ser parte de una mentira que me dolería mucho, aún me duele un poco aunque me dolió más el no haber correspondido a los sentimientos de alguien que de verdad podría haberme amado, solo espero que algún día me perdone. Me había perdido en la profundidad de mis pensamientos, el sonido de un claxon me hizo volver a la realidad, noté que una lágrima me había salido del ojo izquierdo. Subí mis maletas a la cajuela del auto y me senté en la parte trasera del taxi, el taxista era un león, una vez me puse el cinturón de seguridad éste arrancó, siempre prefería evitar las pláticas, pero aún así tampoco me agradaba el incómodo silencio, me aferré a ver por la ventana y esperar que el león dijera algo o iniciará un tema de conversación.
—Disculpa la indiscreción, pero ¿Puedo preguntar a donde viajas? —preguntó el chófer rompiendo el silencio.
—Fui transferido a una universidad en Croptown —respondí algo distraído.
—Ya veo, debe ser duro ¿No?, Abandonar todo lo que hiciste ahí, amigos, logros y esas cosas —comentó mirándome por el espejo retrovisor.
—Realmente lo es, pero solo un poco, de igual forma no creo que mis compañeros me vayan a extrañar demasiado —dije con una sonrisa inocente en mi cara.
—Y eso, ¿Porqué? —preguntó el chófer curioso.
—Digamos que no soy muy sociable... Solo con ciertas fursonas —respondí pensativo.
—Entonces me alegro que hayas aceptado esta charla jaja —comentó y rio.
—Jajaja, me aburre viajar, más cuando no hay nada más que hacer más que estar sentado —reí y dije.Los siguientes minutos fueron de charla sin trascendencia con aquél león hasta que llegué al aeropuerto, me bajé y saqué mis maletas para pagarle al león, nos despedimos y caminé a la recepción, enseñé mi boleto, el avión casi iba a despegar, al parecer era el último que faltaba por abordar.
«¿Dónde quedó mi puntualidad»
Corrí a la puerta antes de que cerraran y tuve que sentarme en el único asiento vacío adelante de todos, los demás estudiantes me miraban algo enojados, otros dormían, en ese momento por las prisas no pude reconocer a ninguno, empezó la turbulencia y me senté a abrochar rápidamente mi cinturón. Empezó entonces mi viaje, solo duraría algunas horas a Croptown, ciudad cercana de Lex, algo muy alejada si consideramos que Jasbep está al otro lado del mundo, por así decirlo, aunque Lex sea una ciudad tranquila, las tazas de estudio ahí son altas, y uno puede aprender bien la profesión que busca, aunque yo aún no estoy seguro de lo que quiero profesar, es frustrante en cierto modo. Podía dormir o hacer cualquier otra cosa en mi celular, aunque para mí infortunio no me había tocado estar a un lado de la ventana, estaba entre fursonas, decidí sacar mi celular y revisar unas cuantas cosas, al parecer me recogerían al llegar, miré unos cuantos correos y vi que tenía un mensaje, no había registrado el número, pero por lo que pude leer, ya sabia de quién venía.
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Aitor R (Furry/Yaoi)
Novela JuvenilDebo aclarar que esto no es la continuación de Aitor, es más bien un remake, nueva trama, personajes (excepto Aitor) y muchas cosas más. Sigue a Aitor en su aventura por Jabsep una ciudad normal, ruidosa y con mucha gente, algunos más interesantes q...