Nike

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Aún le dolían las piernas de los duros entrenamientos de su mentora, Lara, el ser mas duro y estricto que conocía, le hacia recorrerse todo el campamento tres veces por la mañana, cinco por la tarde y dos por la noche, dependiendo la semana le hacia hacer la comida, lo golpeaba "eso no puede llamarse entrenamiento eso es mas bien un acribillo" con espadas de madera, lo hacia golpearse con las personas mas fuertes de la compañía, esos días salía con un pie en la tumba, y si se paraba un momento...tocaban los abdominales y las flexiones.

-Vamos, Nike, Vamos te quedan dos vueltas aún, no te voy a dar privilegios.

Ese día estaba mas cansado que de costumbre, le había costado hasta desayunar y mas con lo que había pasado...

-Nike, sabes que me han dicho.- Le dijo Gaceo en el desayuno, que como casi todos los días eran huevos con pan y estofado, como la comida y la cena.

-¿Que?

-Dicen que Roger ha aceptado un trabajo, es de alejar unos jabalíes con sus crías pero intentando no dañarlas- Siempre estaba atento a los trabajos que salían aceptados y lo mas importante...

-¿Quienes son los elegidos esta vez?

-Michael, Gareth, Aran, Bruno y...Yo

Se le atragantó un trozo de pan que estaba comiendo en aquel instante, la noticia de que Gaceo era elegido para hacer una misión era sorprendente, nunca lo escogían, en parte lógico por la poca edad, once son pocos años para un grupo de mercenarios, pero la gente estaba tan acostumbrada que nunca participase que le habían puesto el mote de Misionero, porque nunca lo escogían para las misiones y porque era ateo.

-Cof cof cof- No sabía si era su imaginación pero le dio la sensación de que estuvo tosiendo varios minutos.

-¿Tan malo es?- se notaba rabia en su voz, pero sobre todo decepción.

-No, no, enserio que no. Te lo mereces ¿Cuanto llevas aquí? Dos, tres años.- No quería parecer sarcástico, pero lo parecía igualmente.

-Llevo cinco...- Se levantó- Nos vamos por la noche, no hará falta que vengas.

-No espera, no te enfades.- Demasiado tarde ya se había ido.

Cuando se fijo de que aún estaba corriendo las tiendas de compaña ya las tenia en los morros, se cayó, pero tenia suerte de que no había nada dentro.

-Mal Nike, tocan las flexiones.

-Eso no estaba aquí antes.- Se quejó

-Ya, pero nada nunca será como antes, adapta-te antes de que los cambios te superen y te des de morros contra ellos.

-Lección aprendida.- Lara le lanzo una mirada mortal.- Vale, vale, eso no me libra de las flexiones, entendido. ¿Veinte?- Seguía la mirada asesina.- Puff, vale cinquenta.- La media sonrisa delató que no se había equivocado esta vez.

Después del entrenamiento básico diario toco el rotativo y ese día era especial.

-Coge la espada.

-¿A quien me traes hoy, a Bruno, a Marc, a Vlad?

Pero el que entro al coliseo improvisado no era otro que Gaceo, salió como una bala a por el con espada de madera, no era su fuerte. Mas bien, ningún arma era su fuerte, lo que mejor se le daba era rastrear. Fue fácil parar el primer golpe, aunque fuese de velocidad frenética, era fácil prever los movimientos del chaval seguía una especie de orden sin darse cuenta: izquierda, derecha, arriba, derecha, izquierda, arriba, izquierda, como mucho repetía algún movimiento... y así sucesivamente, pero no paraba de golpear y de golpear y de golpear.

Después de tal vez diez minutos bloqueando sus ataque, le dio un puñetazo en la nariz con la mano izquierda, le tiró al suelo, se le veían los ojos llorosos al chico, le sentaba mal pegarle, pero el no pararía hasta vencerlo, así que no tenia opción

-¿Te crees que por ser seis años mayor que yo puedes vencerme de solo un puñetazo?

-¡¿No se cansa nunca?!

-No- dijo Lara tajantemente, apartándose el pelo rubio de delante su ojo izquierdo.- Es lo que tiene estar furioso, no te das cuenta de tus limitaciones en el cuerpo-

-¿Y que hago?

-Piensa tu, te he preparado un combate personalizado, ahora te toca a tu superarlo.

No podía ni pensar con tantos golpes que le venían. ¿Como calmar esos golpes?, "¡Claro!", se dijo al mismo tiempo que bloqueaba un ataque y le ponía la zancadilla.

-Gaceo, no me reía de ti antes.

-¿Y porque te sorprendiste?- Dijo mientras daba una ataque da arriba abajo, porque no le había creído en lo mas mínimo.

-Pues porque mi padre aún no me ha elegido para una misión, y llevo aquí los diecisiete años de mi vida, cada día desde los últimos siete me los he pasado entrenando y aun no ha confiado en mi para una misión. No era sorpresa por ti, era decepción por mi.

-¿De verdad?

-Sí

-Lara, me retiro del combate

-Acepto tu decisión, va, márchate.- El chico huyó corriendo

-Genial, magnifico.- Decía mientras aplaudía y reía- Buena actuación, te has enfrentado a tu prueba muy bien.

-¿A que si? Jajaja.-"No era una actuación"

Llegó la tarde y el entrenamiento fue el mismo que el de siempre, mientras daba vueltas veía a los elegidos de la misión, se estaban preparando para su marcha y Bruno como siempre estaba entrenado con la espada, era un hombre muy fuerte, muy alto y aunque no lo parecía era muy listo, sabia como tratar a las personas, sabia calmar-las, sabia combatir a los animales y también se le daba bien hablar con niños, aunque cosas sutiles como esconderse no eran su fuerte, casi siempre era elegido para las misiones, menos para las de rastreo y asesinatos sigilosos.

También vio a Gaceon, se notaba el cansancio de la batalla, además le había salido un morado enorme por la parte de la nariz, después de las vueltas al campamento, Lara le envío a lavar los platos con su hermana Mia.

-¿Que?- Le dijo ella- Me han dicho que te has enfrentado a Gaceon.

-Sí.

-También me han dicho que casi te apaliza- Soltó una risita, mientras pasaba agua en el cuenco.

-¡No!- Dijo sobresaltado- Y aun así eso no importa tu ganaste a Bruno y eso que tienes solo doce.

-¿Y eso que tiene que ver?

-Pues que el es de los mas fuertes de la compañía y encima te saca trece años, nunca he visto a nadie luchar mejor que tú con unas dagas.

-Gracias hermanito. Tu tampoco peleas mal.- Eso era un halago muy grande viniendo de ella.

-Gracias.- Pasó así toda la tarde fregando cuencos y vasos.

Por la noche no hubo, así que podía hacer lo que quisiese, se fue a ver a Gaceo antes de su ida.

-Bueno, espero que tengas buen viaje y que sorprendas a Roger.

-Yo también, bueno adiós, ah y Nike

-¿Que?

-Córtate el pelo ese, no te queda bien largo, y ese color combina menos con tu ropa amarilla

-¿Ahora eres un gurú de la moda y de lo que combina?

-Nike, mi padre fabricaba ropa con telas y las vendía a las mujeres, entiendo del tema.

-Jajaja, vale hare lo que me dices.

Después de la marcha del pequeño grupo se fue al bosque con su hermana Mia y unas tijeras.

Se estiró en el suelo con la espalda recta hacia el cielo y mientras Mia le cortaba el pelo, miró las estrellas, una de las pocas cosas que le resultaba un misterio y lo hacía parecer insignificante.

Los Caminos de EredolphDonde viven las historias. Descúbrelo ahora