❝Pequeño, Lindo Y Falso Alfa❞🍒 ©KOOKMIN Omegaverse✖

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El cuello de Jimin sudaba frío.

Corría a casa con el corazón saliendo de su pecho, ni siquiera saludó a su madre, sólo se encerró en su habitación, con el corazón acelerado y el cuerpo temblando de miedo, muy asustado por lo que acaba de pasar.

¿¡Pero que había hecho!?
Si su secreto salía a la luz sería el fin.
No pudo pensar en otra cosa en toda la tarde, ni siquiera pudo dormir por culpa del miedo.

¿Ser un omega macho era un tesoro? Jimin no lo creía así. Claro que había mucha gente que lo consideraba una especie de regalo de la luna, pero eso mismo hacía que todos lo vieran como un objeto que solo servía para ser apreciado y consumido.

♪ ᵀʰᵉ ᴬᶜⁱᵈ⁻ ᴮᵃˢⁱᶜ ᴵⁿˢᵗⁱⁿᶜᵗ

Los recuerdos del pasado comenzaron a llegar mientras se hacía un ovillo en su cama, todos los elogios, las palabras lascivas y asquerosas, todo ese acoso y toda esa invasión a su persona como si solo fuera un trozo de carne para servir al mejor postor. Como si fuera un trofeo asqueroso hecho solamente para darle valor a los alfas poderosos.

Nunca olvidará la primera vez que intentaron tomarlo por la fuerza, fue el asqueroso director viejo de su secundaria, le había preguntado al oído si todo lo que decían de los omegas de su tipo era real, no le importaron todas sus lagrimas, Jimin gritó tanto que algunas madres lograron oírlo, el director jamás logró cumplir su objetivo, pero tampoco fue la última vez que pasó, ni la última persona que lo intentó, y Jimin jamás podrá detener las nauseas en su estomago cada vez lo recuerda.

A pesar de que cuando era pequeño amaba sus pequeñas manos y su dulce aroma, con el tiempo Jimin aprendió a odiar lo que era, pero también aprendió a ocultarlo y ahorrarse muchos problemas. Su familia solía mudarse muy seguido por su culpa y en este puno estaba tan tan cansado.

Solo quería ser normal... Vivir una vida normal, con amigos que lo vieran normal, que lo quisieran, y una madre que no viviera rezando todos los días para que estuviera a salvo. 

Jimin respiraba pausado debajo de la ducha tratando de quitare el aroma del estúpido Jeon Jungkook de encima, tratando de averiguar que hacer a continuación, tenía estrictamente ordenado hacer solo una cosa en estos casos: Decirle a su madre, luego ella comenzaría a hacer maletas y se irían a una nueva ciudad, a empezar de nuevo, como lo habían hecho 100 veces antes.
Pero Jimin sabía que era hora de lidiar con el asunto con sus propias manos, no tenía el valor de destruir la felicidad de la mujer de nuevo con malas noticias.
Siempre era así por su culpa.
Así que esta vez estaba dispuesto a sufrir un poco más en silencio.

Tenía que mantener un poco más su secreto.
Tenía que enfrentar a un alfa, y llegar a un trato con Jeon Jungkook.

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A la mañana siguiente, Jimin no tomó el autobús.

Camino a pie para hacer el trayecto a la escuela más largo, preparándose mentalmente para enfrentarse a Jungkook, y (por si fallaba) prepararse para el momento en el que Jeon les dijera a todos la verdad.

Sabía lo que pasaría después de eso, ya lo había vivido antes; ser acorralado por todo el mundo, ser acosado por alfas idiotas queriendo demostrar dominio sobre él, y luego soportar el desprecio del resto de las omegas y demás habitantes del pueblo hasta que los terminaran echando. Eso hasta que algún hijo de puta intentará secuestrarlo para ganar el tesoro mayor, o aún peor vender su cuerpo bajo las palabras "Venga a probar un gran tesoro". Jimin tembló de escalofríos.

Jimin apretó fuerte los ojos y comenzó a lamentarse otra vez.
Odiaba con todas sus fuerzas haber nacido omega macho.

Toda la culpa la tenía su biología reproductiva, que era 5 veces más fuerte que la de una omega hembra, por lo que su aroma natural sin ocultar era tan intenso y atrayente como los de una omega en celo.
Por eso eran tan adictivos y complacientes para los alfas, ser un tesoro solo era para la complacencia sexual, como si no tuvieran más sentimientos que el deseo y la lujuria.
Park Jimin no sentía nada de eso por ningún estúpido alfa que conocía.