El sudor frío recorría su rostro, la temperatura había bajado en los últimos días por lo que el sol no abrasaba la piel. Tania no había parado de correr en la última media hora, tenía que alejarse más, no podía arriesgarse, aunque sus piernas le dijeran que parara, aunque su cerebro o su corazón le ordenaran que se detuviera, ella continuó su marcha.
No fue hasta que escuchó el agua corrediza de un río cuando se paró a descansar un breve periodo de tiempo y refrescarse con la cristalina agua.
Cuando introdujo sus manos en el río, una agradable sensación recorrió cada parte de su cuerpo al igual que numerosos recuerdos se introdujeron en su mente, pero ahora tenía que descartarlos para centrarse en algo prioritario, ¿Qué iba a hacer?
En su mente una acumulación de ideas se hacían presente y no podía pensar con claridad.
Quería que el pensamiento de volver a casa se evaporara, sin embargo, no lo hizo y continuó confundiendo, ¿Y si lo mejor era volver? La gente dejaría de perseguirla y podría empezar otra vez, de una manera diferente a la que había pensado últimamente, pero empezar.
Quizá ya no valiera la pena seguir la senda sin rumbo que hace días parecía ser el plan perfecto, quizá solamente sería un plan con demasiadas fugas sin remedio.
El agua estaba fría cuando las pequeñas gotas de agua mojaron su cara y cayeron cosquilleando su piel, suspiró ante la sensación de frescor. Elevó su mirada hacia arriba y cerrarlos ojos con lentitud, el corazón continuaba palpitando con frenesí debido a la carrera que Tania había realizado.
La brisa hacia ondear los pequeños mechones de cabello que se sobresalía hacia los lados y los suaves rayos de sol que parecían ocultarse tras las nubes calentaron su piel húmeda.
—Tobi—susurró Tania con la voz quebrada, una lágrima se deslizó por la mejilla mezclándose con las gotas de agua dulce que permanecían en su rostros —Si estuvieras aquí... las cosas serían menos complicadas, no digo que no lo serían pero tú sabrías que hacer. Ya sabes yo era la acción y tu la razón, cuando te fuiste tuve que adoptar un poco de la tuya pero te necesito a ti.—hizo una pausa y tomó aire— No soy tonta, se lo que estarías pensando, que estoy loca por replantearme volver, que no debería, que es una imprudencia... ¡Lo sé Tobías, lo sé! Pero tengo mis razones y creo que están suficientemente argumentadas; no se si quiero pasarme toda mi vida escapando. Me he cansado de seguir luchando, no soy tan fuerte como mamá, ni tan inteligente como papá, ni tan bueno como tú, os echo mucho de menos.
Dichas aquellas palabras volvió a abrir los ojos, durante los dos últimos años, cuando su mente se bloqueaba, aquello le ayudaba a pensar, como si realmente hubiera mantenido unas palabras con su hermano y los pensamientos lentamente se ordenarán.
Le gustaría decir que aquella vez fue diferente, que aquellas ideas seguían revoloteando por su cabeza como pájaros, pero no fue así.
No quería volver, no era lo que había planeado y, aun así, en ese instante pensó que era la mejor idea.
Evitó pensar en Bellamy, que una y otra vez aparecía su recuerdo de manera insistente, ahora que se había ido no podría continuar en peligro, no por ella al menos, volvería a Arkadia y continuaría su vida como antes, como si el encuentro de ambos fuera un bonito sueño del que acordarse, al fin y al cabo, con el tiempo, la realidad y los sueños acaban encontrándose, y una vez unidos no hay manera de separarlos.
Por ello aquella noche dejó entrar al recuerdo de Bellamy en su mente, una vez más se dijo, hoy por hoy era la única persona en la que Tania confiase, era lo más parecido a familia que tuviera y aun así dejó que se escapase, tal como había pasado con su hermano o con sus padres, sin ninguna despedida, tan espontaneo como una muerte aunque menos dura porque sabes que, aunque está lejos de ti, lo está, el algún lugar, pero lo está.
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Había corrido como nunca, el hecho de que tuviera detrás a guerreros de su pueblo ayudaba a que su agilidad aumentará, su caballo había muerto cuando se había asentado la primera noche en un claro del bosque, pensó que no se iban a poner a buscar hasta el día siguiente, ni que llegarían tan lejos, pero llegaron. Primero dispararon al caballo en el cuello, que rotundamente cayó al suelo dejando un charco de sangre a su alrededor, Tania ahogó un grito en cuanto lo vio en el suelo, estaba rodeada. La noche impedía ver el número concreto, pero Tania visualizó cinco. Todo ocurrió demasiado deprisa, pero aquella noche se derramo mucha sangre, en aquellos instantes no se preguntó cómo pudo haber vencido, su cerebro se centro en seguir corriendo y corriendo.
No fue hasta horas después cuando se encontró con tres hombres en el bosque, ya había amanecido y el sol iluminaba el camino. Uno de ellos murió al instante cuando una flecha de Tania acabo incrustada en la frente de este. El otro se acercó, llevaba en su mano derecha una espada grande, por lo que Tania sacó la suya del costado, no era tan grande, pero serviría. El primer golpe lo dio el guerrero el cual fue refrenado con la espada de Tania.
Neik, el apodo de aquel hombre, gruñó y resopló con rabia, repitió la acción repetidas veces obteniendo el mismo resultado.
—Neik, gona, sleg odon nowe sanch*— gritó Tania intentado convencerlo —Fisa ripa gonplei.
Tania golpeó la pierna de su contrincante con fuerza al mismo tiempo que frenaba otro golpe, haciendo así que perdiera parte de su equilibrio, aprovechó la oportunidad para propinarle con su espada y abrirle un corte en su brazo.
Neik profirió un quejido y con mayor ferocidad comenzó a mover su espada ágilmente. Tania recibió una patada en el estómago, sin embargo, antes de caer al suelo dio un impulso con su mano libre y realizando una especia de voltereta se posicionó de nuevo de pie. "Veo que te entrenaron bien" dijo Neik en sleng*.
—Vaqo entre ellos. —comentó sonríente mientras atacaba directamente a su rostro, que al apártese únicamente recibió un corte diagonal.
A pesar de la situación peliaguda no tenía miedo de fallar, eso era lo más importante de un combate, y en eso tenía experiencia.
La lucha continuaba, ambos iniciaban a cansarse, sin embargo, siguieron empuñando la espada con fuerza, fue cuando Tania parecía tener la situación dominada cuando notó aquel escozor y dolor en su pierna, la pierna golpeada se dobló, aunque ella en su interior gritaba que no lo hiciera. Notó como la sangre comenzó a emanar de aquella herida ya que algo inició a empapar su pantalón, sin mirarlo aún, observó a Neik que durante unos segundos poseía una mirada perpleja hasta que, por detrás de él apareció el segundo hombre con una sonrisa triunfante.
Tania se levantó lo más rápido que pudo, aquel dolor no iba a poder con su resistente voluntad, con un ágil movimiento sacó la daga que tenía incrustada y con todas las fuerzas que la quedaban se lo lanzó a Neik, clavándose esta en el pecho, miró una vez más a Tania y cayó al suelo.
Desde atrás, el otro guerrero observó la situación y pronto comenzó a acercarse, al igual que el otro este tenía una espada. Tania comenzó a tener miedo, aquella pierna no le permitiría ganar, por lo que aguantándose de pie intentó sacar el arco que en la espalda recaía. La pierna continuaba sangrado, si no lograba taponarla; iba a morir desangrada.
*Neik, guerrero ¿Para que seguir con eso?
*No hace falta ser un asesino.
*Idioma de terrestres.
Holu ♥
Espero que os haya gustado, por si no has quedado claro esto --- es que cambio de tiempo, ya sea presente, flasback o como este caso un flasback del flasback, cualquier cosa me preguntáis.
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|October|
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Lost ━The 100 |Bellamy Blake
Fanfic|Historia completada| "𝙉𝙤 𝙝𝙖𝙮 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙤𝙨, 𝘽𝙚𝙡𝙡𝙖𝙢𝙮, 𝙝𝙖𝙮 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖 𝙤 𝙥𝙖𝙯. 𝙔 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖." El nuevo canciller y su grupo cercano de guardias han acabado con la vida de trescientos soldados ali...