Código Lyoko (Lyoko #2)

Capitulo Especial Yurich.

NOCHE BUENA ~Ulrich&Yumi~

Narra Yumi.
Despertarse al lado de la persona que quieres, después de pasar una de las mejores noches de tu vida, es una sensación muy placentera.

Estaba en su habitación, cuál no dormió aquella noche Odd, y mis padres no pasaban la noche en casa y mi hermano Hiroki se iba a dormir a casa de un amigo suyo, cosa que agradecí porque si no, no hubiera pasado esta noche tan perfecta.

Ulrich estaba a mi lado dormido, con cara de ángel. Su pecho estaba desnudo, la manta solo le tapaba la parte de abajo y eso lo agradecí también.

Sí puede que la noche anterior yo hubiera tenido el valor para dar el gran paso, y sí, puede que haya perdido la virginidad con Ulrich, y si vale, puede que también lo haya visto desnudo igual que él a mi.

Pero sería un poquito incómodo ver nada más despertar su... Cosa.

Y lo admitiré.

Estaba dolorida.

Era una sensación persistente, como un pinchazo.

Y todas las veces que escuche a otras chicas decir que no era "Absolutamente nada doloroso", pues ahora podría rebatirlas, y decirles que son unas mentirosas y que dolía como mil demonios.

Pero supongo que esas chicas tenian las piernas tan abiertas, que incluso podías meterle un camión por ahí, y ellas ni se moverian.

Y yo no he dicho eso.

Me dolia tanto, que incluso estaba de mal humor.

Ulrich se movió a mi lado, poniendo su brazo en mi cintura y bostezando.

-¿Estás despierta? -Preguntó con voz grave.

Moví la cabeza y le miré.

-Sí.

-Pues duérmete.

Levanté una ceja.

Me incliné un poco hacia el reloj de su mesita.

-Son las doce Ulrich, creo que ya es hora de levantarse y de que te prepares para pasar estas vacaciones con tus padres.

Ulrich me agarró mas fuerte. -Yumi, duerme, aún falta para que lleguen las 6 o 7 de la tarde, que es la hora que vienen a recogerme.

Bufé. -Estoy sudada, me noto rara y quiero ir a ducharme. -Contesté.

Ulrich se rió.

-¿De que te ries? -Pregunté de mala gana.

-¿Tanto te duele? -Cuestionó mientras abría su ojo derecho y formaba una sonrisa mirandome.

Tragué saliva. -¿Como sabes si quiera que me duele?

Volvió a cerrar los ojos, quitando el brazo de mi cintura y subiendose la manta hasta los hombros, acurrucándose.

-Yumi, digamos que no se te da muy bien mentir. -Suspiró. -Por no hablar de tus quejidos de anoche.

-Yo no me quejé en ningún momento. -Cruzé mis brazos rodando los ojos molesta y el lo pudo notar por mi tono.

También noté que mis mejillas se acaloraban de la verguenza.

Ulrich se volvió a reír y algo molesta me levanté de la cama.

Cuando me puse de pie fué la gota que colmo el vaso, el dolor era insoportable.

Y ahora creo que sabría como describirlo, era como el dolor de unas agujetas.

Solo esperaba que se pasase pronto.