✖🍒 032 •°

54.2K 6.6K 3.8K
                                    

Eran cerca de las 11:00 de la noche y la música en la casa Jeon no podía ser más fuerte.

Los alfas Saltaban del trampolín a la piscina como expertos, toda la tensión quedó olvidada cuando la primera caja de pizza fue abierta. Las risas eran lo único en el ambiente al igual que las bromas y las batallas con las pistolas de agua. Eran unos niños. Dios, que alguien los detenga y les diga que existen las cervezas.

Una hora después todos salían con los cuerpos arrugados en busca de sus toallas.

-Comeré algo y luego dormiré, esos saltos fueron extremos -rio Kai secándose los pectorales.

-Hablas por todos, estoy cansado -dijo Hoseok tirándose al pasto y rodando hasta la entrada. -¿Jungkook, vienes?

-Limpiaré lo último e iré después. Los cuartos para invitados ya están preparados, creo que saben cuál tomar.

El pelinegro terminaba de beber su soda mientras sus pies removían tranquilamente el agua.
Todos se retiraban a descansar dejándolo sólo.
Ninguno se había puesto ebrio, eran adolescentes pero no estúpidos, por ahora ellos no lo necesitaban, sabían que si tomaban de más correrían el riesgo de olvidar todo al día siguiente y nadie quería.
Además, no eran nada destructivos, de otra manera no los invitaría a su casa. Jungkook confía en ellos.

Pero ahora debía asimilar que todo eso había acabado, por lo menos en su casa ya no habría mas fiestas, y todo porque su padre aprovechaba su más minimo error para restregarselo en la cara haciéndolo sentir un perdedor.
Se frotó la cara frustrado. No lo entendía, No estaba haciendo daño a nadie, ¿Que hacía mal entonces? ¿Porque nunca podía mantenerlo contento?
Amaba a su padre, se había pasado la vida portándose como él esperaba para mantenerlo feliz y poder poner una sonrisa en su cara, y cuándo decidió actuar para su propia felicidad ese rechazo le había dolido como nunca, esa desaprobación, esa falta de apoyo.

Lamentablemente, por más que sus acciones cambiaran, las esperanzas de ser aceptado sin ser como todos esperaban eran nulas.

Una pequeña mano se deslizó por su cabello perturbando a Jeon de sus pensamientos.
El pelinegro pensó que no había forma más bonita de romper una burbuja cuando esa persona se sentó junto a él.

Jimin era muy bonito en la luz nocturna.

-¿No dormirás todavía? -preguntó Jungkook tomando la toalla a su lado y secando su propio cabello desarreglado. -Hace frío aquí afuera.

El omega aún traía la ropa húmeda, pero tenía una toalla alrededor de los hombros para secarse a si mismo.

-No. Aún tengo energía, me la paso tan bien con ustedes que ni siquiera quiero dormir.

Jungkook suspiró con tristeza.

-Me alegro de que tu primera vez aquí fuera agradable, pero... lamento mucho que también se la última. Lamento que tuvieras que ver todo eso de mi padre... Es una buena persona, quiere lo mejor para mi, eso dice. Bueno... No sé, Perdón por todo.

Jimin estaba enojado con el Sr. Jeon. Iba a golpearse a si mismo si Jungkook no dejaba de ser así con él.
Si no dejaba de preocuparse tanto, de protegerlo siempre y hasta pedirle perdón cuándo nada era su culpa. Odiaba al Sr. Jeon por hacer sentir a Jungkook de esa manera.

- Jungkook, no sabes lo que dices. No hay motivos para pedir disculpas.

Jungkook río.
El aún sentía que le debía tanto a Jimin, cómo si fuera una compensación por ser una mierda con él al principio.

-Ah ¿No? Pues veamos... Perdón por no darte el asiento ese día en el autobús.

Jimin asintió haciendo puchero.

❝Pequeño, Lindo Y Falso Alfa❞🍒 ©KOOKMIN Omegaverse✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora