Capítulo 19 | Arrepentimiento

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Aproximadamente habían pasado unas cuatro horas desde la marcha de Tania y veinte minutos desde que Bellamy abrió los ojos. Notó su ausencia en segundos, no se encontraba recostada a su lado como usualmente ocurría, sin embargo, no le dio importancia, quizá había salido a por algo para comer y enseguida volvía.

Solo habían transcurrido unos minutos cuando Bellamy se sentó sobre el colchón, odiaba mantenerse tumbado si ya se había despertado, fue entonces cuando se percató, aquel vació que hizo que el vello de los brazos se le erizara ¿Dónde estaban las pertenencias de Tania?

La mochila siempre se hallaba en el costado derecho de la nave, rodeada de ciertos objetos tales como; algunas prendas de ropa cuidadosamente dobladas, los numerosos cuchillos que disponía y el gran arco que llevaba siempre consigo, además de la espada que como cada noche debía lucir al lado del colchón, aunque aquella mañana todo se veía diferente, la mochila no yacía contra la pared, el arco y la ropa había desaparecido, incluso las dagas, en su lugar, un vacía decoraba la nave.

El pulso de Bellamy comenzó a acelerarse, de un saltó logró levantarse y dio un giró sobre sí mismo observando cada parte de aquel piso. La llamó, una, dos, tres veces esperando que aquella voz contestase a su llamada. Se acercó al ventanal-también conocido como el agujero de la pared- y echó una rápida mirada al bosque iluminado por los rayos de sol.

No fue hasta que pisó aquel trozo irregular de madera cuando se dio cuenta de la inscripción que contenía.

Releyó cada palabra tallada incontables veces, lo que dejó claro la despedida de Tania, por unos instantes había pasado por su mente el secuestro, pero ¿Todo en silencio? Era imposible que Bellamy no se hubiera despertado ante alguna presencia extraña. Además, se había llevado todas sus cosas y el mensaje era obvio, incluso había gravado sus iniciales.

—¿Cuidarme? —susurró Bellamy observando el trozo de madera, en el suelo aún se podían ver los restos del serrín de la grabación, a su lado, el cuchillo con el que probablemente lo haya tallado, agarró aquel instrumento y lo sujetó por el mango con fuerza.— Joder—suspiró dejando ambos objetos de nuevo en el suelo y tumbándose en el colchón derrotado —¿Por qué eres tan cabezota? —se preguntó para sí mientras con sus manos se desordenaba su ondulado cabello.

Bellamy sabía que Tania era lo suficientemente responsable e independiente como para tomar sus decisiones propias, no tenía derecho nadie a decirle que tenía que hacer y qué no, había demostrado que sabía sobrevivir sola, a pesar del percance de la pierna, que en los últimos días había mejorado notablemente hasta el punto de que la carrera no suponía un obstáculo mayor.

La mente de Bellamy no paraba de manejar diferentes pensamientos; ¿A dónde habrá ido? ¿Qué estará haciendo? Y el corazón le dio un vuelco cuando imaginó a Tania volviendo a su pueblo, ¡No podía permitirlo! Y se levantó de una manera vertiginosa dispuesto a seguirla el rastro, sin embargo, aquel trozo de madera impidió seguir con su idea establecida, era su decisión, ella quería irse, era su plan desde el principio, tal vez, sencillamente este retomando su camino hacia el lugar más alejado de allí, por lo que Bellamy volvió a tumbarse: no podía hacer nada para recuperarla.

Habían pasado dos días, dos duros días sin la presencia de Tania. Bellamy continuaba en la nave, el instinto le obligó a permanecer allí y no volver a Arkadia, no supo por qué, pero sentía la necesidad de quedarse allí hasta que sus ideas se aclararan, en el fondo sabía que volver a casa significaría alejarse de Tania, dar un paso en dirección contraria a ella y aún no estaba preparado para ello.

Su rutina había continuado siendo la misma y eso le entristeció, parecía que en cualquier momento iba a escuchar su voz, tropezarse con sus cosas dispersas por la nave o notar su presencia en el colchón.

Habían pasado tantos días solo con la presencia del otro que resultaba asfixiante no poder hablar con ella cada mañana al despertarse o cada noche al acostarse. Pero ¿Qué podía hacer él? Tania tenía derecho a ser libre de una vez por todas, por ello deseaba con fuerza que su camino no estuviera relacionado con la vuelta a su pueblo.

Las horas pasaban con una lentitud extrema y fue cuando pasaron otras cuarenta y ocho horas cuando su mente estuvo preparada para abandonar la nave, sin embargo, cuando alcanzó la chaqueta y el arma, que era lo único que poseía allí, emprendió su caminata en dirección contraria a Arkadia.

Sabía que Tania podía tomar sus decisiones, sabía que no le faltaba razón, ni responsabilidad, ni si quieras fuerzas para combatir porque ella era todo eso y más, no iba en busca de Tania por ella, no iba a rescatarla, no iba a convencerla... iba por él, porque su mente no dormía tranquila, porque no sabía cuál era su plan, porque no habían tenido una despedida digna después de compartir tanto; solo pretendía verla una última vez como se merecía.

Quizá era demasiado tarde, quizá ya estuviera lejos, pero no podía regresar a Arkadia hasta que no hubiera recorrido parte de estos bosques, de no ser así, se arrepentiría toda la vida.

Quizá era demasiado tarde, quizá ya estuviera lejos, pero no podía regresar a Arkadia hasta que no hubiera recorrido parte de estos bosques, de no ser así, se arrepentiría toda la vida

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Hola ♥

Este capítulo no es súper interesante pero es necesario para el desarrollo de la historia. Como veis no tengo día de subida o de actualizar, más o menos una vez por semana o incluso dos (dependiendo juju)

Espero que os este gustando, de vez en cuando veo algún voto y es como ñslfkañlsdkpao ♥♥♥

So Votar & Comentar, contadme que os parece (si queréis a veces siento que sueno borde o algo)

Muchos besitos

|October|

Lost ━The 100 |Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora