Capítulo 11 | Las voces

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El sonido de las hojas marchitas por debajo de sus botas hacia que su respiración se manteniera a un ritmo relajado, aquel sonido le traía los dulces recuerdos de su pasado, su entrenamiento como guerrera, defensora de su pueblo. Sus padres lo habían sido, sus abuelos lo habían sido, generaciones y generaciones de antepasados de aquella muchacha habían cumplido rígidamente su deber, sin embargo ella, surcaba el bosque en busca de aguas claras para beber lejos de mantener el legado de su familia. 

Caminaba sin pensamiento alguno, escuchando los agradables sonidos que la rodeaban y alabando el olor de las flores a su paso. Unos abundantes arbustos llamaron la atención de Tania, el color rojizo de su fruto resultaba demasiado apetitoso para esas horas del día, observando con detención sus características alcanzó la conclusión de que aquella jugosa y apetitosa pieza esférica era beneficiosa para su hambriento organismo. 

Extendió su mano para alcanzar el pequeño arbusto que tenía frente a ella y recolectar de una en una las frutas rojizas que acababan guardadas en el bolsillo exterior de aquella mochila que de su espalda colgaba.

El trotar de un caballo hizo que Tania quedará inmóvil haciendo que la espina de aquel arbusto rasgara un pequeño corte en el dedo de la chica que ahogó un pequeño suspiro y le llevó la herida a sus labios. 

Aquellas pisadas de caballo se entremezclaba con el sonido del agua de la corriente, cada vez más y más cerca. El corazón de ella se aceleró por unos instantes pero mantuvo su calma. Dejó su mente en blanco para poder hallar una solución eficiente y rápida y fueron los cientos de árboles que se encontraban al rededor de ella lo que la hizo encontrar lo que buscaba.

Visualizó en su lado derecho un robusto árbol, mientras que en su mente, las numerosas veces que había logrado llegar a la copa de un árbol se reproducían en su cerebro como si de un bucle se tratará. 

Repitió el mismo procedimiento que había realizado todas las anteriores veces, sin embargo esta vez un nuevo obstáculo relucían entre su objetivo y ella, a pesar de aquella penetrante herida de la pierna, logró con una mayor lentitud y con el umbral de dolor elevado, alcanzar una de las ramas superiores, que gracias a las abundantes hojas, hacían de su escondite un lugar más seguro.

Se recostó sobre la rugosa madera del grueso árbol y esperó hasta que unas voces inaudibles se hicieron presentes en las profundidades de aquel bosque. 

Debajo de ella logró notar la presencia de dos cuerpo moviéndose, ambos hablaban en la lengua materna que Tania tenía.

A través de las voces pudo distinguir que se trataban de una mujer y un hombre, que evitando hacer ruido se dirigieron hacia la gran corriente de agua dulce.

—¿Crees que la chica estará cerca?—oyó la voz grave del hombre—Nuestros anteriores buscadores no han vuelto... dudo que lo vuelvan a hacer.

—Es más ágil de lo que recuerdas—dijo la mujer— Ya sabes que en su familia siempre han sido buenos guerreros, es una pena que el legado acabe aquí.

—Siempre y cuando no se rinda, si el caso fuera ese, se le encomendaría la profesión de guerrera base hasta el fin de sus días...—La mujer hizo una mueca —No es tan malo Meicce, podría llegar ascender...

—¿Y convertirse en jefe de otros prisiones de guerra? Suena verdaderamente fascinante.

El hombre resopló y avanzó hasta la orilla del rio, con las manos en forma de cuenco recogió el agua fría que en cuestión de segundos acabó recorriendo su rostro, repitió un par de veces la misma acción.

—¿Por que tanto estima hacia la chica?

—Es sólo una joven—argumentóno la mujer—No ha hecho nada  diferente a lo que yo hubiera hecho y aunque no sea lo correcto, deseo que este lejos de aquí, por que si la encontramos—hizo una pausa en la que a Tania el corazón se le aceleró— Si la encontramos esa chica estará muerta.

Aquellas crudas palabras hicieron que la muchacha de encima del árbol se aferrase al grueso tronco  como si esa fuera su última solución.

Poco después ambos terrestres se montaron en sus caballos y hasta que el trotar se perdió por el bosque, la chica no se bajó.

Debía encontrar a Bellamy.

Hola, espero que estéis disfrutando con la lectura, un besazo y nos leemos pronto

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Lost ━The 100 |Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora