now and forever [cameron dallas y tú]

Capítulo 12

Maratón 1/3

Pasamos de broma en broma al mismo tiempo que comemos.

Son muy mal pensados y por esa razón ríen cada vez que hago un comentario el cual se pueda mal pensar.

—¡Oh, vamos! —río mientras ellos estallan a carcajada— No pueden ser así.

—Tú eres la pervertida —se defiende Carter entre risas.

—No lo puedo creer. Ustedes sólo piensan en sexo.

—¿Nosotros? —dice Taylor haciéndose el sorprendido— Nosotros somos unos ángeles puros y limpios del alma, caídos del cielo —hace una cara inocente.

—Qué idiota eres —murmuro entre dientes.

Reímos otra vez.

Termino lo que me queda y Carter pide la cuenta.

El camarero la trae y yo saco dinero.

—Ni lo pienses —me advierte Tay.

—Sí _____, nosotros invitamos —replica Carter.

Frunzo el ceño.

—Bien.

Suspiro y le pagan al camarero. Nos paramos y nos encaminamos hacia la salida.

Los abrazo por la espalda a los dos.

—Son unos lindos, gracias —digo tiernamente.

Me abrazan también y me dan un beso en la mejilla al mismo tiempo.

—Bien, basta. Voy a parecer puta —reímos y nos separamos.

—¿A dónde quieres ir _____? —pregunta Tay subiéndose al auto.

Lo imitamos.

—Hmm... ¿al centro comercial? —les digo haciendo un puchero.

—Bien —murmuran los dos suspirando.

—¡Sí!

*

—Me encanta cómo te queda esto! —exclamo eufóricamente viendo a Tay quien está con suéter nuevo y pantalón nuevo.

—¿Tú crees? —pregunta dudoso.

—Obv... —sale carter de los probadores con una camiseta tipo 'tank top' y una chaqueta encima— Woah.

—Me gusta —asiente Carter y empieza a hacer poses sexys frente al espejo.

—Tay, llévate eso —hago puchero refiriéndome al conjunto que tiene puesto.

Me mira dudando por un momento.

—Bien, me has convencido —sonríe.

—¡Sí! —doy pequeños saltitos— Entonces, pásamelos mientras te cambias.

Asiente y se mete al probador pero luego sale otra vez a observarse en el gran espejo.

—Carter tú también, sácate la polera y la chaqueta ahora —le ordeno.

—¿Quieres que me desnude frente a ti?

—Ni te imaginas, hombre. Pero en otra ocasión —le guiño un ojo.

—Lo sabía.

—Váyanse a cambiar y me pasan las prendas por arriba.

Dicho esto me obedecen y se van al fin a cambiar. Carter me lanza la camiseta por arriba junto con la chaqueta y luego Taylor lanza el polerón y el pantalón. Voy corriendo donde la vendedora y lo pago ya que estoy segura de que no me dejarían comprárselos. Recibo el cambio y voy nuevamente donde los chicos quienes miran para todos lados y sus expresiones se relajan cuando me ven. Sonrío.

—¿Dónde estab...? ¿Qué son esas cosas? —señala Taylor las bolsas de compras.

Veo la bolsa que contiene el suéter y el pantalón.

—Taylor —se la paso—. Carter —le paso la restante.

En sus rostros se demuestra confusión y segundos después se dan cuenta de lo que contienen sus respectivas bolsas.

—No acabas de hacerl... —dicen al unísono y los interrumpo.

—Exageran demasiado, es sólo un regalo de mi parte —me doy media vuelta y voy a la sección de mujer.

—Gracias _____—me abrazan los dos mientras camino hacia un chaleco que me parece súper bonito.

*

Terminamos con bolsas de compras por todas partes. Le compramos un regalo a todos los chicos y compramos, también, mucha comida.

—Definitivamente es increíble que hayamos terminado con todas estas bolsas, es decir, ¡son hombres! —hago una mueca.

—Nada de esto a nadie —me amenaza Carter.

Me río.

—Hmm, publiqué en instagram una foto de ustedes cuando veían la falda rosa que me compré.

Los dos abren los ojos y estallo en carcajadas.

—Nunca saldré contigo otra vez, lo juro —niega con la cabeza Taylor.

—Yo menos —comenta Carter.

—Igual amaron el osito que cantaba —les saco la lengua y los miro tiernamente.

—Uh, ¡era hermoso! —hace un puchero Carter y Tay lo imita.

—Par de idiotas —rodeo los ojos riendo.

Comemos en el hotel y después de un rato los chicos se despiden entre risas y bromas.