Enfermedad llamada amor

Capítulo dieciséis

Kirito había llamado a Asuna para comentarle lo que Lecter le había asesorado.

Pero dependía de ella si quería ir con él o no resolver nada, eso apanicaba bastante a Kirito.

-Parece ser que hablaba enserio cuando me dijo me daría espacio. –Pensó Kirito mientras hacia una mueca de desagrado.

Así que aventó su celular en la cama, se puso el Amusphere y grito: "link start".

Cuando inicio sesión estaba en la cabaña como siempre, fue a los dormitorios donde Yui estaba tomando una pequeña siesta.

El acaricio el cabello de su hija y le dio un beso en la frente lo cual provoco que se despertara.

-¿Pa-papá? –Preguntó la pequeña.

-Hola Yui, perdón por despertarte. –Pidió Kirito.

-No te preocupes papá, me da gusto que estés aquí.

Yui abrazo a Kirito y el correspondió el abrazo, pero luego comenzó a llorar.

-Papá, ¿Qué tienes? –Preguntó Yui.

-Es que...puede que deje de verte Yui...pero no quiero. –Contestó Kirito.

Yui se exalto al escuchar esas palabras, ¿su padre la dejaría de ver?

-¿Por qué papá? –Preguntó con voz triste.

-Es que...estoy enfermo Yui...tengo uan enfermedad llamada amor...y eso me obliga a hacer un viaje para curarme.

-¿Estas enfermo?, ¡yo te puedo ayudar! –Dijo Yui desesperada.

-Lo-lo siento...pero no hay nada que podamos hacer para que me cure...Sinon es la que tiene la cura.

-¡¿Y por qué no me la da?! –Preguntó la pequeña.

-Ella es la cura...además tu mamá hace que me enferme más y por eso nos vamos a ir.

Kirito estaba llorando fuerte mientras Yui secaba sus lágrimas.

-¿Y no hay forma de que te quedes?

-Depende de tu madre Yui...depende de tu madre

-Papá...quédate. –Pidió Yui mientras comenzaba a llorar.

-Mi hija...mi niña...mi felicidad...no quiero irme pero no hay de otra, si me quedo enfermare y nunca me curare. –Explico Kirito.

-¡Podemos vernos en donde mamá no este, podemos vernos cuando Sinon nos acompañe pero no te vayas! –Suplico Yui.

-Tratare mi niña...tratare. –Dijo Kirito mientras le daba un beso desesperado a su hija en la cabeza.

Los dos se limpiaron las lágrimas y esperaron, esperaron algo.

Sus amigos fueron llegando poco a poco, invito a todos a una fiesta de "despedida".

Kirito tenía un plan sumamente radical si Asuna rechazaba ir con Lecter.

Cuando llego Sinon, Kirito dio comienzo a la fiesta.

-Oigan, ¿y Asuna? –Pregunto Silica.

-Dijo que no podía venir, estaría ocupada. –Contestó Kirito.

En realidad no la había invitado para no levantar sospechas de lo que tenía planeado como último recurso.

Klein no miraba a Kirito, estaba avergonzado de lo que había hecho con Asuna, por eso no quería ni verlo a los ojos.

Klein estaba intranquilo mientras los sonidos de él y Asuna teniendo sexo retumbaban en las cavernas de su imaginación.

Se sentía como un traidor por acostarse con la novia de su mejor amigo, pero igual Asuna lo había provocado.