Serena

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Empezaba el día, el sol estaba empezando a salir, con las vistas del cielo anaranjado desde la ventana, se levantó, sequito la ropa con la que cada noche duerme y se puso un vestido morado acabado en falda que tapaba los pies, se puso delante de su espejo y se cepillo el pelo para que le quedase liso. Cuando estaba lista, se esperó durante unos minutos para ver el cielo cambiar de su naranja hasta su azul habitual, le encantaba ver al sol levantándose en el cielo. Se asustó al ver pasar unos pájaros por delante la ventana, entonces se dio dos palmadas con ambas manos a la cara y salió, rumbo a la habitación del príncipe. Cuando llegó oyó desde fuera los ronquidos de Krolm, soltó una risita para si. se puso seria y entro.

-¡A despertar!- Gritó, Krolm dio un bote desde la cama y le miró con seriamente, como pasaba todos los dias- ¡Ya es de dia desde hace un buen rato, y tu aquí roncando!

-¡Yo no ronco!

-No lo sabes tu bien.- Dijo en tono sarcástico- Ahora a levantarse, ya sabes hoy toca consejo.

-Yaa, ya lo se. Y ahora déjame solo.- Le ordenó.

-Como desee mi señor.-Respondió mientras salía de ahí.

Ahora toca ir a buscar a Nita, su habitación estaba en el pasillo de delante a la izquierda. Cuando estaba delante de la puerta, levantó la mano para dar golpes a la puerta pero justo Nita abrió la puerta.

-Hola Sereee.- Dijo con su tono alegre.- Ya estoy lista ¿Hoy que toca hacer?

-Hoy toca reunión.

-¿Queee? No me gustan, no quiero ir.

-Lo se, eres muy pequeña, pero aún así tienes que venir, has de aprender.

-¿Para que? Si soy la ultima en la sucesión, antes esta Eva y antes esta Krolm.

-Lo se, pero el futuro es incierto ¿Y si a tu hermano tuviera que ir a comandar una guerra, y tu hermana estuviera enferma?- Nunca quería hablar-le de la posibilidad de la muerte, por eso ponía casos mas fáciles de entender para ella.

-Ya, pero...

-Si vienes, me han dicho que Gus tiene esas chucherías que te gustan tanto.

-¿Enserio?- Serena asintió con la cabeza.- Vale pues voy.

A Eva no hacía falta ir a despertar-la, es una chica muy centrada, puntual y responsable, así que lo que tocaba era dirigirse a la sala de las reuniones.

Pasó delante de la sala real donde había el trono, hecho de un metal desconocido pero que le daba un tono parecido al del bronce, se fijó en los cristales de las dos ventanas con los dibujos que hacían con los colores, en uno estaba el sol de la divinidad, el otro es el dibujo del reino y entre medias se alzaba el estandarte de la casa Cinn, un zorro en un fondo blanco.

Pasó por delante de la cocina, aún no habían comenzado ha hacer la comida, luego llegó a la escalera en caracol, subió y llegó a la sala. Dentro solo estaba Eva, Nita y Leo el hombre que se encarga del comercio del país con otros.

-¿Aún no ha llegado Krolm?

-Mm, mm.- negó Nita

-Creía que vendría contigo.- Dijo Eva con su singular tono sereno.

-Mira que lo he despertado. Voy a por el

Se oyeron pasos subiendo la escalera de caracol. "¿Sera Krolm?" y cuando se abrió apareció Yago, el consejero de la familia, que sirvió a el padre de Eva, pero no a su abuelo como ella.

-Perdón por la tardanza... Ah espera, que aún faltan Krolm, Barce, Gus, y Abel. Menos mal, no soy el ultimo.

-Ya, pero te pediría que los demás días no tuvieras la tardanza de los últimos meses, últimamente los consejos duran varios minutos menos.

Los Caminos de EredolphDonde viven las historias. Descúbrelo ahora