La Promesa

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Capítulo 25: El Poder de un Juramento

Royal Woods, Michigan, Junio de 2019.

Ya era de mañana cuando Clyde y las hermanas Loud, quienes se habían arrastrado a la libertad por un río de más de quinientos metros de asquerosidades que uno no querría ni imaginarse, por fin salieron por un desagüe que desembocaba en un río a las afueras del pueblo.

–¡Lo logramos! –exclamó triunfante Lana al ser la primera en salir a zambullirse en el agua fresca y cristalina.

–¡Si! –la siguieron de inmediato Luan y Lola.

–¡Lo conseguimos! –gritó eufórica Luna yendo tras ellas.

–¡Bala de cañón! –se lanzó Leni, seguida por Lisa y Clyde quien cargó a Lucy para lanzarse con ella también.

–Vamos Lily –salió por ultimo Lori con la bebé en brazos a caer en medio de sus hermanas y su buen amigo, que no daban cabida a otra reacción más que reír alegres de haber salido victoriosos mientras se lavaban toda la porquería de las cloacas que traían encima. Aparentemente, sin entender de que se trataba todo eso, Lily rió igual y se puso a chapotear juguetona en el agua, al tiempo que el sol se levantaba limpiamente por el horizonte.

–Totuga –balbuceó de pronto y señaló a algo que le pareció ver nadando en el fondo del río; y fue entonces que, al verla ahí, nuevamente a salvo junto a todos ellos, Luna (como si alguien más que el resto no pudiesen ver u oír le acabara de susurrar algo al oído) se acordó de que aun le faltaba asegurarse de algo muy importante.

–¡Sam! –exclamó súbitamente con justificada preocupación, por lo que nadó presurosamente hasta la orilla.

Al poco rato escaló el terraplén y echó a correr por la carretera rumbo a la casa de su ex novia, con sus hermanas y Clyde tratando de seguirle el paso eventualmente, y en menos de diez minutos llegó a donde necesitaba llegar, y lo primero que vio fue un disturbio que involucraba a dos patrullas y una ambulancia aparcadas afuera de la residencia de los Sharp.

≪¡No, no, no...!≫, se dijo varias veces angustiada tratando de no pensar en lo peor. Alrededor del jardín habían puesto una cinta policiaca y por la puerta de en frente vio salir a un oficial con un revolver envuelto en una bolsa para evidencias. Pero lo peor es que a este le siguieron unos paramédicos que llevaban a un hombre fornido en camilla puesto bocabajo, el cual la mayoría de las chicas reconoció como el presidiario con el que se toparon por accidente en las ultimas vacaciones familiares. Lori, Leni y Luan sabían que de hecho era el ex conserje de la preparatoria y Clyde lo conocía porque el estuvo como testigo en el incidente en que este mató a la rata de Norm. Mas además de todo eso, Luna sabía que era el abusivo padre de Sam, responsable de las cicatrices que ella escondía bajo su chaqueta según lo que le había contado en esa ocasión en que ambas en intimidad quisieron llevar su relación al siguiente nivel pero al final desistieron al concluir que aun no estaban listas.

Aquel horrible hombre yacía aturdido y con la cabeza vendada a causa de una fuerte contusión; esposado a la camilla por suerte, pero seguía vivo; y si estaba allí es porque había tenido que pasar algo muy grave (en realidad habían pasado varías cosas graves en el pueblo la noche de los enfrentamientos, y las Loud se enterarían de todo ese mismo día). Entendió que Eso había intervenido de una u otra forma para capturar a Lily, porque Sam era quien estaba cuidando a la pequeña, y no quería imaginarse que le habría echo el monstruo para apartarla de su camino.

–Encontré otro –dijo un segundo oficial que enseguida salió con el cuerpo descabezado de El Diablo que fue a meter en una bolsa de plástico amarilla.

Eso es Loud HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora