Capítulo 15

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Capítulo 15

La risa molesta y enloquecida de Momoshiki hizo eco alrededor de mi cráneo. — ¿Has venido a morir con él? Perfecto. Esto lo hace mucho más sencillo, porque creo que lo he roto.

La sombra de Sasuke seguía los salvajes movimientos del peliblanco, desvaneciéndose y tomando su forma real—la forma en la que él podría ser asesinado.

—Tiene buen sabor, también. Diferente de alguna manera —se burló—. No como Luxen, pero valió de pena al final.

Lanzándose contra Momoshiki, Sasuke se lanzó a si mismo varios metros de distancia con una poderosa explosión de luz con su brazo extendido. —Voy a matarte.

Momoshiki rodó sobre su espalda, casi ahogándose con su risa.

— ¿Crees que puedes conmigo, Luxen? He devorado algunos más fuertes que tú.

Sasuke aulló con coraje, la ira ahogó cualquier cosa que Momoshiki podría haber dicho, envió otra ráfaga de luz hacía él. Sentí el suelo debajo de mí temblar, me las arreglé para levantarme sobre mis codos. Cada movimiento, no importa cual pequeño, enviaba un dolor agudo a través de mí, podía sentir mi corazón luchar. Rayos de luz danzaban en la oscuridad del Arum. Ellos intercambiaban golpes, sin tocarse.

Brillantes bolas azules de fuego se formaban en las puntas de los dedos del pelinegro. Ellas se dispararon a través de su contrincante, serpenteando hasta chocar contra los árboles. El mundo se convirtió en color ámbar y oro.

El calor me golpeó, brasas en el aire, flotaron antes de mandarme de nuevo al suelo.

Cada golpe hizo la tierra temblar, dejándome de nuevo en el suelo, cayendo de bruces en la hierba húmeda con un gruñido, me levanté, vi un rayo de luz moviéndose por el campo, como si fuera una estrella fugaz, pero a través del suelo con una velocidad vertiginosa.

La luz se disparó entre Sasuke y Momoshiki, serpenteando hasta alcanzarme.

Manos cálidas tomaron mis hombros y me levantaron. —Naruto, habla conmigo —rogó Sai—. ¡Por favor háblame!

Nada pasó cuando traté de hablar. Ninguna palabra salió.

—Oh, por Kamisama —el pelinegro menor estaba llorando, sus lágrimas caían de su hermoso rostro y aterrizando en mi pecho en silencio.

Me jaló a sus delgados brazos mientras gritaba por su hermano mayor.

Sasuke se apartó de la batalla al escuchar a su hermano menor, al mismo tiempo que Momoshiki lo hizo.

En un pestañeo un rayo de oscuridad se disparó directamente hacía nosotros, golpeando a Sai en la espalda. Él gritó de dolor y cayó en sus rodillas. Miró hacia arriba, sus ojos brillando en un negro intenso.

Se levantó en cuclillas, su forma humana borrosa envuelta en luz brillante.

Su hermano mayor devolvió el golpe con más fuerza y retumbo en el suelo.

El Arum esquivo el ataque de Sasuke y fue después hacía Sai que gritando con furia, se abalanzó contra el peliblanco.

Él lo agarró de nuevo. Por un segundo la oscuridad lo tragó, luego Sai se derrumbó en el suelo retorciéndose. Sasuke fue hacía la sombra, tacleándolo y tirándolo al suelo en un ataque que fue tan potente que iluminó todo alrededor. De las ramas se sacudieron las hojas secas, como una lluvia macabra y muerta que cayó al suelo. El aire estaba cargado de poder.

Lo sentía en mis huesos. Gruñendo. Me levanté en mis pies y tomé un respiro. No iba a morirme de esta manera. Mis amigos no iban a terminar de esta manera.

Scarlat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora