JUN
Después de todo este tiempo juntos he llegado a quererla de una manera impresionante, no estoy seguro de que estos sentimientos son correctos pero al menos puedo decir que son correspondidos. A decir verdad me da temor admitirlo frente a mi padre que probablemente termine quitándome mi herencia y mis tíos deben estarme lanzándome maldiciones desde donde quiera que estén, perdón, no debería pensar esas estupideces.
– No te puedes ir de casa, me destrozarías el corazón.
– Jun, esto no está bien.
– ¿Y quién debe decidir eso?
– Soy tu prima.
– Sabes que eso no es cierto y te lo demostraré.
Tal vez fue la manera más estúpida de decirlo y aunque no tuviese la certeza de que sabía la verdad, yo tenía la obligación de ayudarla, por lo tanto una vez que llegamos a casa le supliqué que debíamos buscar los papeles donde podíamos ver toda la información que necesitábamos. Entramos desesperadamente al estudio de mi padre y nos dividimos, TN se encargaría de los estantes y yo del gran escritorio que permanecía justo en el centro de la habitación.
Sacamos carpetas con archivos de sus empresas, contratos, nóminas de trabajadores, todo aquello me resultaba algo extraño ya que papá era de los que decían "No hay que traer el trabajo a casa", sin embargo, nada de eso nos ayudaba para mejorar la situación entre nosotros.TN
Ya me estaba cansando de no encontrar nada, todo ese esfuerzo parecía ser en vano y cuando estaba a punto de darme por vencida vi un certificado de nacimiento que no era mío, tenía impreso el nombre de JiHoon pero tenía el apellido de mi tío.
– Jun... – Susurré algo insegura, no sabía qué significaba.
Jun volvió a verme bastante interesado. – ¿Encontraste algo?
– Sí pero no es sobre mí.
– ¿Y sobre quién entonces?
– De JiHoon.
Me quedé viéndolo confundida mientras le extendía el certificado y él se dedicó a leerlo. Cuando frunció el ceño supe que ni siquiera él comprendía, sin embargo, no quise llevarle la contraria al ver que se lo escondía bajo la camiseta.
– Sigamos, algo más debemos encontrar.
Intentamos seguir pero un crujido en la puerta nos hizo quedarnos inmóvil por un segundo. De un momento a otro Jun me sujetó de la muñeca y me hizo entrar a un hueco que estaba tras uno de los estantes con libros, me cubrió la boca para evitar que emitiera algún sonido y se quedó pegado a mi espalda mientras esperábamos que quien fuera que había entrado saliera del estudio.
Por un momento pude sentir cómo el corazón de Jun me golpeaba justo detrás de mi hombro, su pecho subía y bajaba por la adrenalina que sentía en ese instante. Sin pensarlo aparté su mano de mi boca e inmediatamente me giré quedando frente a frente, él me vio y sus brazos se enredaron a la altura de mi cintura quedando cada vez más apegada a su cuerpo. Apoyé las manos en su pecho, mis dedos percibieron el calor que desprendía mejor que nunca y me perdí en sus ojos profundos que lucían más infinitos con la oscuridad de aquel lugar, en un santiamén me vi atrapada en un beso delicado pero intenso, el danzar de sus labios contra los míos era el más dulce y las manos traviesas de Jun armonizaban con lo que pasaba entre nuestras bocas.
Esos delgados dedos se deslizaron por debajo de mi blusa y di un sobresalto debido al repentino contacto provocando que uno de mis suspiros chocara con la boca de Jun, tragué grueso y nos detuvimos solamente un leve instante antes de que me tomara por las piernas para terminar abrazada a su cintura y el beso se vio intensificado entre jadeos.
– Jun... – Susurré mientras aquel bello chico se deslizaba hasta mi cuello llenándolo de húmedos besos, lo cual sólo me hacía reaccionar presionando sus hombros por lo placentero de la situación.
– ¿Mm? – Era evidente que a ninguno de los dos nos importaba el lugar.
– Hazme el amor. – Dije aquello con un toque de desesperación y puedo decir que ese fue el momento en que Jun desató su deseo, pues al percatarse de mis palabras me vio con una sonrisa lasciva y poniéndome contra la pared se deshizo de mi prenda dejando mi torso semidesnudo por primera vez ante él, sin querer me ruboricé pero dudo que alguien pudiera evitarlo.
Por la vergüenza que aquello me ocasionó decidí esconderme en su cuello pero no de forma tan inocente pues me dediqué a atender esa zona dando cortos besos mientras él acariciaba mi espalda baja y lentamente subía hasta mi sostén que sin percatarme ya se encontraba desabrochado, con suavidad se fue deslizando por mis brazos hasta que mis senos tocaron su camiseta.
– Quiero verte a tí. – Le pedí con una sonrisa.
Delicadamente me bajó y se separó lo más que pudo, ya que era casi imposible. Empezó a quitarse la camisa, deseaba participar en aquel acto así que sin pudor llevé mis manos hasta esa prenda para quitarla por completo. Sin previo aviso Jun me hizo girar haciéndome quedar frente a la pared, sus manos desabrocharon mi pantalón y lo bajó de un tirón para luego hacer lo mismo con mi ropa interior, había cambiado de ternura a ser algo agresivo y eso me hacía poner extremadamente nerviosa.
Deslizó las yemas de sus dedos suavemente por mis glúteos antes de darme una nalgada, lo que me hizo jadear con una gran sonrisa en mis labios y por consiguiente me puse de puntillas elevando mi trasero mientras le veía por encima de mi hombro.– No tenemos condón, así que... – Moví mi trasero contra su pelvis y él asintió al comprender lo que proponía.
Se bajó parte de su pantalón y del bóxer hasta la mitad de sus muslos dejando libre aquella erección que se empezaba a rozar con mi piel hasta que lentamente se introdujo en mí y por consecuencia dejé salir un agudo gemido pero nos quedamos inmóviles cuando escuchamos una voz de afuera que gritaba.
– ¡JUN!
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Diamante Roto/Jun y TN
FanficDespués de perder a tu familia no queda de otra que ser fuerte con la ayuda de ese amor puro que solo la persona indicada puede darte.