The Truth Untold · Tᴀᴇɢɪᴋᴏᴏᴋ

018

Chapter 18

Y así fue como terminó, o como todo empezó.
Me estaba marchando de la sala de abordaje para arribar al avión. Cuando me senté en mí asiento con previa asignación, agrias lágrimas corrieron por mis ojos. Mí ventanilla daba a su ventana, y aunque ellos no me vean, yo podía verlos claramente.
Por un momento, Taehyung se quedó hablando con su hermano mientras su mirada estaba fija en Yoongi, mientras éste fotografiaba el avión marcharse.

Jungkook luego de pasar casi 11 horas de vuelo, con una pequeña escala en Italia, aterrizó en Estados Unidos. Su madre le había comentado que en el aeropuerto lo esperarían algunos miembros de la familia con los que conviviría.
Ese lugar era un mundo, si creyó que el aeropuerto de Incheon era grande, este tal vez lo era mil veces más. Mucha gente desconocida caminaba en todos los sentidos y por todos lados. El caótico ambiente lo asfixiaba.
Caminó hasta, donde al parecer, era la salida. Lo intuyó al ver tantos carteles indicando el camino, aún así, poco entendía.

De un momento al otro se aterró. Esas personas irían por él y él ni siquiera sabía hablar inglés. Pensó en una rápida manera de solucionarlo, utilizando el traductor de su teléfono móvil, pero rápidamente descartó esa idea ya que al mantener su red de Corea, no podía conectarse allí por sus datos móviles. Debería comprar un nuevo chip para hacerlo, y eso era un problema, porque tampoco contaba con dinero en efectivo.

Quitó esos pensamientos de su mente al ver un pequeño grupo de personas con un cartel que decía "JungKook - 정국". Les sonrió y regaló una corta reverencia. Ellos lo recibieron con un abrazo, a lo que el menor solo pudo corresponder con un brazo sobre su espaldas.
Las personas consistían en, dos jóvenes de más o menos su edad, una niña pequeña, aproximadamente de 7 años, y una señora quien supuso que sería la madre de todos.

— Hola, soy Jungkook. —fue lo único que pudo decir.

— Es un gusto conocerte, te hemos estado esperando. ¿Qué tal? Soy Alice, y ellos son mis hijos. Vamos, vamos al auto allí podremos conversar con más tranquilidad.

La señora, quien ahora Jungkook conoció su nombre, empujó por la espalda al azabache hasta la salida. Detrás suyo, los chicos tomaron su valija y la pasearon a su lado.
Todo era muy apresurado, pero Jungkook debía acostumbrarse, tal vez así era la cultura estadounidense, tan amigable y cariñosa. Cosa que poco coincidía con Corea. Aún así, le faltaba mucho por conocer.

El camino a casa sorprendentemente no fue incómodo. Jungkook se animó a intentar hablar con ellos de manera un poco menos tímida, aunque sí, habían muchas cosas que lo dejaban sin respuesta alguna o le chocaban, así que prefirió no responder y quedarse callado, entregando una forzada sonrisa.
En el camino a casa conoció un poco a sus compañeros de casa, los hermanos se llamaban Alex y Matt, y la niña menor Missy. Le comentaron que vivían junto a tres personas más. — Que familia más numerosa, de seguro tienen una casa enorme. —pensó Jungkook por un segundo, interrumpiendo la atención que le estaba prestando al joven Matt.

·

Cuando llegaron, Jungkook estaba en lo cierto. Su casa era muy grande, y muy bella. Por dentro contaba con pequeños detalles que la hacían lucir más delicada de lo que era. Lo invitaron a conocer la casa, y le dijeron que dormiría arriba junto al hijo mayor de la casa. Pasearon por la planta alta mientras Alex, su nuevo compañero de habitación, le indicaba quien dormía junto a quién.

— Verás, aquí duermen mis dos hermanos menores, bueno ya conoces a uno, Matt, tal vez luego conozcas a Frank —continuó caminando hasta la próxima puerta—. Aquí duerme Missy, y frente a su puerta tenemos esta otra que es la habitación del abuelo —al parecer Jungkook con sus pensamientos interrumpió la parte donde mencionaba que vivían junto a su abuelo y que tenían otro hermano—, y aquí dormirás junto a mí. Es la habitación más grande, luego de la de mamá y papá, quienes duermen en la planta baja.