Scarlat.

Capítulo 10

Capítulo 10

Como si él apagara mi interruptor para ser un maldito, todo lo que pude hacer fue mirarlo. Había un sentimiento en mi interior que me decía que yo ya sabía que había algo entre nosotros, pero no quería reconocerlo. Demonios, él era un idiota, pero mi ira se apagó, reduciéndose y dejando una sensación de incertidumbre.

—¿Qué ocurrió, ttebayou? —pregunté algo triste.

Él estaba mirando por encima de mi hombro, concentrado en los árboles detrás de mí.

—Itachi conoció a Deidara, y te juro, fue como amor a primera vista. Para él, su vida era ese doncel. Kakashi —Sr. Hatake—le advirtió. Yo le advertí que eso no iba a funcionar. No había manera de que pudiéramos tener una relación con un humano —Presionando sus labios juntos, él se detuvo un momento—. No sabes cuán duro es esto, Naruto. Tenemos que ocultarnos todo el tiempo, e incluso con los de nuestra propia especie tenemos que ser cuidadosos. Hay muchas reglas. Al DOD y a los Luxen no les gusta la idea de relacionarnos con humanos —Hizo una pausa, negando con su cabeza—. Es como si ellos pensaran que somos animales, inferiores a ellos.

—¡Pero no son animales, dattebayou! —dije. Definitivamente no son como nosotros, pero no eran inferiores.

—¿Sabes que cualquier movimiento es rastreado por ellos? —Me miró, sus ojos turbios. Enojados—. La licencia de conducir, lo saben. Una aplicación a la universidad, lo ven. ¿Una licencia de matrimonio para un humano? Olvídalo. Tenemos un registro que llenar si queremos mudarnos.

Parpadeé sorprendido. —¿Ellos pueden hacer eso?

Rió sin humor. —Es su planeta, no el nuestro. Incluso tú lo dijiste. Y ellos financian nuestras vidas. Tenemos chequeos al azar, por lo que no podemos escondernos o nada. Una vez que ellos saben que estamos aquí, eso es todo.

No muy seguro de que decir, permanecí en silencio. Todo en su vida parecía controlado, planeado. Era espantoso y triste.

—Y eso no es todo. Cuando encontramos a otros Luxen, debemos permanecer allí.

Una sensación de alarma se encendió en mi sistema. ¿Estaba obligado a estar con Ino? Parecía un mal momento para preguntar.

—Eso no parece justo, ttebayou.

—No lo es, dobe —Sasuke se sentó en un movimiento fluido, dejando caer sus brazos sobre sus rodillas dobladas—. Es fácil sentirte humano. Sé que no lo soy, pero quiero las mismas cosas que todos los humanos desean —Se detuvo, sacudiendo su cabeza—. De todos modos, algo pasó entre Itachi y Deidara. No sé qué. Él nunca lo dijo. Se fueron de excursión un sábado y regresó más tarde, su ropa estaba rasgada y cubierta de sangre. Estaban más unidos que nunca. Si Kakashi y los Sabaku No, no tenían sospechas antes, las tuvieron entonces. El siguiente fin de semana, mi hermano mayor y ese doncel salieron al cine. Nunca regresaron.

Apreté con fuerza mis ojos.

—El DOD lo encontró al día siguiente en Iwagakure, su cuerpo fue arrojado como basura —su voz era baja y áspera—. No tuve una oportunidad de despedirme. Se llevaron su cuerpo antes de que pudiera verlo, debido al riesgo de exposición. Cuando nosotros morimos o somos heridos, recurrimos a nuestra forma verdadera.

Me dolía la noticia... por él y Sai.

—¿Estás seguro de que él... está muerto, a pesar de que nunca viste su cuerpo, dattebayou?

—Sé lo que un Arum le hizo. Drenó sus habilidades y lo asesinó. Si él estuviera vivo, encontraría una manera de contactarse con nosotros. Tanto su cuerpo como el de Deidara fueron retirados antes de que alguien pudiera verlos. Sus padres nunca sabrán lo que le ocurrió. Y todos sabemos que él había hecho algo para dejar un rastro en ese doncel, permitiendo que el Arum lo encontrara. Esa es la única posibilidad. Ellos no pueden sentirnos aquí. Él tuvo que haber hecho algo importante.