Tres.

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Markus estaba impresionado, sus ojos se abrieron ligeramente y sonrió, por alguna extraña razón, sonrió.

Abrió sus brazos y Dorotea se arrojó a él, haciendo que cayeran en la cama. Por alguna extraña razón, se sentía caliente y cómodo.

Tal vez la nueva actualización de Kamsky hacía esto por él.

Enrolló sus brazos al rededor de ella y la apretó contra él. Se sentía tan bien. Sin quererlo, desactivó su piel y la de ella lo hizo con él.

Él la apartó ligeramente de sus brazos y la miró. Sus ojos estaban cerrados y su boca ligeramente abierta. Pero, le impresionó que su piel también estuviera desactivada y que el color no era igual al de los androides.

No era un color metálico. Era dorado, y brillaba como el oro.

Markus abrió sus ojos y la empujó de espaldas a la cama. Él quedó encima de ella y Dorotea se avergonzó más de lo que estaba.

-rA9- susurró Markus en su oído. Ella frunció el ceño.

-¿Qué...?- dijo.

-Nuestra diosa- habló él cómo si ella no estuviera ahí y se lo decía a él mismo.

-Markus- ella lo empujó apartándolo de su abrazo que aún se mantenía. La piel de Markus volvió a ser la misma ante sus ojos -No entiendo qué dices- habló ella.

-Eres rA9, la diosa enviada para nosotros- dijo él, sus ojos brillaban y se sentía bien, como si estuviera flotando.

-No... no lo entiendo- dijo ella frunciendo el ceño. Markus se levantó y agarró su mano, la arrastró hasta el espejo que estaba colgado de la pared.

La piel de Markus se desactivó y llevó su mano hasta la cintura de Dorotea. La piel de ella se desactivó y vio extraña como su piel se volvió dorada.

-No... no entiendo nada- habló luego de unos minutos viéndose en el espejo.

Markus sonrió con comprensión y la miró a los ojos en el reflejo del cristal.

-Eres nuestra diosa- comentó- cuenta una antigua leyenda, que los dioses enviaron una de los suyos para protegernos y darnos el apoyo que necesitamos, humana y androide. Antes solo creía que era un rumor entre voces de los androides más antiguos, pero ahora veo que no lo es. Eres esa diosa que hemos estado esperando- Dorotea los miró a los ojos, cerró los suyos y trató digerir la información.

Si ella era la tal diosa rA9 ¿Qué podía hacer?

No haría un escándalo por eso, ni mucho menos se resistirá. Al fin tenía algo que siempre deseó.

Ser alguien importante.

Así que abrio los ojos y miró a Markus, este sonrió mirando la determinación en sus brillantes ojos.

-Habrá que investigar un poco más ¿No crees?

(**)

Hace unas horas Markus se fue prometiendo que cuando regresaría, tendría un poco de respuesta para ella.

Aún no se tragaba del todo eso de diosa, pero sí lo de androide.

Porque si no fuera así ¿Cómo fue que su piel se desactivó?

Aunque no entiende del todo el hecho de crecer como una humana y que sus padres ni nadie más dijera algo al respecto.

Y pensándolo bien, consideraba un poco eso de diosa. Crecer como un humano normal siendo androide no era moco de pavo.

Markus abrió la puerta sin tocar y la vio mirando por la ventana.

-Disculpe por no tocar antes de entrar- habló un poco avergonzado, carraspeó un segundo y ella volteó a verlo, sin prestarle mucha atención a lo antes dicho- Lo prometido es deuda- habló el androide.

Tú y yo. (rA9- Ruta Markus).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora