- ¿entonces que haremos? - habló Matt, estabamos en mi departamento y no planeaba hablar de Allen si no quería una apuesta de haber quien se acuesta primero con ella y no esta en mis planes.
- vamos a beber algo - sugerí.
- bien -
Matt se fue en su auto y yo en mi motocicleta. Después de unos kilometros llegamos a nuestro pequeño y visitado lugar, tenemos bastante viniendo así que la mayoría nos conoce, al entrar se encontraba hanna, la barman del lugar.
- hola chicos, que sorpresa verles por aquí de nuevo - habló hanna.
- hola hanna - saludamos - si, es que hemos estado algo ocupados - guiñe el ojo y esta rió.
- ¿qué pedirán? - sonrió.
- lo de siempre hanna, lo de siempre - con la vista comenzamos a ver quienes se encontraban en el lugar, en la esquina visualizamos un par de chicas riendo, Matt y yo volteamos a vernos entre sí. Tomamos nuestras bebidas y fuimos hacia ellas.
***
- ¿nada de compromisos verdad? - habló la rubia.
- nada de compromisos - cerré la puerta con el pie para seguir besándola salvaje mente, quité rápido su pequeño top y continúe besándole el cuello, después de lo que paso con Allen tenía que desahogar me; la deseaba tanto. Imaginé por unos minutos que era ella, Allen, sus pequeños y casi audibles gemidos cada vez qué mordía el labio, besaba su cuello o apretaba los senos de la misteriosa chica. Desesperadamente la tumbe al sofá quitándole la panti, poniéndome la protección rápido para introducir me en ella con mucha fuerza y coraje sin importarme si la lastimaba, quería dejar de pensar en Allen, como sería penetrarla una y otra vez sin parar, cuantas veces quisiera. Introducí mi erección sin suavidad, ella gimió del dolor aunque le gustó; mi movimiento fue más ligero y rápido cada vez, ignoraba el dolor que le causaba a tal chica desconocida.
***
- ¿mmmh? - contesté ronco la llamada.
- ¿podrías hacer un favor? - su voz era tan dulce para despertar una mañana.
- ¿qué sucede? - me senté a la orilla de mi cama.
- es que tomé un autobús equivocado y no sé en donde estoy - sonaba desesperada allen.
- ¿qué hora es? - pregunté mientras tallaba mis ojos.
- las cinco de la tarde - abrí los ojos como plato.
- oh, bien, dime más o menos donde estas o qué se distingue por allí.
***
- enserio, gracias - me abrazó.
- no es nada - le dediqué una sonrisa verdadera.
- si, es bastante, has venido desde tu casa y es una hora y media, no se como pasó, me quedé dormida - hizo una mueca.
- esta bien, no te preocupes, suele pasar - me miro extrañada - si, una vez me sucedió - rió - ¿te llevo a casa?
- es que - Sobo su hombro tímidamente y miré su nerviosismo.
- ¿qué pasa, nena? -
- me he peleado con mi padre y ..- pausó.
- ¿te quieres quedar en mi departamento? - me miró unos segundos.
- se que será incomodo ya que no nos conocemos y es muy ..- la interrumpí.
- no, de eso nada - sonrío y la subí a mi hombro, otra vez.
- esto se te esta haciendo costumbre - rodó los ojos.
***
chicos digan me que piensan, comenten y voten por favor.
gracias.
saludos, dulce.
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sexo, placer, ¿amor?
Romancescott evans, el más codiciado por las chicas en la universidad de londres, busca sexo y placer sin compromisos, hasta la aparición de allen ruther , quien le dará un giro a su vida. esta historia contiene texto explicito.