"I know it's true, they say "all good boys go to heaven" but bad boys bring heaven to you"
Historia inspirada en la canción "Heaven" de Julia Michaels y en todos los chicos malos de la literatura juvenil.
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Le sonrió a la barista cuando me entrega mi café y lo acomoda en mi única mano libre; a mi hombro llevo mi bolso, abrazada a mi pecho mi computadora portátil, en la mano sostengo mi celular y mis llaves, en la otra mano llevo mi café recién hecho y en el antebrazo cargo un maletín con los libros que necesitare esta tarde. Me dispongo a salir del café pero me doy cuenta que soy incapaz de abrir la puerta, que irónicamente dice "Jala, por más que me empujes no me voy a abrir" que buena mercadotecnia, debo de admitir.
Gracias a todo lo bueno, alguien se me adelanta y tira de la manija de la puerta para abrirla, doy un paso hacia atrás, dejando que esta persona pueda abrir mejor la puerta y pongo mi mejor sonrisa de agradecimiento en mi rostro —Gracias, me haz salvado, en serio no podía abrir — pero mi sonrisa cae un poco cuando identifico a la persona que me ha ayudado.
Ivar.
— Gracias — le digo nuevamente y me apresuro a salir de ahí, comienzo a caminar por la acera lo más rápido que puedo, intentando localizar rápidamente el lugar donde estaciones mi camioneta.
— No, espera — me dice, siguiéndome. Dado que es más alto que yo, sus pasos son más largos y me alcanza rápidamente — Espera por favor, te debo una explicación.
