Las horas pasaban, ya eran las doce y punto de la noche y toda la gente de mi alrededor se iba una por una, el jefe me había dejado bastante trabajo así que no tengo idea de cuánto tiempo deba quedarme
Las luces se apagaban por completo dejando algunas encendidas más la luz de mi computador, supongo que no queda nadie más en el edificio.
Marqué al número de comidas rápidas y pedí una pizza para pasar la noche, mi estómago prácticamente me hablaba y me suplicaba comida. Así que decidí ir hasta abajo y esperar al delivery
baje y Rosse aún estaba en recepción pero se notaba que ya se iba porque empezo a acomodar sus cosas.
—¿Ya te vas? —note como se asustó ya que yo salí de la nada —Lo siento no quise asustarte.
—No es nada querida, si ya me voy dentro de un rato viene el de seguridad.
—Ok, que tengas una bonita noche Rosse.
—Igualmente querida, nos vemos mañana.
Me quedé sentada en el piso esperando impacientemente la comida, decidí traer la laptop y poder terminar el trabajo mientras esperaba la comida
Luego de media hora el delivery se digno a venir, en todo el tiempo que tardó pude terminar el trabajo. Mis ojos no daban más y mi estómago se estaba muriendo
—Se supone que es pedido rápido —empecé a hablarle furiosa mientras el chico me entregaba la caja de pizza asustado —Se supone que vienen en tiempo perfecto, media hora te estuve esperándote maldito.
—Lo siento señorita, teníamos más pedidos.
—Es lo peor que le podés responder a una clienta, les llamo casi siempre debería ser yo la favorita de ustedes.
—Yo... lo siento acá tiene su comida, puedo descontarle algo por la tardanza.
—No, cállate, quédate con el cambio.
El chico se fue asustado dejándome con la comida en la mano, decidí subir para comer arriba o en algún otro lugar. Pasando por el cuarto de archivos donde trabaja Harry noté la luz encendida así que decidí ver si había alguien
Y si había alguien, Harry estaba sentado en el piso con miles de carpetas a su costado y podría jurar que se sentía olor a humo, estoy segura que era su cabeza que en algún momento iba a explotar.
—¿Necesitas ayuda? —se paró rápido y algo asustado, mientras me miraba con confusión.
—¿Qué haces aquí? —se notaba algo estresado y enojado, debería huir antes de que se enoje más y me mate.
—Tuve trabajo hasta tarde ¿tu qué haces aquí?.
—Christian me pidió que me quedara para acomodar algunas carpetas... pero al sacarlas de el lugar se me mezclaron y... ¡Dios me van a despedir! —su voz sonaba acelerada y mientras me hablaba tironeaba de su cabello.
—Tranquilo no te alteres más de lo que estás, te ayudaré —coloque la caja de pizza en una mesa y fuí hasta donde estaba él —bien... veamos que tenemos aquí.
Se sentó junto a mí en el suelo y empezamos a intentar acomodar las carpetas.
***
Paso un largo rato, creo que estuvimos al rededor de una hora pero pudimos ganarle a esas carpetas. Luego de un largo trabajo estábamos comiendo pizza sentados en el suelo
—Eres mi ángel —me dijo mientras aún tenía comida en la boca.
—Lo se, soy el ángel de todos.
—Encerio gracias, creo que si no hubieras llegado me hubiese matando.
—Creo... que esté trabajo tiene alguna maldición, espero realmente dures más que lo anteriores.
—Yo también espero lo mismo.
—Bien Harry... háblame de tu vida, es aburrido estar sentados y mirarnos la cara como dos idiotas.
—Bueno... ¿qué quieres saber?.
—No lo sé, lo que sea, háblame un poco de ti.
—Bueno... tengo veintitrés años y no logré hacer mucho luego del colegio, mi sueño frustrado siempre va hacer el poder tener una banda y cantar... pero fue solo un sueño del momento, como verás me encuentro acá.
—Interesante... eres joven al igual que yo, creo que aún estás a tiempo de poder cumplir tus sueños... además eres guapo estoy segura que le gustarías a cualquier adolescente.
Volteo a verme y me dedicó una sonrisa.
—¿Crees que soy guapo?.
—Claro, no está mal que lo diga ¿o si?.
—No, creo que tú también eres hermosa.
—Lo sé, gracias.Ambos empezamos a reírnos, puedo asegurar que el sonido de su risa en el silencio era bastante divertida, de aquellas que contagiaban incluso.
—Deberíamos irnos —dejó la caja de pizza aún costado, mientras se levantaba y me ayudaba a pararme.
—Si, eso creo.
—Oh... espera, tú no me has contado nada sobre tu vida, estoy seguro que algún sueño frustrado debes tener.
—Bueno... Tengo veinticuatro solamente un años más que tú, tampoco logré mucho al terminar la escuela, creí que si me tomaba tiempo para pensar podría encontrarme a mí misma pero pasaron los años y como me verás... también me encuentro acá.
—¿No hay nada de lo que te interese?... no se, ser modelo, chef o astronauta, vamos algo de lo que creas que es imposible. No soy el único loco con sueños.
—Bueno... si hay algo, me gusta escribir, imaginar cosas en mi mente, me gusta componer canciones que se que quizás nunca llegaría a cantarlas ya que sueno al igual que una gallina, pero son cosas que también las dejo a un costado, ya sabes es algo difícil.
—Creo que no suena tan imposible como lo mío, ambos deberíamos intentarlo algún día.
—Si... algún día.
Salimos del lugar, ambos nos tomamos un taxi por separado yendo cada uno a su casa. Me hubiese ido caminado pero ya había oscurecido demaciado y hacía frío.
Llegué a mi casa me quite el sostén, uno de los mayores placeres de la vida, tire mis zapatillas hacía cualquier lado y me deje caer en la cama.
Había sido un día bastante largo y agotador, en mi mente pasaban millones de cosas pero sobre todo Harry, se encontraba en mi menteNo tengo idea del porque pero él me da curiosidad, toda su persona me da curiosidad
No sé que demonios me atrae, quizás el hecho de que lo veo bastante bonito o no lo sé pero... Simplemente hay algo.
ESTÁS LEYENDO
Cada año [Completa•]
RomanceLa vida de Harmony tiene cambios a cada rato, cambios que ella cree que son una caca Pero llega Harry para proponerle una apuesta que quizás sea uno de los mejores cambios en su vida Dos personas que se proponen destruir un clásico cliché entre el...