Tres días

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Narra Zelda

La mañana después de la fiesta de máscaras, Impa entró al cuarto con nuevas noticias; Marth me había invitado a dar un paseo a caballo ese mismo día, pues al parecer, el monarca quería enseñarme varios lugares importantes en el reino y aprovechar para conocernos un poco más.

Yo de por sí, estaba bastante alterada esa mañana, ya que habían pasado varias cosas la noche anterior y eso me ponía demasiado nerviosa como para pensar inteligentemente.

Todo comenzó con el inesperado reencuentro con Ike, él me había rescatado de desmayarme durante el baile y a los pocos minutos llegó a mi habitación diciendo que me seguía amando y me pidió desesperadamente que escapara con él, por otro lado también estaba el echo de que Link me intentara convencer de aceptar a Marth y por último cuando decidí contraer matrimonio con esté último.

Estaba bastante confundida, todos mis sentimientos dieron un giro repentino de un momento a otro y de verdad odiaba sentirme así.

Ike fue mi primer amor, el primer hombre al que le di un beso, con el único que he echo el amor, el único con el que tuve un romance y probablemente al que mas he amado en mi vida.
Pero él me abandonó cuando más lo necesitaba y mi corazón no lo había perdonado por completo.

Link por su parte fue quien me rescató de Ganondorf, el que se convirtió en mi mejor amigo y mi pañuelo de lágrimas, de quien mas tarde me llegué a enamorar aunque quizá fue solo para llenar el vacío que Ike había dejado en mi.

En cambio Marth... Marth es el rey de Altea y es mi prometido, acepté casarme con él por el bien de mi reino, es amable, con unos excelentes modales, además es sumamente apuesto pero no siento nada por él. Y ahora estoy destinada a compartir el resto de mi vida a su lado.

Me vestí y me dirigí al jardín del castillo en el cual me reuniría con el príncipe Marth para dar la dichosa cabalgata, mis pensamientos continuaban revueltos, estaba claro que no quería casarme con Marth pero era lo mejor para evitar la guerra.

Cuando llegué al hermoso jardín, al que encontré fue a Link, él estaba sentado en la fuente, tenía la mirada fija en las flores del jardín, cuando me vió llegar se puso de pie y me miró a los ojos.

—Hola Link— saludé intentando sonreír cosa que me resultó imposible.

—Zelda, tengo que hablar contigo— dijo seriamente. Vaya, al parecer ahora sí quiere hablar, intenté hablar con él desde antes y él nunca aceptó, me pareció extraño que ahora sí lo deseara.

—Me gustaría platicar Link, pero estoy esperando a Marth— contesté un poco seria.

—Es algo importante, por favor solo será un minuto— insistió el rubio.

—Esta bien, ¿Qué sucede?— pregunté ya bastante preocupada por la actitud e insistencia del muchacho.

—Solo quería confesar mis sentimientos, sé que pronto te casarás con Marth pero tienes que saber que todo este tiempo he callado lo mucho que te amo princesa— dijo Link soltando un largo suspiro.

En ese momento todo se detuvo en ese instante...Link me ama o eso es lo que acabo de escuchar, ahora ya no estoy segura de lo que debo hacer, estoy bastante confundida, ni siquiera tuve el valor de contestar.

—Zelda, yo lo único que quiero es que seas feliz y si puedo ayudarte en algo te prometo que te ayudaré— dijo Link el cual pareció notar lo mal que me sentía en ese momento.

—Gracias Link, de echo ¿Podríamos hablar esta noche?— pregunté, esperaba desahogarme un poco y que mejor que con él, mas ahora que dijo que podría ayudarme.

Link asintió y estaba a punto de tomar mis manos cuando Marth llegó al jardín a toda velocidad.

—Lamento la tardanza princesa Zelda— dijo el rey amablemente, en sus manos sostenía las riendas de dos hermosos caballos blancos

—Descuide— respondí tratando de mostrarme tranquila.

Marth miró fríamente a Link pero no le dio importancia a su presencia, así que el rubio se alejó lanzándome un último vistazo.

—Luce usted hermosa princesa Zelda— dijo Marh antes de querer basar mis labios , yo me aparté en seguida, no me apetecía besar a nadie en ese momento.

—Ya he anunciado nuestro compromiso, le aseguro que será la boda mas espléndida que se verá en el reino, todos los pueblos aliados fueron invitados y la corte se encargará de que la boda sea perfecta— dijo Marth mientras me ayudaba a montar en uno de los caballos.

—Me alegra mucho— respondí tratando de sonar emocionada aunque claro no lo estaba, sin embargo Marth no se dio cuenta.

—Su padre se ilusionó tanto cuando le comenté que usted había aceptado mi propuesta— dijo Marth una vez que hubo montado su caballo.

—Si, ya lo creo, le hace mucha ilusión lo de la boda— respondí sin darle mucha importancia.

—A mi padre también le hubiera encantado verme en el altar casándome con usted princesa— afirmó Marth.

Deseaba cambiar de tema lo antes posible, hablar de la boda me ponía mas triste de lo que ya me encontraba.

-Por cierto, ya mandaron a hacer el vestido, mañana mismo vendrá la modista y en cuanto a la tarta, me gustaría que fuera con relleno de fresa ¿Qué opina? todos empezarán con los preparativos cuanto antes.

Me di cuenta de lo ansioso que estaba por que se efectuara la boda, me preguntaba cuando se llevaría a cabo pero no tuve que abrir la boca pues Marth lo dijo enseguida.

—En tres días ya estaremos juntos, no puedo esperar a que por fin podamos ser marido y mujer— Marth esbozó una sonrisa y me tomó de la mano

En tres días será la boda... por más que lo intenté no pude alegrarme, era demasiado pronto, no estaba lista.

Cabalgamos durante los jardines reales, durante unos cuantos minutos hasta que Marth me condujo fuera del castillo, atravesamos el pueblo y llegamos a la playa.

—Es bueno que seamos tan jóvenes, así podremos tener más herederos— dijo Marth sonrojándose.

Aquel comentario se me hizo un poco imprudente, no podía imaginarme teniendo hijos con Marth, por alguna razón recordé cuando Ike y yo hicimos el amor, fue tan mágico...que simplemente no podía imaginarlo con Marth y ni siquiera con Link.

Marth me ayudó a descender del caballo.

—En tres días mi princesa— suspiró mirándome a los ojos, yo también me atreví a mirarlo.

Marth me tomó de las manos y sin decir nada mas me besó, cerré los ojos esperando que aquel momento terminara cuanto antes.

No quería un futuro con él, pero lo peor era que ni siquiera estaba segura de lo que quería realmente...

Hola!!
¿Cómo están todos? espero que se encuentren muy bien
Ojalá les halla gustado el capítulo.
Lo sé soy una mala persona, me tardo siglos en actualizar y mas ahora que falta relativamente poco para terminar con esta historia.

En fin les mando muchos saludos!!

Ike y Zelda "Amor Prohibido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora