Ocho.

70 8 0
                                    

Era de noche cuando encontraron a North, el cielo estaba despejado sin una sola nube, la luna estaba justo en el centro llena y brillante.

Las manos de North, delgadas y suaves desde su creación, estaban manchadas de una sangre que tal vez minutos u horas atrás era fulgente y rojiza.

A pocos metros de ella había un cuerpo, uno humano, con los ojos abiertos y opacos, y en su rostro, una expresión permanente de horror.

El terror invadió a Dorotea, sus tripas de agitaron y el mareo la hizo apoyarse de la pared, la primera arcada vino y la segunda la siguió al ver que justo del lado izquierdo de North había otro cuerpo, esta vez, el de un androide.

Las paredes tenían diferentes tipos de sangre, roja y azul, salpicadas y mezcladas entre ellas, el olor a hierro la asfixió y la hizo tambalearse una vez más.

Otra arcada.

-North- balbuceó Markus, si fuera posible, estaría pálido. Sus labios tenían una mueca, tal vez de asco o de miedo, no lo sabía.

-Fue su culpa- dijo North, su ropa llena de sangre con diferentes tonos de pegaba a su cuerpo.

Levantó su camiseta, que antes era de color gris oscuro y sacó un cuchillo, apretó el mango con fuerza, y ahí, arrodillada, sus ojos se oscurecieron por la locura y una sonrisa se deslizó en sus labios.

Y lo acuchilló una y otra vez, con rapidez sin siquiera detenerse a descansar y los trozos de carne humano se deslizaron del cuerpo.

Cuarta y quinta arcada vino sin parar, y luego, vomitó.

(...)

-¿Qué dijo?- preguntó Dorotea. Había pasado horas desde que encontraron a North, Markus había reaccionado después de verla vomitar y llamó a los guardias que custodian las afueras de Jericó, se habían llevado a la castaña y a lo que quedaba de los cuerpos.

-No habla. El forense estudió los dos cuerpos, en el humano encontraron la primera apuñalada en la espalda y en el androide también.

Dora dió otra arcada al recordarlos, habían pasado horas pero aún se sentía mareada.

-No, no. Tranquila, respira- y ella lo intentó, pero se sentía ahogada y las lágrimas se deslizaron por su cara.

(...)

Bajó las escaleras, no había recomendado cuándo se fué a dormir pero se levantó con la luz del sol dandole en los ojos.

-Markus- dijo, él estaba tal vez de camino a su despacho con papeles desordenados debajo del brazo y la ropa arrugada.

-Dora, ¿Cómo estás?- parecía sorprendido de verla despierta.

Dorotea se encogió de hombros.

-Lo superaré.

-Sé que para ti, es traumático y para mí también, pero eres parte del consejo y como rA9 es tu obligación asistir a la reunión dentro de una hora- dijo, su ceño estuvo fruncido todo el tiempo y sus oscuros ojos reflejaban preocupación.

-Está bien, creo que puedo.

Una hora después estaba reunida en una de las habitaciones de la casa que nunca había visto, muy parecida a un auditorio que había visto en la televisión.

En los pocos asientos que habían estaba estaban sentados Simón, Josh, Markus parado en el podio y dos androides más que nunca vió.

-Bien- habló Markus- para todos es difícil, pero, las pruebas y las memorias que hemos extraído del androide prueban la culpabilidad de North.





Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 17, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tú y yo. (rA9- Ruta Markus).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora