Prólogo.

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Era un viernes cálido, aunque para ser honestos a ella le daba lo mismo si era cálido o lluvioso, si había sol o estaba nublado, estaba por anochecer así que empezó a subir a la azotea de la mansión para admirar el bello paisaje que dejaba el atardecer pues era una de las cinco cosas que mas amaba últimamente, de cierto modo el observar desaparecer el sol poco a poco en el horizonte le transmitía paz, sentía como si esos atardeceres le dijesen que todo iba a cambiar, que su vida irá mejorando de a poco pero mejoraría , le permitía pensar en la posibilidad de que ella algún día cambiaría, algún día seria mejor y dejaría de decepcionar a todos los que estaban en su vida y a los que entraban, algún día sería lo que todos querían y en lo que ella mas deseaba para dejar de sentirse sola y vacía aun que sonase como una locura.

Al observar aquel atardecer nuevas preguntas se formaron en su cabeza ¿Acaso algún día seria suficiente para alguien, lo demasiado suficiente para que se quedara con ella a pesar de sus errores?¿Para ver a través de estos? ¿Algún día se merecerá ser amada? ¿Algún día dejaría de sentirse llena de tanta soledad? ¿Algún día su vida dejaría de ser un asco?¿Algún día dejaría de ser un asco de persona?¿Una basura?. Estas ultimas preguntas habían provocado que varias lagrimas empezaran a deslizare por sus mejillas que comenzaban a tornarse un poco rojas al igual que hacían sus ojos y nariz, odiaba llorar pero después de todo nadie la estaba viendo entonces...¿Qué mas daba?, así que solo dejo que las lagrimas recorrieran sus mejillas, cada vez brotaban mas y mas lagrimas de sus ojos tristes y pequeños sollozos nacían de su boca aunque trato de ser lo mas discreta posible al final de todo no quería que nadie la escuchara, no quería ser descubierta.

Después de unos pocos minutos se limpio las lagrimas, la nariz, aspiro profundo, suspiro y se dispuso a entrar a la casa de nuevo pues el sol ya había desaparecido y la luna hacia su aparición como cada noche, bajo las escaleras sigilosamente y de la misma manera se dirigió hacia su cuarto, pues no quería ser vista y mucho menos después de haber estado llorando, abrió la puerta de su cuarto entro y se dirigió hacia su baño en en cual había un pequeño espejo de pared, se miro en el y pudo percatarse de que tenia sus ojos un poco rojos al igual que la punta de su nariz y sus mejillas, así que decidió lavarse la cara y acto seguido tomo una pequeña toalla y la acerco a su rostro para que este se secase, salio del baño y se recostó en su cama boca arriba, hasta que escucho la voz de su abuelo.-Ámbar baja a cenar que Mónica a preparado algo delicioso-

-Ahora bajo abuelo- dijo con un poco de molestia odiaba cenar con los Valente y ahora empezaba a la idea de cenar con su supuesto "abuelo" pues no hacia otra cosa mas que enfocarse en Luna, solo era Luna, Luna,Luna y mas Luna y ni que decir de Lunita solo presumía que había ganado el patín de cristal y de lo fabuloso que era tenerlo al igual que a su abuelo biológico, aun que ya habían pasado un par de días de que eso había sucedido, ademas que a la rubia nunca le había agradado la presencia de tal chica, así que cansada de esa imagen decidió levantarse y decir que no tenia más hambre y aun que dejo a medias el plato nadie le presto atención, ni siquiera su abuelo que decía querer la y preocuparse por ella.

Subió rápidamente las escaleras y corrió para llegar a su cuarto lo antes posible, al llegar azoto la puerta al cerrarla, apoyo su espalda en ella y se dejo caer hasta quedar en cuclillas donde recostó su cabeza entre sus rodillas y con sus brazos las rodeó comenzando a llorar suavemente una vez más hasta que se dijo a si misma-¡Para Ámbar! ¡No seas ridícula y deja de llorar! y suprimió una vez más sus lagrimas, ahora solo esperaría a que todos en la mansión se quedaran dormidos para poder hacer sus caminatas nocturnas que se había convertido en parte de su rutina hace un par de días.

El reloj marcaba aproximadamente media hora después de la media noche, Ámbar decidió ir hacia la piscina que tenia la mansión e inmediatamente llego a ella aquel momento donde Lunita había aparecido en su vida y su ex novio la había salvado sacándola de la piscina después de que al manchar el traje de baño de Ámbar ella le pusiera el pie, habían pasado aproximadamente dos años de eso , maldijo para sus adentros como deseaba borrar ese momento y que todo cambiara o que eso nunca hubiese pasado, que nunca se la hubiese topado. Después se dirijo a una de las bardas mas bajas que protegían la piscina para así cruzarse al otro lado

Comenzó a caminar alrededor de la playa, a decir verdad el paisaje que esta le ofrecía era bastante hermoso, no resistió y se quito los tacones para acercarse un poco mas al mar y que al llegar las pequeñas olas recorrieran sus pies descalzos y la rubia se quedo ahí observando como el reflejo de la luna caía sobre el mar azul obscuro iluminándolo un poco, después cerró los ojos, aspiro profundo el aire fresco y que a su vez recorrió todo su cuerpo provocando una sensación agradable, se despidió de ese lugar, pues lo extrañaría demasiado, caminar por la playa a mitad de la noche se había convertido en otra de sus cinco nuevas cosas favoritas, después de unos cuantos segundos siguió caminando hasta que vio una figura bastante familiar sentada sobre las rocas sobresalientes del mar y decido acercarse a ella bueno mas bien a el .

-Hola,¿Qué haces acá?-su ex-novio se limito a solo darle una mirada rápida para después irse

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El reloj marcaba ya las 11:00 de la noche, una noche mas de las que solo daba vueltas en la cama sin conciliar el sueño no hacia otra cosa mas que pensar en ella, en sus ojos verdes, en su cabello castaño, en su personalidad y por mas que lo intentase no podía borrar aquella escena en la playa en donde la vio abrazar a su mejor amigo, a decir verdad siempre le había provocado algo de celos pues se notaba a kilómetros que el sentía algo por ella y aun que eso ya había acabado un tiempo atrás el temía que regresara aquel sentimiento de "mas que una amistad" tenia miedo de perderle para siempre no sabría como seguir sin ella.

El muchacho se levanto y salio de hotel en donde se hospedaba, decidió salir a caminar por la playa, llevaba alrededor de media hora caminando, hasta que encontró unas grandes rocas que sobre salían del mar a un par de metros de donde se encontraba, se acerco y decidió sentarse en una de ellas , después tomó las pequeñas piedritras que estaban alrededor y las lanzó al mar, en su cabeza solo ideaba como recuperar a Luna, no podría permitirse perderla y mucho menos después de que ella había dado todo y el nada, la quería de vuelta y estaba dispuesto a hacer lo que fuese necesario para recuperarla y así se mantuvo un rato pensando en como la recuperaría, en sus errores, en su manera de corregirlos, en como ya no cometerlos de nuevo y en que iba a dar lo mejor de el hasta el final, todo lo haría por ella.

El sonido de unos pasos acercándose lo sacaron de sus cavilaciones pero decidió hacer caso omiso y seguir con lo suyo pero después alguien se sentó a lado suyo y el siguió sin prestar atención hasta que ella hablo.

-Hola ¿Que haces acá?- de inmediato reconoció esa voz pero...¿Cómo se atrevía a saludarle así como si nada, ¿Acaso se estaba burlando? , el quería decirle muchas cosas, quería gritarle pues había sido una de las personas que había influido de mala manera en su relación con Luna para que esta no se llevara acabo, para que no funcionara , pero solo se limito a mirarla rápidamente ver por ultima vez el horizonte, pararse e irse lejos de ella.

Hola ¿Cómo están? ¿Les gusto? Déjenme su comentario de que les pareció, se que no es lo mejor, pero les prometo que tratare de mejorar

I/we  will never change.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora