Mío

1.3K 104 23
                                    

- ¿Estás seguro que prefieres quedarte con Yuri?

Por lo que lograba escuchar detrás de la puerta, Milenka ya había desistido de esas estúpidas vacaciones en familia, y Otabek estaba consiguiendo algo maravilloso. Dos semanas a solas en el penthouse.

- Por supuesto amor... Creo que servirá para que se relaje ya que quiere empezar clases de ballet, además tú también necesitas un descanso...

Debo confesar que ya de por sí soy muy celoso, pero este hombre está sobre pasando mis límites, en serio. No es normal que quiera romper la puerta sólo porque le habla tan dulce a ella ¿Verdad?

- Supongo entonces que me iré con mis amigas a disfrutar otras dos semanas -Finalmente cedió...-, espero que esto le sirva a Yuri.

Oh querida madre, no sabes cuánto me va a servir.

- Estoy seguro de que le encantará la idea

Casi escupo un pulmón cuando lo escuché. Realmente su cara de nada sirve para ocultar demasiadas cosas, yo no podría decirle eso sin partirme de risa en su cara.

Iba a seguir desvariando sobre cómo sería si yo estuviera hablando con mi madre, pero entonces oí pasos y tuve que meterme con prisa al baño para que no supieran que estuve espiando. Oí cuando fueron a mi cuarto a buscarme y al no encontrar a nadie me llamaron.

- ¡Yuri! ¿Donde estás?

Le respondí que estaba en el baño, y luego de un suspiro pude escuchar su "cuando salgas ven al comedor, tenemos que hablar"... Y juro que fue primera vez en mi vida que disfrute tanto esa frase...

 Y juro que fue primera vez en mi vida que disfrute tanto esa frase

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Había pasado un día completo y Otabek ni un beso me daba. ¿Acaso se había arrepentido el muy bastardo? Pues no iba a ser tan fácil.

Me puse las calzas más apretadas de mama al igual que una musculosa y me dirigí al pequeño gimnasio que había en casa, donde se encontraba el objetivo, haciendo pesas seguramente.

Entré con naturalidad y lo ignoré olímpicamente aún si sentía su mirada sobre mi (o más bien sobre mi trasero) a cada paso que daba.

Comencé estiramientos básicos, aprovechando de soltar pequeños jadeos que seguro no pasaban desapercibidos para Otabek, quién estaba cada vez más concentrado en mi. Aprovechando esto último me apoye en una máquina e hice un Split en vertical perfecto ganando un pequeño suspiro, y luego solo un segundo bastó para sentirlo en mi espalda una vez que bajé la pierna.

- ¿Que pretendes bebé? ¿Volverme aún más loco? -Su voz... Su puta voz grave y forzada cerca de mi oído, mientras sus labios rozaban ligeramente mi cuello, era mi perdición.

- Sólo estaba estirando... -Me "defendí" girando mi rostro para poder sentir más esa jodida boca que me estaba volviendo loco.

- Entonces tal vez piense seriamente en que no vayas a esa escuela de ballet, no quiero que nadie más vea lo que es mío... -Al segundo de decir eso su mano apretó mi trasero y comenzó a masajearlo con algo de fuerza, arrancándome un gemido involuntario.

- M-Muerdeme... ¿Si?... -Apenas razoné lo que dije antes de sentir sus dientes enterrandose en mi cuello con tortuosa lentitud, y de ahí en adelante nada tuvo sentido.

Sentí como su boca buscó la mía, como sus manos me desnudaban y me tocaban, como me había puesto sobre una de las máquinas y se bajaba el pantalón para dejar libre su grande y caliente miembro, que comenzó a frotar en mi.

Y yo... Yo lo único que podía pensar era que me mordiera, una y otra vez. Lo abrace y lo arañe con fuerza, enredando mis piernas en su cadera para apegarlo más, sintiendome cada vez más ansioso y desesperado.

- Otabek... Hazme tuyo... -Nisiquiera entiendo porque lo pedí, si ya habíamos tenido sexo varias veces, pero necesitaba sentirlo mío, sólo mío. Saber que era el único que le provocaba esa calentura, esa hambre voraz que solo podía saciar con mi cuerpo. Necesitaba sentirme totalmente suyo.

Me tomó en brazos y me llevo a mi cuarto, me dejó en la cama con cuidado antes de quitarse de encima, dejándome un dulce beso en los labios antes de murmurar un "ya vuelvo" y salir corriendo.

Quedé incapaz de pensar unos segundos, sólo teniendo en mente ese beso que apenas había sido un roce muy muy suave, pero que me produjo un calor sofocante.

Volvió a los segundos, se colocó un preservativo antes de abrir mis piernas y comenzar a entrar en mi, y aunque antes había jugado un poco con la punta de sus dedos en ese toqueteo sobre la máquina de ejercicio, seguía muy estrecho.

- ¡Oye duele! -Mi reclamo se oyó casi como una rabieta, una que el moreno se encargó de calmar con dulces mimos, murmurando disculpas con cada beso que dejaba en mi piel, mientras sus dedos mágicos hacían lo suyo, arrancándome suspiros que poco a poco se fueron transformando en jadeos y suspiros, hasta llegar a un punto en el que le rogaba que entrara, que lo necesitaba...

- ¡Por favor! ¡Daddy más...!

Tire mi cabeza hacia atrás soltando un fuerte gritó de placer cuando por fin puso entrar, ahora sin problemas, con fuerza en mi interior, comenzando un lento pero fuerte vaivén, entrando y saliendo de mi mientras yo me encontraba en el éxtasis, jalando su cabello y demandando su boca, su lengua, su respiración, sus gemidos, todo... Todo debía ser sólo para mí.

- Eres mío... Tú también eres mío ¿Cierto Beka?

La pregunta salió casi como una súplica, soltando ese apodo que todavía no le había mencionado.

En respuesta solo recibí un asentimiento, y luego sentí su cadera moverse más rápido, su mano comenzando a masturbarme y sus labios robando toda mi atención.

A los segundos acabó dentro, mordiendo mi cuello otra vez, pero ahora con mucha más fuerza, repitiendo, en mi opinión muy dulcemente, un "soy tuyo... Soy tuyo Yura..."

Podría decir que fue su voz grave y rasposa la que me hizo acabar, o sus caderas que siguieron moviéndose hasta que por fin terminé... Pero estaría mintiendo.

La única razón por la que me había sentido tan pleno fue por él, por sus palabras, por aceptar que así como yo soy suyo, él es mío. Porque por primera vez en mucho tiempo necesitaba que fuese sólo mío...

Definitivamente sólo Otabek Altin era capaz de eso, y sólo él sería capaz de saciar mi hambre desde ahora.

Definitivamente sólo Otabek Altin era capaz de eso, y sólo él sería capaz de saciar mi hambre desde ahora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

°°°°°

No había actualizado, lo sé, lo siento,  universidad me tiene colapsada y aunque tenía el tiempo tenía cero ganas de escribir. Sólo unos comentarios y votos que me llegaron hace poco me dieron ánimos para continuar la historia.

Y aunque el capítulo está sin revisar y probablemente tenga faltas porque lo escribí con mi celular, espero de corazón que les haya gustado. Me cuesta bastante escribir este tipo de narraciones, sobre todo en primera persona, pero si les gustó lo vale.

Gracias por la paciencia 💕

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 14, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mamy's Boyfriend (otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora