Mamy's Boyfriend (otayuri)

El Nuevo Novio

— Yuri, él es Otabek Altin... En realidad espero que puedan llevarse bien. —Mi madre alterna la mirada entre el moreno y yo. A simple vista parece un tipejo aburrido, joven y de traje. De esos hijitos mimados que siempre lo tienen todo por nada.

— ¿No es muy joven para ti, vieja? —Mi tono hace que se enfade, y me hace gracia, al menos cuando frunce el ceño se ve de treinta y no parece mi hermana mayor, pero pronto vuelve a su sonrisa angelical tan fingida frente al tipo que aún guarda silencio.

— Es porque tiene veintiocho nada más... Pero no le importa que nos llevemos por siete años porque es un caballero y es muy dulce —Informó orgullosa rodeando uno de sus brazos como si fuesen una feliz pareja. Como si me importara.

Es una presumida y de paso una hipócrita. Todo este teatro de salir con su jefe lo hace exclusivamente porque nos van a echar de casa. Las salidas con sus amigas agotaron los ingresos por cuarto mes consecutivo y el casero ya no quiso recibir sexo como pago.

Ahí es donde aparece el señor maravilla con su lujoso departamento. Es un idiota más que cae en las redes de Milenka, la odiosa y zorra mujer de treinta y cinco años que me dio a luz.

No es que no sea agradecido, pero es que en serio es una zorra. Se acuesta con todo el mundo y no sólo por placer, sino que siempre busca beneficios, como con el idiota que ahora me está hablando. Seguramente cuando nos echen de aquí no tardará en abrirle las piernas a cambio de asilo temporal.

— Yuratchka, el señor Altin te hizo una pregunta, contéstale. —Exigió mi maravillosa madre con esa sonrisa de maniática que pone cada vez que la saco de quicio.

— No lo escuché, no le estaba poniendo atención. —Pude ver el momento exacto en el que la vena de su frente, esa que se esfuerza tanto por tapar con su fleco, se marcó.

Sonreí.

— Te pregunté qué edad tienes —Guau, se intenta hacer el rudo y todo, pero con esa voz de ultratumba y esa cara de nada parece más un zombie.

— Diecisiete. ¿Es todo? ¿Puedo irme ya?

— Yuri... —Oír la voz de advertencia de la vieja me hace querer reír. Como si yo la fuese a tomar en cuenta sólo por eso.

— Tengo que irme ya, quedé de juntarme con Minami para terminar el proyecto de química, y si no lo hago con él bajarán mis notas. ¿No es eso lo que más importa, mamá? —Esa simple palabra la irrita, pero tiene que mantener su imagen frente a su futuro banco andante.

— Es cierto... No vuelvas muy tarde y avísame cualquier cosa ¿Si? —Su voz intentando ser dulce me da nauseas.

Sólo asentí y me fui haciendo una seña, rogándole a Putin que no tengan sexo en la sala de estar. Tengo una maratón de Death Note que me espera hoy antes de ver la "super" película donde cambiaron a mi precioso Light por un marica.