[Capítulo 7] Podemos intentarlo.

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-Padre, ¿Porqué no puedo irme a jugar con mis amigos? Nunca puedo ir con ellos...

- ¿Aún no comprendes que salir a jugar te quita tiempo de entreno?- Dijo, sin mirar al pequeño de su lado.

- ¡Pero entonces me quedaré sin amigos!- el joven insistió, con lágrimas amenazadoras.- Yo no quiero seguir entrenando, quiero ser como los otros niños... por favor...

Fue entonces cuando se molestó.- ¿No tienes suficiente con ir a explorar con tu padre? ¿Acaso me odias? A mí, ¿El único que te cuida? El señor se agachó, casi pegando su frente con la del infante.

El niño agachó la cabeza, intimidado.- N-no es eso, papá... pero...

- ¿Pero?- preguntó el apuesto Zora, con una gran sonrisa.

-Pues resultaba que habían confundido los informes desde un principio.- soltó una leve risa.- Pero no me quejo.- pasó de mirar del té hacia los orbes dorados del contrario.- Me agradas, pri...-se dio una cachetada mental.- Sidon, Sidon.

El Zora sonrió, y llenó su pecho de orgullo. Se encontraba hablando y riéndose con alguien que era un libro cerrado con cadenas, candado, e incluso cinta adhesiva. No había avanzado mucho, pero era un paso. De una mirada seria, pasó a saber un poco acerca de su pasado.

-No sabes lo feliz que me haces al decir eso, Link.- miró su plato de caballas, y con un palillo se puso a mover los trocitos, pensativo.- Eh, Link.- su cara volvió a ser seria.

El rubio levantó una ceja como muestra de curiosidad e hizo un leve movimiento de cabeza, para señalar que continuara.

-Muchas gracias por confiarme lo de antes.- pudo escuchar cómo el hyliano tragaba con fuerza.- La verdad es que nunca me habría esperado que te abrieras así... conmigo.- sonrió dulcemente tras sus propias palabras.- Realmente no he tenido muchos amigos, ya sabes, soy un Príncipe. Todos aquí me tienen respeto, y yo lo aprecio.- juntó sus propias manos y entrelazó sus dedos, para apoyar su cabeza encima, mirando al hyliano.- Pero nunca he tenido amigos como tal. Solo a mi hermana.- Por su tono de voz y los ligeros tiembles, era notorio que se había puesto nervioso.- Así que... discúlpame si en algún momento me sobrepaso, o me emociono demasiado. Realmente quiero que seamos más que un entrenador y un aprendiz, ¿sabes?- Sonrió tímidamente- Me gustaría que fuésemos buenos amigos...

La cara de Link era un poema. Se había puesto casi tan nervioso como Sidon. Su mirada estaba perdida, pensativo, con tics bastantes visibles e incomodidad.

Obviamente, Sidon lo notó al momento.

- ¡Oh, por la Diosa!- El zora se llevó las manos a la cara, avergonzado.- Lamento si me he pasado, apenas lo he propuesto y ya te estoy incomodando. Lo siento mucho, de ver-

- Está bien.- Link le interrumpió.- Podemos intentarlo.- Dio una media sonrisa, mientras apartaba las manos de Sidon de su cara, y apretó éstas.- Yo también debo avisar de que solo estoy acostumbrado a una persona... y soy un desastre de persona con respecto a carácter.- suspiró.- Pero creo que esta experiencia de preparación será mejor con un amigo.

-Link...- Los ojos de Sidon radiaban de felicidad.- Te prometo que no te arrepentirás.- Sonrió, mostrando gran parte de su afilada dentadura.

Quién diría que ninguno despegó las manos del otro.

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ANTES DE QUE TE VAYAS, ¡ESTE NO ES EL ÚNICO CAPÍTULO DE HOY!

Ahora sí, hola.

Esto era para refrescar un poco la historia, esto es como una introducción pequeña al pasado de Link, y al avance con Sidon.

La última frase... Tómenla como quieran. Pero ajústenlo a la situación en la que se encuentran, Shippeadoras compulsivas como yo asdasd.

¿Qué te gustaría que pasara? ¡Eres libre de decirlo! La historia también se actualiza temporalmente para que te crees tu propia continuación, ya luego, subo pues... lo que es.

La continuación de esto la seguiré desde que leas esto. Se publicará esta noche, lo más seguro.

¡Nos leemos ahora!

Nur.

Believe in me as I believe in you. ~SidLink~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora