The Truth Untold · Tᴀᴇɢɪᴋᴏᴏᴋ

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Chapter 9

A pesar de que ya había comenzado a recordar ciertas cosas de lo que ha sido su vida, Yoongi aún seguía con aquél conflicto. Con suerte pudo reconocer y aceptar que aquellas personas junto a él eran su familia, a pesar de eso, no entendía mucho en la situación que se encontraba. Pero por mucho que se esforzaba en recordar, muchas cosas seguían siendo borrosas en su mente. Recuerdos, momentos importantes o vergonzosos de su adolescencia, amigos... todo eso no existía ahora en su mente. Claro que recordaba cosas normales de la vida cotidiana, pero hasta ahí llegaba su conocimiento y aún no se había hecho una prueba a sí mismo. Hasta ahora, se mantenía esforzándose para mejorar físicamente y recuperar la movilidad de su cuerpo, tal y como venía haciendo desde hace semanas.

- Yoongi, hijo -le llamó su madre, captando la atención de éste. Él vio que ella llevaba su bolso con sus cosas, a lo que le miró extrañado hasta que ella continuó hablando-. Llegó la hora.

Yoongi observó el lugar por última vez. Volteó para entregarles una mirada nostálgica acompañada con una ligera sonrisa a los enfermeros que trabajan para su recuperación física. Mientras su madre guardaba sus bolsos y equipaje dentro del maletero, Yoongi observaba detrás suyo, sus nuevos amigos agitaban sus manos en manera de saludo, con amplias sonrisas en sus rostros. Subieron al taxi. Todos estaban felices, porque finalmente Yoongi podía recomenzar su vida nuevamente, tal cual antes lo hacía. A medida que el auto avanzaba, se iban perdiendo en el camino. Definitivamente volvería solo a saludar a sus amigos del hospital.

Hwa llevó a Yoongi hacia su nuevo hogar. El lugar era un departamento acogedor. Colores vivos inundaban las habitaciones, las cuales ya se encontraban amuebladas. En la sala se oían murmullos casi silenciosos. Yoongi caminó despacio, arrastrando sus pies sobre la madera del suelo, hasta el lugar y allí encontró a su padre, junto a su hermano. Ambos sentados en la mesa, sobre esta se encontraba un pastel decorado y con una pequeña dedicatoria. "Felicitaciones, Yoongi", detrás, colgando sobre la pared decoraron un cartel que decía "Bienvenido a Casa". Yoongi sonrió ampliamente. Sí, tal vez aún no los reconocía del todo, pero sentía que su cálido amor hacia él. Ellos se preocupaban por él y fue un amable gesto el que tuvieron por esperarlo junto a un pastel.
Minutos después, todos se encontraban comiendo del delicioso pastel, mientras charlaban animadamente.

- Chicos, debo realizar una llamada cuanto antes. Sigan comiendo sin mí -dijo Hwa, mientras levantaba su plato con su comida ya terminada y se dirigía hacia la cocina. Lo dejó allí y tomó el teléfono. Marcó un número y esperó que alguien del otro contestase.

- ¿Hola?

- Es Hwa, Min Hwa. ¿Se encontraría Kim Namjoon?

- ¿Disculpa?

- ¿Uhm?

- Tú debes ser la mamá de Min Yoongi, ¿no es así? Soy la madre de Namjoon, y no puedo creer que te atrevas a llamar aquí. Ha sido tu culpa por la cual Namjoon pasó por todo eso, culpa tuya y de su hijo. Han inculpado a mi hijo, lo han hecho responsable de todo ese asunto. Ha pasado tanto tiempo y ahora te crees capas de llamar aquí, no lo puedo creer. Por favor, intente no volver a contactarse aquí nuevamente -se podía notar el fuerte tono con el que hablaba, ya que Hwa tuvo que alejar el teléfono de su oído debido al fuerte sonido.

-Espere, discúlpeme. ¿Algo ha sucedido con Namjoon? Tan sólo necesito hablar con él, es importante.

- Lo siento, Namjoon no se encuentra aquí en este momento. Reitero, no vuelva a llamar aquí por favor. Hasta luego, que tenga buen día.

- Por favor, le pediré que sólo le diga que Yoongi finalmente ha despertado. No lo haga por nosotros, sino hágalo por su hijo; esto también es importante para él.