Una familia para navidad [COMPLETA]

Capítulo #5. Comienzo.

Narra Ana...

Abro mis ojos lentamente al sentir la suave y fría brisa entrar por mi ventana despertándome. Observo la hora en mi reloj de mesa: 7:00 a.m en punto, observo más arriba encontrando mi calendario.

Me levanto de mi cama y lo tomo en manos. Observo el gran círculo rojo que he marcado en el. 1 de diciembre. ¡Ya es navidad!

Sonrió grandemente y entro a mi baño. Cepillo mis dientes, lavo mi cara y me la seco con una toalla rosa.

¡Hoy será un gran día! Sin duda alguna.

Me despojo de mi ropa, me hago una coleta en mi cabello y entro a la ducha. Presiono el botón de agua caliente y al instante sale el chorro de la regadera bañándome por completo.

30 minutos después ya estoy lista.

Cabello suelto, vestido verde con rayas rojas hasta mis rodillas, botas negras con medias del mismo color y largas. Y por último, mi cintillo rojo en mi cabello.

Es época navideña y a pesar de que no ha nevado aún, hace frío. Y bueno no quiero tener gripe, es decir; no quiero estar resfriada.

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras con cuidado. Tampoco quiero resbalarme o que mamá me regañe. Entro a la cocina y me encuentro con Eimy, mi niñera. Pero para mi es más que eso, la considero como mi hermana mayor.

—Hola Ana, ¿Haz dormido bien?—pregunta con una sonrisa grande en su rostro.

Es un amor de persona, siempre está con una sonrisa y aunque todo éste patas arriba o mal, sonríe. Ella dice que hay que ser positivos y que los problemas los enfrentamos con la mejor sonrisa, es la mejor arma para estar bien. Además de que siempre me dice...

Nunca dejes que un problema te quite tú sonrisa, tú paz y tú felicidad; puesto a que éste es solo un momento y pasa para aprender a crecer.

Y pienso que tiene razón. Ella es mi mejor consejera, corrección; es la mejor persona que he conocido.

—Hola Emy, he dormido bien, tanto como un oso polar o un animal invernando—sonreímos—¿Y tú?—pregunto sentándome en la silla del comedor.

Ella toma una bandeja de comida y la pone en la mesa, se sienta a mi frente y sonríe.

—Bien cariño, yo diría que dormí como la princesa aurora.—sonríe.

—¡Oh si!—exclamo alegre—¿No se oían tus ronquidos cielo?—pregunto mirándola.

—Carcajea—no, bueno creo que no pequeña.—contesta pasándome mi desayuno.

Sonrió en respuesta y empiezo a comer mi cereal. Está muy bueno, siempre me ha gustado el cereal de chocolate con leche, es una buena combinación.

—Oye Emy...—digo alargando su nombre—¿Y mamá?—pregunto mirándola.

—Tuvo que ir al trabajo, al parecer tenía una cita con una señora urgente.—contesta mirándome.

—Claro.—digo desanimada bajando la mirada.

Termino mi cereal y salgo triste de la cocina, pensé que mamá y yo haríamos algo juntas hoy.

Ver películas, leer un cuento o hacer chocolate caliente. Eso seria algo bonito entre las 2.