The Truth Untold · Tᴀᴇɢɪᴋᴏᴏᴋ

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Chapter 8

La relación con Jungkook iba creciendo lentamente. Poco a poco fueron conociéndose más, y en pocos días se dieron cuenta que ambos tenían muchas cosas en común, así también como se dieron cuenta que apreciaban las actividades que el otro realizaba. Jungkook era un buen dibujante, tenía grandes habilidades junto al lápiz y la hoja, mientras que Taehyung tomaba buenas fotografías. Ambos disfrutaban de los videojuegos, los libros y la música. Taehyung siempre había querido aprender a tocar un instrumento, su hermano mayor tocaba la guitarra y aprendió con facilidad, por su parte tan solo intentó aprender a tocar el piano, pero eran clases muy costosas y nunca pudo aprender, tal vez su profesor no sabía enseñar, o tal vez él era muy estúpido para no entender.
Un día se reunieron en casa de Taehyung. Jungkook llegó con bolsas de comida chatarra y películas, mientras el dueño de casa preparó palomitas de maíz, éstas cubiertas de caramelo.

Cuando la puerta sonó, el pequeño Yeontan comenzó a ladrar y dar pequeños saltos. El joven Kim sostuvo su mascota en sus brazos mientras invitaba a su amigo a pasar dentro de su casa. Jungkook portaba su mochila con un estampado camuflado, con la comida dentro. Cuando entró, se encontró con un chico más, y al verlo bajó rápidamente la mirada. Se sintió intimidado.

- Jungkook, ven, te presento. Él es mi hermano mayor, Hoseok. No tienes porqué avergonzarte, no te comerá ni nada. Además, él ya se marcha. ¿No es así, Hobi?

- Hola, tú debes ser Jeon Jungkook. Un placer, soy Kim Hoseok -se inclinó rápidamente, y luego le tendió la mano.

- ¿Qué tal? S-Soy Jungkook -tomó su mano, aceptando su saludo.

- Ahora debo irme a cubrir un turno; Realmente lo siento. Espero verte seguido por aquí -le entregó una cálida sonrisa, mientras se colocaba su abrigo para finalmente marcharse por la puerta.

Jungkook quedó impresionado de la casa de su nuevo amigo. A decir verdad, no conocía a nadie que viviese por la zona. No era un barrio lujoso ni mucho menos, pero su casa se veía asombrosa. Un reluciente piso de madera de acacia se encontraba en la sala principal, el cual también unía con la cocina. La sala de estar era espaciosa, había tanto lugar que con los pocos muebles que lo ocupaban, hasta se veía vacía. A pesar de eso, supieron establecer bien la ubicación de las cosas. Cuadros y pinturas básicas inundaban las paredes color borgoña de la habitación. Muchas de ellas, eran fotos de su familia más joven, fotos de ellos de pequeños, fotos de su madre.
Un olor quitó a Jungkook de sus pensamientos sobre la indicada casa.

- He intentado preparar palomitas de maíz, lo siento. No han quedado de mi agrado -dijo Taehyung apareciendo detrás del arco de entrada de la cocina con una cacerola en sus manos, a la vez que de esta salía humo. Giró la cacerola para que Jungkook pueda ver y allí se encontraban, algunas palomitas, y en su mayoría granos de maíz sin cocinarse, adheridos a la superficie debido al caramelo. Una sonrisa culposa se asomó en sus labios.

- Hyung, no te preocupes. ¡Prepararemos más! Yo lo ayudaré -Jungkook llegó a la ayuda del torpe Kim en la cocina.

Ambos jóvenes pasaron mínimo una hora en preparar todo antes de las películas. Taehyung llevó a Jungkook a su habitación, la cual se encontraba en la segunda planta. Taehyung era un chico simple, el cual tenía una habitación simple. Una sola ventana con cortinas oscuras que no dejaban pasar la luz, una cama, una mesa con un pequeño televisor y su ropa. En el pequeño cuarto se hallaba una biblioteca llena de películas y viejos discos de música, en algunas estanterías habían pequeñas figuras de colección.
A pesar de que todo estaba muy ordenado, se podía observar como su guardarropa no daba abasto de la ropa que contenía. El mayor le pidió que éste vaya colocando la película mientras iba por la comida restante. Jungkook terminó, cuando escuchó la puerta abrirse.