si no lo admite, no lo admitiré.

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Después de lo sucedido del día anterior, allen sigue siendo la misma, una maldita perra, no tuvimos sexo, ella simplemente se apartó y me dejó con ganas, ahora, la deseo más, de eso estoy seguro.

- mira, estoy más qué segura, no debí dejarme llevar - suspiro agotada y desesperadamente.

- pero lo hiciste - la tomé de la cintura jalandola hacía mi.

- y ..-

- ¿te arrepientes? - pregunté interrumpiendola, pegué nuestras frentes y ella clavó sus hermozos y oscuros ojos intimidandome.

- arrepentirme es, ¿no debí hacerlo? - levantó una ceja, contesté con un ajam - bien, no me arrepiento - junté nuestros labios al terminar de pronunciar y ella me dío un pequeño empujón - no puedo - dío media vuelta, la tomé de la muñeca.

- eres mia y no quiero que seas de nadie más - me clavó nuevamente su mirada.

- yo no soy tuya y no soy de nadie - jaló su mano para zafarse de mi agarre pero no lo logró.

- ¿quieres apostar? - sonreí de lado.

- ¿apostar? o ¿ser cobarde? - tomó su barbilla - bien, apostaremos - al terminar de pronunciar la jalé nuevamente a mi tomandola desesperadamente, ella solo trataba de resistirse pero no duraría mucho así que continúe, la tomé de la nuca besandola a la fuerza, ella debía ser mia, trataba de introducirme mas a ella pero no aceptaba, empezó a dar pequeños golpes y eso me hacía excitar, la tomé de las muñecas haciendo que parará mientras con la misma fuerza la empujé acorralandola contra la pared, no tendría escapatoria, pegué su cabeza al muro para hacer profundo el beso ya qué mis manos aún sujetaban sus muñecas.

no cedé.

seguí besandola, tenía tantas ganas de ella, comenzó a ceder el beso, dejó que mi lengua entrará lo que hizo que hiciera menos preción en su cabeza contra la pared, solté sus muñecas y me rodéo mi cuello, bajé mis manos a sus muslos acariciandolos un poco, fuí al cierre y le quité sus jeans, seguido de eso la subí a mi, me rodéo rapidamente con sus piernas mi cintura, pegué mi erección en su entrepierna, gimió, estar con ella es algo exitante, solo quiero tenerla asi para mi.

ALLEN

pierdo el control con el, mi cabeza da vueltas, no debo ser tan debil pero el simplemente lo logra, desde el primer momento que mire sus ojos grises clavarse en mi sabía que ya le pertenecia, es un maldito mujeriego pero todos buscamos pretextos para no alejarnos de lo que nos daña, sentía como quería introducirse, quería permitirlo, pero simplemente no quería ser una de sus otras putas, me gusta que me deseé tanto, que pierda el control una y otra vez, no es facil parar pero me gusta verlo sufrir.

sabía que no debía continúar aunque esto se estaba llendo de mis manos, sus profundos besos hacían que dejará de razonar, su erección la pegaba en mi entrepierna excitandome, jalé de su cabellera alejando sus labios de mi, esté me vio desconsertado, bajé mis piernas y aún no me soltaba mis caderas.

- ¿qué sucede? - habló agitado aunque desconcertado.

- no soy tuya ni te pertenesco, a ti ni a nadíe - murmuré, tomé mis jeans, al querer ponermelos se acercó en un movimiento rápido para seguir besandome, no debo continúar ya qué perderé el control, yo sabía que quería pertenecerle como el decía pero es algo qué no puedo admitir.

- que no - lo empujé fuerte y traté de salír rápido ya que me gusta hacerlo dramatico.

- admité que eres mia - gritó y sonreí de lado.

- admitelo tú - respodí dando mi cara, estabamos frente a frente.

- no sin antes decirte que ... - no podía creerlo, es algo que no podía salir de sus labios quedandose atorado ahí.

sexo, placer, ¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora