Una familia para navidad [COMPLETA]

Capítulo #8: Un árbol de navidad.

Narra Ana...

Había pasado varias semanas hasta detenerse en sábado 18 de diciembre. Mamá todavía no a puesto la decoración navideña en casa, es más... Ni a comprado el árbol de navidad, dando una especie de malas vibras a la casa. ¿Pueden creerlo? Pues yo no.

Pero hoy cambiaré eso, ¿Cómo lo haré?

Bien. Estos últimos días Bley a venido a visitarnos. Su presencia alegra esos días que parecen oscuros o falta de espíritu navideño, pero ese no es el caso o en éste caso: el plan.

Les explicó...

He quedado con Bley para ir al centro comercial sin que mamá se de cuenta, ya que si se entera me regaña.

Ella piensa que odio la navidad o simplemente... No me gusta, pero es todo lo contrario. Me hace mucha ilusión ver un árbol decorado y con muchas luces. Es algo mágico, hermoso y digno de apreciar.

También ya tengo mi segundo cómplice en esto, quién es: Eimy, ella me ayudará. Ella es quien se quedará conmigo el día de hoy, por que a mamá le ha surgido un caso. Eso de ser abogada es difícil.

El plan consiste en decorar la casa para que la alegría navideña vuelva a ella. Así que... ¡Manos a la obra!

Salgo de mi cuarto ya vestida y con mi bolso blanco en manos. Bajo las escaleras con cuidado y al terminar de bajarlas observo a Eimy quien esta muy entretenida hablando con Bley.

Si no pensará que Bley es como un padre para mi y lo apreciará tanto, quizás podría reunirlo en una cita secreta con Eimy. Se ven muy lindos juntos, pero en el amor no puedo interferir ya que es sólo algo mágico que llega al ser humano.

Es como dice mamá...

El amor es algo que llega sin buscarlo, algo fuerte que te golpea y te hace soñar.

Bueno, eso es lo que me a dicho mamá y es un lindo consejo.

—Que linda estas pequeña.—dice Eimy acercándose a mi.

—Gracias Emy.—digo sonriendo.

—Estas preciosa pequeña, eres igual a tú madre...—dice Bley sonriéndome.

—Gracias compañero.—río por lo último y ellos también.

—Bien, ya todo está listo.—dice Bley abriendo la puerta.

—Así es ¡Manos a la obra!—exclamo abrazando a Eimy.

—Suerte.—susurra en mi oído.

—Gracias.—repito su acción. Me separo de ella y tomo la mano de Bley. Juntos salimos de la casa saludando a Eimy con las manos.

*****

No tardamos tanto en llegar al centro comercial gracias al ligero tránsito que había en las calles. Puedo decir que a comparación de la primera semana, ahora las personas estan más alegres, con más espíritu navideño y más fe. Eso y más, hace esta época tan mágica.

Aunque bueno, no todos estan así. Personalmente considero que la navidad es la mejor época de todas, por su amor, su paz y su magia. Para muchos es así (Y me incluyo), aunque para otros no tanto.

Siempre habrán personas que no sentirán nada por la navidad e inclusive que pensarán que solo es una festividad más y eso, es lo más triste de todo.

Mamá es un claro ejemplo de ello. Pero no por mucho, púes volveré a regalarle la alegría navideña y haré que crea nuevamente en la navidad...

******

Subimos al ascensor y Bley marca el botón del piso 3, le sonrió arreglando mi pequeña cartera. Esta sera una gran misión y espero cumplirla.

Después de varios minutos salimos del ascensor. Me quedo impresionada al mirar todas las personas que se encuentran en este lugar, algunas sonríen tomando esferas navideñas mientras que otras caminan apresuradas por el lugar.

Bley toma mi mano y entramos en la primera parada o como yo lo digo: Misión. Estamos en el pasillo número 2 y tomamos varias esferas navideñas, servirán para decorar el árbol. Después de tomar las suficientes salimos del pasillo y nos topamos con un señor sentado en su sillón rojo. Al parecer es santa clous.

Nos acercamos a una pequeña fila de niños y Bley me dice que si quiero ir. Dudo por un minuto su pregunta púes seguro es otro santa clous y no es real. Después de pensarlo bien asiento con mi cabeza. ¿Que perdería con hablar con él?

Al llegar mi turno me sienta en su regazo, se parece mucho al santa real, púes recibe con mucho amor a los niños y de una forma cálida.

—Hola pequeña—sonríe—¿Que quieres para esta navidad?—pregunta acariciando mi mejilla.

Río un poco. Me causa muchas cosquillas.

—Bueno, seguro eres un hombre con solo un disfraz, así que una muñeca estaría bien.—contesto sonriendo.

—No solo soy un hombre con disfraz, soy el verdadero santa clous. ¿Cómo puedo hacer para que creas en mi? ¿Tienes un deseo especial que pedirme?—pregunta acomodándose sus lentes.

—Si, pero es muy grande, seguro no lo puedes hacer.—contesto seriamente.

—Veré que puedo hacer con el—sonríe—¿Que es lo que verdaderamente quieres para esta navidad pequeña?—pregunta mirándome.

Le susurro en su oído lo que deseo y luego me aparto de él sonriendo. Él se queda unos minutos observándome al parecer esta sorprendido.

—Si no puedes hacerlo esta bien, te entiendo, se que es algo muy grande e imposible.—digo sincera.

—Nada en la vida es imposible pequeña, si crees en que eso puede pasar, pasará, solo dame un poco de tiempo.—dice tocando la pinta de mi nariz.

—Esta bien, gracias santa.—digo abrazándolo.

—De nada pequeña, ya lo verás cumplido...—susurra en mi oído.

Me aparto de él y me bajo de su regazo. Vuelvo con Bley y veo como mamá se acerca enojada a nosotros.

—Eres un sinvergüenza, ¿Por qué traiste a mi hija aquí? ¿Acaso no te dije que no me gustan estás cosas?—pregunta tomando mi mano.

—Si pero yo...—lo interrumpe.

—Tú nada, eres de lo peor. No vuelvas a hablarme, no vuelvas a acercarte a nosotras. Eres un idiota.—dice mirándolo mal.

Caminamos lejos de Bley y lo observo con la mirada triste. Veo a santa clous y este me mira igual y me guiña un ojo. ¿Que significará?

Entramos al ascensor y los pierdo de vista.

Esta misión se a cancelado al parecer...