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             • Mi nombre es Jos.

Pasaron al rededor de 15 minutos y el castaño había llegado a su destino: su trabajo en aquella cafetería antes de ir a la escuela.

El autobús paró, y Alonso bajó, seguido del ojimiel.
¡Demonios! En verdad parecía como si el más alto lo siguiera, y no esperaba que entrara al mismo establecimiento, haciendo más sorpresivo su primer encuentro.

El ojiazul se alistó para comenzar su turno de trabajo, y mientras tanto un pelinegro de lindo ojos tomó asiento en la solitaria cafetería.
Alonso salió, y se puso detrás de la caja esperando a algún cliente.

- Hey, Alon, ¿ese chico viene contigo? - preguntó Clarisa, una castaña compañera de trabajo del pecoso, mirando al chico pelinegro, quien estaba sentado en unos pequeños sofás revisando su celular.

- No, y no tengo idea de quién es - negó y se alejó de la fastidiosa chica, quien se encogió de hombros y evitó volver a tocar el tema.

Después de un rato de que el ojimiel estuviera en el lugar se levantó de su asiento y fue hasta la caja.
Revisó que un lindo ojiazul no estuviera por ahí y dejó un papel con algo escrito, para luego salir.

Alonso salió, encontrando la nota. La tomó y la leyó algo confuso.

"Mi nombre es Jos".

¿por qué juegas, Canela? - j.v.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora