secrets ; sanha

𝟭𝟬

SanHa PDV.

—¿Por qué trajeron a WooYeop? Que yo sepa así no era el plan —miré a mi tío.

—El plan cambió; me acaban de decir que el padre de HaEun se fue a Japón.

—¿Entonces ya no necesitas a ella?—esperaba que me dijera que ya no la necesitaría.

—¿Acaso eres tonto?, su hija pagará en lugar de él.

—Eso es injusto, tío.

—A veces la vida no lo es SanHa.

—¿Qué necesitas de mí? —no tenía de otra. Era ayudarlo sí o sí; aunque yo fuera su sobrino, él podía matarme.

—Ya verás —sonrió.

No espero nada bueno de su parte.

HaEun PDV.

—Te noto muy cansada Hae, ve a la casa y duerme un poco, yo me quedaré con Jeno.

—No, ¿qué tal si les pasa algo a ustedes? De seguro Jeno se sentiría mal conmigo —dije angustiada. Mis amigos están corriendo peligro por mi culpa, y lo peor es que mi padre se fue a Japón permanentemente.

—No pasará nada, tranquila —JaeMin me dedicó una sonrisa.

—Gracias —sonreí y me despedí de él.
Iría a su casa, en la que ahora me quedaré. Sólo espero que las cosas se tranquilicen.

Llegué a la casa de JaeMin, fui a mi cuarto, me duché y me puse algo cómodo.
Decidí dormir un poco.
Para que no durmiera más de la cuenta puse mi despertador.

—HaEun... —Murmuró alguien a mi lado. Esperen... ¡Alguien se metió a la casa de mi amigo!
Me levanté bruscamente de la cama y corrí a encender la luz; ya era de noche.

—¿SanHa? —me sorprendí al ver a mi amigo —¿Estoy soñando todavía?

—No —rió leve.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué te fuiste del hospital?... Bueno sé que te secuestraron junto con WooYeop, hablando de él ¿Dónde está?

—Son muchas preguntas, pero me siento muy bien, estoy aquí porqué quiero decirte algo; los secuestradores sólo me dejaron ir a mí.

—¡Qué! ¿Sabes en qué lugar los tenían atrapados? —Pregunté. WooYeop aún estaba en peligro.

—No, no me acuerdo.

Suspiré estresada.

—¿Qué me querías decir?—pregunté sentándome en mi cama, tratando de tranquilizarme un poco.

—Es algo serio...

Hice un gesto para que siguiera hablando.

—No quiero incomodar el ambiente pero... ¿serías mi novia?

Casi me atraganto con mi propia saliva.

—SanHa...