El día de su ataque al fin había llegado.
Lo habla planeado con tanto esmero que ya no esperaba ese día en el que la luz del día la conocería junto con sus bebes.
Una sonrisa se formó en sus labios esa noche, el día al fin había llegado.
Era 14 de febrero, fin de semana y un día especial para algunos y normal para otros, pero en la ciudad de Nagoya había mucha actividad tanto turística como local.
Muchas familias se encontraban disfrutando un helado, parejas hablando, amigos ideando planes y buscando a donde ir, jóvenes universitarios tomándose un respiro de su vida tan agitada, cuando pasó.
Un ser con un don similar al de Cementoss empezó a hacer estragos en la corteza terrestre, sacrificando su vida en el intento, pero llevando un terremoto de escala 7,5 a los ciudadanos y visitantes.
En cuanto termino el terremoto, una gran explosión se escucho proveniente de un centro comercial muy céntrico provocando un caos excesivo en la, ya, destruida ciudad.
Nuestros héroes se encontraban disfrutando su fin de semana en tranquilidad, el terremoto los había agarrado a una lavando y pensando en la forma de entregar cierto regalo y al otro hablando sobre cierto tema con su hermano mayor.
Al terminar el terremoto dejaron lo que estaban haciendo cada uno y bajaron corriendo las escaleras, solo para escuchar el estruendo de la explosión.
Ahí fue cuando decidieron ir a la agencia por sus trajes de héroes y ponerse en acción.
El regalo de Ochaco para Iida podía esperar un poco, había vidas que salvar primero.
Al llegar, Lancer ya los estaba esperando.
-Bien, que bueno que llegaron chicos, tenemos mucho trabajo que hacer, pónganse el uniforme y los espero en la entrada- Les indicó no sólo a ellos, si no a otros héroes en forma de civil que trabajaban para la agencia.
Al salir, este los dividió en escuadrones y los mando a apoyar en las diversas áreas afectadas por el mismo, pero al final decidió quedarse con sus, aún, aprendices a héroes profesionales para decirles un poco de lo que procedía en esos casos.
-Bien, ha pasado lo que nos esperábamos, pero no nos veíamos venir un ataque de gran dimensión y menos en este día, así que necesitamos de toda la ayuda disponible- Los tres corrían entre los escombros de algunos edificios destruidos y unas cuantas llamas -Necesitaremos más que nunca sus dones para poner a posibles victimas a salvo de todo este desastre, el punto de encuentro será la agencia, ahí se tratarán todas las que se puedan, ahora, ¡Sepárense y encuentren!- Y dicho esto, los 3 se separaron en dos caminos diferentes para buscar y rescatar a civiles.
-Uraraka, tú ve al lado norte, yo iré al lado sur- Iida le ordenó al haberse parado por un momento.
-¿Estás seguro?- Preguntó una pelo café un poco indecisa.
-¡Si! Si pasa algo, tenemos los comunicadores y transmisores, ¿recuerdas?- Le tomó del hombro, dándole un poco de confianza, por suerte traía el casco, ya que se encontraba con sus mejillas al rojo vivo tras este contacto, aún no lograba controlar de todo a sus sentimientos, aún a pesar de estar viviendo una de "las peores catástrofes" de la ciudad según Lancer el seguía siendo un humano con sentimientos.
-¡Si!- Asintió decidida y con las mejillas un poco más rojas de lo normal.
-Nos vemos al terminar en la entrada de la agencia, ¿Ok?- Escucharon ambos por los comunicadores la voz de Lancer.
-¡Si!- Dijeron ambos en unísono para después salir corriendo en direcciones contrarias.
Iida ayudaba arduamente a civiles que necesitaban ser trasladados a algún centro médico para tratar sus heridas o para liberarlos de edificios a punto de colapsar.
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Just You, before and after
Fanfiction♡Iida y Uraraka son llamados por una agencia de heroes fuera de Tokio después de su ultimo festival en la UA. ¿Que pasara durante su estadia compartiendo un departamento en una ciudad desconocida? ¿Que mal se estara escondiendo en las mas escondidas...