RED, Nuevas Especies (fanfic) 🐱

Capitulo 3

Jacobs gritaba ordenes distra y siniestra, en su tono se notaba la irritación.

Todos se preparaban nerviosos para la siguiente misión.
Atándose las agujetas de sus botas negras militares Adrianna se dio cuenta que sus manos temblaban.

Un ataque de nervios... ¡mierda!
Ese no era él mejor momento para eso.

Esta no era como las demas, había algo importante en juego, no podían fallar ó la vida de Marian dependería de ello.

La habían secuestrado.

Nadie se habia dado cuenta de su desaparición. Vivía sola. No tenia quién notara su falta, solo aquellos con quienes compartía trabajo ósea ellos.

Habían asistido a su casa despues del castigo con la esperanza, de que, como Will había mencionado, por una vez en su ordenada vida, quisiera ignorar todo y volverse por una vez, irresponsable, pero él silencio fue su respuesta al llamar a su puerta mas de quince veces.

Alarmados, irrumpieron en su casa, encontrando una desastrosa escena de crimen.

Su casa estaba totalmente desordenada, huellas lodosas de botas militares demasiado grandes para pertenecer a ella y algunas gotas de sangre se hallaban esparcidas por él antes pulcro suelo, al igual que vidrios y madera rota que demostraban que no había sido presa fácil para los desdichados atrevidos.

No habian tenido tiempo para hacerle frente a las repercusiones de lo que tuvo que hacer para
sobrevivir.

Will pesar de su negativa y él extraño echo de que nunca había asistido a la casa de Marian por él supuesto odio que profesaba hacia esta, sabía muy bien donde se encontraba la recamara de la antes mencionada. En algún  momento había dejado mostrar nerviosismo y cierto nivel de miedo.

Después de hacer un recuentos de los daños, todos habían llegado ala conclusión de que había sido un secuestro.

Les había tomado casi medio día dar con su paradero. Pero aún estaba la interrogante...

¿Por que?

Había algo que no cuadraba.

Marian no era rica ó si quiera tenia familia la cual podria hacer algo por ella. Solo era una joven bonita, sencilla y cariñosa.

Fue algo extraña su llegada al equipo; no congeniaban. Ella bajita toda sonrisas y educación y ellos tipos de casi dos metros, mal hablados y escuetos ala hora de entablar una conversación con otro humano. Claro después estaba Adrianna... En realidad era igual que ellos.

—¡TE QUIERO A QUÍ EN CINCO MINUTOS!—  Él grito que dirigió jacobs al comunicador se escucho probablemente hasta las tuberías.

Los oídos de Adrianna registraron un fuerte sonido al fondo de los vestidores seguido por una maldición, ella conocia esa voz... ¡Will!

Sin perder tiempo se encaminó hacia ahí, solo para encontrar algo que nunca creyó posible, un William Thompson nervioso y con la mano en un hueco en él gabinete de metal.

Ese era un acontecimiento totalmente inesperado, ¿will sollozando y temblando?, ¿el mismo pelinegro will que mide casi dos metros, no le teme a nada y es mas molesto que un grano en él culo?, ¿el que es capaz de vender hasta su abuelita?  Pues al parecer si...

—Will...—

—¡Bella roncante!— pasando una mano por su rostro, will con vieja maestría trasmutó su gesto agónico por esa casi permanente sonrisa sínica.

—Estabas... —

—¡TODOS LISTOS NOS VAMOS AHORA!— anunció la estridente voz un furibundo jacobs. —¡TODOS FUERA, HACIA EL HELIPUERTO! —

Sin dudarlo si quiera los dos tomaron sus armas y se dirigieron hacia él helipuerto, ya después obtendría la respuesta a la duda que llevaba casi dos años planteándose.

Oyó el helicóptero antes de verlo. Los ruidos detrás de ella le aseguravan que su equipo estaba preparado para lo que viniese.
Nerviosos pero preparados.

El viento de las aspas le hizo girar un poco la cabeza y observar como él helicóptero maniobraba para aterrizar. Él viento helado de una noche nublada le cacheteo él rostro y secó él sudor frío que nacía de su frente, su mirada se quedó fija en Jacobs y en lo nervioso que tambien este se notaba.

Esperaba no parecer preocupada o asustada
porque realmente lo estaba. Sabia que esos nervios no le ayudarían a nada, pero sencillamente era algo que ella no podía controlar.

El helicóptero aterrizó. En cuanto todos los tripulantes estuvieron adentro Jacobs grito —Pongámonos en movimiento. ¡Vuela como nunca has volado antes, mark!—

El helicóptero se elevó hacia arriba, rápido. Se ladearon fuertemente. Pero se sostuvieron y todos nerviosos como estaban partieron en busca de su compañera y amiga.

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Hora gracias por leer 😘

La shula

ヽ(^。^)丿