The Truth Untold · Tᴀᴇɢɪᴋᴏᴏᴋ

023

  •━━━ ✽ Chapter 23 ✽ ━━━•  

Luego de llegar a su casa con la nariz roja como un tomate, corrió hasta el baño de arriba. A pesar de las bajas temperaturas que amenazaban con entrar por la pequeña ventana del baño, Taehyung decidió abrir el agua fría para pegarse una ducha. 

Se sentía extraño. Luego de salir y empapar todo el cuarto de baño, caminó hasta su habitación en donde se puso ropa limpia y más cómoda. Aunque haya secado su cabello con la toalla, sus pelos aún seguían mojados, dejando caer pesadas gotas de agua al suelo. Lo sacudió un poco sin prestarle demasiada importancia y se tiró sobre su cama. Al apoyar sus brazos sobre las sábanas pudo sentir que estaban heladas, debía ser que el respaldo de la cama estaba contra la ventana. Se levantó a ponerse un sweater, antes de volver a tirarse sobre el colchón, esta vez boca arriba. Agarró su laptop y sus auriculares y comenzó a realizar un trabajo digital mientras escuchaba música. 

Odiaba los típicos domingos de invierno, eran aburridos y no podía hacer mucho más que tareas. Odiaba tener que estar encerrado, odiaba aburrirse. No soportaba ver como su padre se sentaba frente al televisor por horas viendo programas basura que pasaban en los canales los días domingo. No soportaba ver a su hermano, al pasar por la puerta de su cuarto, dormir o leer un libro. Cada uno estaba en sus propias cosas, y él quería salir, quería caminar, quería hacer cosas. Se sentía sofocado allí dentro, y es esa la razón de porqué odiaba los domingos.

Cuando terminó su reloj marcó las 19:24. Bajó a prepararse un café, ya que no tenía mucho más que hacer. Mientras esperaba que el agua esté lista, pensaba en sus amigos, de seguro ellos estaban ocupados. Los envidiaba, de una manera sana, pero aún así los envidiaba. Probablemente Jungkook haya salido con sus amigos o pintando algún lienzo, y Yoongi esté en su casa practicando con el piano o haciendo cosas más valiosas que él. Se sentía inútil. La tetera con el agua hirviendo lo sacaron de sus pensamientos.
Taehyung suspiró. No podía seguir así, asi que saldría, aunque sea al mercado más cercano. 

Luego de vestirse acorde al clima fuera, depositó su café en un vaso térmico y lo guardó en su mochila, junto a su cámara. Antes de salir por la puerta se miró en el espejo que tenían en la entrada de casa. El color azul oscuro de su sudadera le sentaba bastante bien con el color miel de su piel. Pasó sus auriculares bajo su buzo, y pensó en salir con su bicicleta. Se colocó su capucha y así salió por la puerta.

Es verdad que era domingo, y su lista de cosas era bastante limitada. Pero se equivocó. Recordó que en Seúl los museos y bibliotecas estaban abiertas hasta bastante tarde, gracias a los turistas que visitaban la capital. Mientras paseaba arriba de su bicicleta, podía ver como las pocas personas que caminaban por allí estaban abrigadas a más no poder. 
Antes de encaminarse hasta otro lugar, pasó por el mercado que se encontraba cerca de su casa. 

— ¡Joven Taehyung! ¿Qué haces vestido así? ¿Acaso no escuchó que hay probabilidades de nieve? —gritó el hombre desde la caja registradora. 

A decir verdad Taehyung nunca le prestó mucha atención al anciano, pero siempre que venía con su hermano o su padre, estos hablaban con él como si fuesen amigos de toda la vida. Al escucharlo hablar, se asomó desde un pasillo a verlo. Luego se miró a si mismo de pies a cabeza. Tal vez sí había salido desabrigado, pero no sentía frío ni nada.

— ¿Qué tal? Ahh, sí lo sé, es que sólo he salido para comprar unos aperitivos aquí.

— ¡Debes cuidarte de las heladas, o pescarás un resfriado! —lo retó el adulto.

— Está bien, está bien, seré más cuidadoso la próxima vez. ¿Cuánto sería esto?

Luego de pagar, salió fuera y agarró su celular.