No Es Mi Padre

1K 101 33
                                    

Otabek se puede ir a la mismísima mierda, en serio.

Me besa, me toca, me carga hasta su cuarto y me pone caliente para al último segundo decir no puedo hacerlo...

No sé cómo me he aguantado estos días sin golpearle la cara, y para peor mañana vuelve mi madre, por lo que tendré que fingir el papel de familia feliz cuando lo único que quiero es golpearlo... O follar con él, aún no me decido ¿Bien?

— ¿Que? —Mi voz cargada de odio salió por incercia cuándo el idiota tocó la puerta de mi cuarto, ahora totalmente reformado con una enorme televisión en un mueble que ocupaba toda la pared, con libros, juegos y figuras de acción, sobre una alfombra enorme y dos puff de pera, con una mesita en medio.

— Yuri ¿Puedo pasar? —Su voz podría decir que hasta me irritaba, pero a la vez me encantaba ¿Estúpido no?

— Pasa... —Mascullé molesto, pausando mi juego justo cuando entró. Se veía angustiado y arrepentido como todos estos días, sin ganas de nada—. ¿Que quieres?

— Yo... Venía a hablar sobre nosotros... Y sobre qué haremos cuando vuelva Milenka...

Tengo que admitir que sí estaba preocupado por eso, pues aunque yo quería hacer como que nada pasó tal vez Otabek quería otra cosa. No quería ni pensar en la posibilidad de que terminara con mi mamá.

— Pues... ¿Que quieres hacer? —Pregunté luego de un largo silencio incomodo, levantándome del puff verde en el que estaba sentado para acercarme un poco.

— No lo sé... Ya no sé que siento si te soy sincero, pero no quiero dejarla así como así cuando no se lo merece en absoluto —Vi como se arreglaba su cabello como cada vez que estaba nervioso, suspirando algo cansado.

— Entonces, tal vez sería mejor fingir que nada pasó hasta que estés seguro de lo que quieres —No puedo mentir, me puse bastante celoso al pensar que Milenka sí podía tenerlo sin ningún problema y yo no, pero no habia mucho que hacer.

— ¿Eso no te molesta? No quiero hacer algo que te hará sentir incómodo —Alguien detenga a este hombre perfecto, por favor.

— Tranquilo, a mí no me importa para nada —Podría jurar que se entristeció más, pero tampoco voy a tirarme flores—, sólo haz lo que consideres mejor Otabek.

Sonreí, o al menos lo intenté. Prefiero que absolutamente todo lo que pasó se quede enterrado en el pasado y podamos seguir como estábamos antes, eso si logro controlar las erecciones que tengo cada vez que lo veo luego de hacer ejercicio o sin camisa...

 Prefiero que absolutamente todo lo que pasó se quede enterrado en el pasado y podamos seguir como estábamos antes, eso si logro controlar las erecciones que tengo cada vez que lo veo luego de hacer ejercicio o sin camisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— ¡¡Fue increíble!! ¡En serio! Incluso me encontré con una antigua amiga mía que tiene una hija, y adivina Yuri, tiene tu edad. Se llama Mila Bavicheba, muy buena familia y buen partido, completamente tu tipo —Milenka sólo hablaba y hablaba en la cena, se callaba solo para comer y beber un poco y luego seguía contándonos lo increíble que fue su viaje—... Y entonces ¡Se me ocurrió que podríamos ir a Disney!

Esa frase me despertó un poco de mis pensamientos. La miré como preguntándole si era un chiste, pero antes de poder soltar algún comentario desagradable Altin la secundó.

— Es una gran idea, seguro que podremos disfrutar mucho de sus parques temáticos —Su sonrisa forzada me hacía gracia, sobre todo porque Milenka no se daba cuenta por seguir hablando.

— Entonces está decidido ¡Iremos a Disney!

— ¡Alto! Yo no quiero ir —Por fin logré decir algo cuando bebió un poco de jugo, consiguiendo que me mirara pasmada.

— ¿Por qué no Yuri? Será una linda experiencia familiar.

— Porque no quiero pasar mis vacaciones rodeado de niños... y sobre todo porque ese hombre no es mi padre.

Otabek me miró frunciendo ligeramente el ceño, pero está vez su voz severa no fue la que me regaño, sino que fue la de mi madre.

— Yuri Plisetsky, ese hombre te ha dado más de lo que incluso yo he podido darte, merece respeto y que lo trates como tal ¿Entiendes?

— Milenka, no hace falta... —El imbécil iba a hablar pero como los modales me valen una mierda lo interrumpí.

— ¿Y que esperas? ¿Que le diga papi? ¡Soy practicante adulto y él no es mi padre!

— ¡Es mucho más de lo que fue tu verdadero padre! —Su golpe en la mesa hizo que pegara un salto. Por lo general cuando se enfadaba se ponía histérica pero ahora estaba completamente seria, por lo que me asustaba mucho más.

— ¡Bien! ¡Le diré papi entonces! ¡¡Y me sentaré en sus piernas para que me lea un cuento!! —Me chocó un poco que mencionara a mi verdadero padre, ya saben, el que puso la semilla y nada más, pero me chocó más notar como Otabek se ponía algo rojo.

No me digas que eso le excita...

— Cariño, no hace falta que te pongas así... Yo entiendo —Se levantó de la mesa y tomó a Milenka por los hombros—, Tranquila yo me encargo, tú ve a ducharte que debes estar agotada.

Mi mamá suspiró y le sonrió suavemente, dejando un beso en su mejilla. Asco.

— Gracias por ayudarme amor... Te espero en el cuarto —Dicho esto se levantó y se fue, dejándonos en un largo silencio que fue interrumpido sólo cuando se oyó el agua de la regadera.

— ¿Que es lo que te molesta del viaje? Tal vez podamos cambiarlo... Ver otras opciones y convencer a tu madre de una mejor forma —Sonreí levantándome de mi asiento para acercarme lentamente a él, notando como se ponía nervioso.

Quisiera detenerme pero ya es imposible.

— Me molesta que papi no me ayude... Y que me regañe... —Bingo. Verlo tan nervioso me está poniendo, y mucho.

— Yuri alto, esto no es...

— Papi perdón, yo no quise ser tan malo... No me castigues... —Hacía oídos sordos a sus palabras, rodeando su cuello con mis brazos y sentándome en la mesa, guiando sus manos a mi cintura y un poco más abajo.

— Yuri esto no está bien, Milenka va a salir y...

— Milenka no tiene que saberlo —Mis labios estaban tan cerca de los suyos que a cada palabra se rozaban, y sentía su aliento caliente chocando contra el mío... Aunque no era lo único que sentía.

— No quiero hacer esto... No está bien, ya basta... —Sus súplicas eran bastante convincentes, pero sus jodidas manos mágicas ya estaban tocando mi trasero y mis piernas, dejando clara su mentira.

— Si quieres... Sé que quieres Daddy...

— Yuri, no...

— Nadie tiene que saberlo... —Moría por besarlo, pero tengo que hacer bien las cosas está vez. Tengo que hacerlo caer por completo—. Por favor Daddy... He sido un niño muy muy malo, castigame...

Pareció pensárselo un poco sin concretar el beso y deteniendo el movimiento de sus manos.

No pude contener una sonrisa cuando sus manos apretaron mi trasero con fuerza, alzandome un poco de la mesa y presionando mi cuerpo contra su dura erección.

— No quiero que estés con nadie más... Sobre todo con Minami ¿Oíste? Eres mío, sólo mío —Asentí rápido y obediente, ansioso por más, recibiendo mi premio de inmediato cuando por fin me besó demandante, apegandome a su cuerpo mientras me cargaba hasta mi cuarto, cerrando la puerta tras nosotros para ponerme contra ella con algo de violencia.

— Otabek... Mierda, no sabes cuánto me toqué pensando en esto —Sonreí internamente al notar como se ponía más ansioso ante mis palabras, tocando mi cuerpo sin cuidado.

No sé si está era una buena decisión, o si me traería problemas a futuro... Pero mierda, estoy seguro de que lo único que quiero en este momento es que este tipo me folle contra lo que sea.



Mamy's Boyfriend (otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora