Capítulo 10

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Año 2007

No tardo más que diez minutos en escribir la carta a Evan, regreso mi atención a él examen pero no encuentro razón lógica de ninguno de los ejercicios solo sustituyo con las formulas y hasta ahí me quedo, Tasha entrega su examen y le comienzo hacer señas para que me ayude pero tampoco logro comprender sus señas, me doy por vencida y entrego también mi examen, hola al examen de recuperación de algebra.

-¿qué paso?-me pregunta Tasha cuando salimos del salón

-no estudie- me muerdo el labio

-¿no ibas a estudiar con Adelay?- me mira confusa

-sí, bueno, me distraje un poco- miro a ambos lados, ya me conoce

-¿Evan?- me pregunta solo para confirmarlo

-si- respondo en un susurro y esperando un regaño

-¡Ay, mujer! ¿Cuándo vas a entender?- Tasha me regaña

-lo sé, pero bueno le voy a pedir ayuda y voy a hacer el examen de recuperación- sonrió como niña malcriada que acaba de hacer una travesura

-ah- suspira frustrada –bueno, después no digas que no te advertí-

-sí, tranquila- le doy un pequeño empujón con la cadera

-bueno, anda te invito a mi casa vemos una película y desayunamos, hoy traigo carro- Tasha hace sonar las llaves en su mano, suertuda

-ya me convenciste con lo del desayuno- sonrió y ambas nos encaminamos hasta la entrada de la escuela

-¡Ross!- alguien me grita, ambas nos giramos para ver a Denisse que corre hasta nosotras, y ahora ¿Qué?  -oye amiga, ¿estudiamos juntas para física?- como odio su sonrisa hipócrita

-sí, estaremos en casa de Anat mañana desde la salida de la escuela- le de vuelo su sonrisa hipócrita

-¿tú también iras Tasha?- digamos que a Tasha no le cae muy bien Denisse así que simula su mejor sonrisa, la verdad me causa mucha gracias

-no, yo estudio sola- responde ¿así, o más directa? A Denisse se le borra la sonrisa que traía dibujada y de nuevo se dirige a mí

-ten quiero que la leas y me des tu opinión- me entrega un papelito doblado en cuatro, pronto lo desdoblo…

“Denisse, guapa, voy a estar ocupado estos días perdona que no te busque  Atte: Evan”

No se si esto es bueno o malo, por un lado sé que no le mandara más recaditos a Denisse y dejara de hacer su primera incoherencia (¡bien, Evan!) pero por el otro lado ¿por qué le avisa de lo que hace? A Evan no le gusta enterar a todos de sus acciones, ah esto cada día se vuelve más complicado.

-bueno, ahí tienes, creo que será mejor que regreses con tu novio ¿no?- trato de sonar lo menos posible con mi tono de “¡te lo dije!

-Sí, es lo que hare, gracias amiga, te quiero mucho- Denisse me da un beso en la mejilla y dando media vuelta se va revoloteando por los pasillos

-¿qué fue eso?- pregunta Tasha con una mueca en el rostro

-te cuento de camino-

Tasha y yo subimos a su auto, en el trayecto ella me escucha atentamente todo el tiempo, le cuento desde los cambios radicales de Evan, el día que hable con él y se fue mientras yo me quede llorando, de los recaditos que le manda a Denisse, le conté de todo lo que me acorde en el momento. Cuando llegamos a su casa las dos nos acomodamos en su sillón mientras termine de platicarle, Tasha sabe escucharme.

-ay, Ross, si siguen así uno de los dos saldrá lastimado y no será Evan- me mira con cara de aflicción, tiene razón pero correré el riesgo

-lo sé, pero aguantare hasta donde pueda- sonrio

-no aguantes demasiado, después te dolerá demasiado- se levanta del sillón -¿zucaritas o choco krispies- me enseña los cereales en sus manos

Mientras comemos cereal con leche vemos una película de terror, que yo no quería ver, soy muy miedosa, sé que son cosas irreales pero aun así no encuentro gusto en infundirme miedo por tonterías. La película termina y Tasha me ayuda a estudiar para el examen de física y a las seis con treinta me voy de su casa.

En mi casa no hay nadie más que coco mi perro, mi mamá seguramente llegara entre ocho y diez de la noche, prendo todas las luces para cerciorarme que ningún fantasma me moleste, que infantil soy pero no lo puedo evitar. Tomo una ducha rápida y mientras me seco el cabello suena el teléfono, corro hasta él.

-hola Alonso- digo sin fijarme en el número que está llamando pero dado que él y Evan son los únicos que llaman alrededor de esta hora asumo que es él

-amm, no soy Alonso- me responde la voz de Evan 

Trece Cartas (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora