Plan de huída

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Narra Zelda

Miré mi deprimente reflejo en el espejo de la gran sala.
El vestido de novia estaba un poco ajustado en la parte de arriba, sin embargo era algo soportable, al menos al principio.

Cerré los ojos, en pocos minutos la prueba del vestido habría finalizado y dejaría atrás esa tortura, la modista apretaba el vestido cada vez más sin piedad alguna, comencé a marearme.

—¿Acaso planeas asfixiarla?— le preguntó fríamente Impa a la modista.
La sheikan estaba de pie a lado de mí con los brazos cruzados y frunciendo el entrecejo.

—Lo... lamento mucho— tartamudeó la mujer aflojando un poco el corset.

Al fin pude respirar con normalidad, abrí los ojos y dirigí mi vista hacia la ventana que daba al establo real, entre la paja y los caballos pude distinguir a Link, éste estaba cepillando cuidadosamente a un caballo negro de sedosa crin blanca.

Tenía que reunirme con él esa mañana para que me contara el plan de escape y desgraciadamente no había tenido tiempo de hacerlo por estar metida en ese incómodo vestido.

—Disculpe ¿Podemos dar por concluida la prueba?—pregunté intentando sonar lo mas amable posible.

La modista asintió de mala gana y con sumo cuidado comenzó a quitarme aquel hermoso vestido blanco evitando dañarlo con los alfileres.

Cuando terminó, me vestí con uno de mis vestidos casuales y me dispuse a salir de aquel salón de costura.

—Zelda, no olvides que al rato tienes que ir con Marth a las cocinas a ver lo de los platillos— dijo Impa en tono impaciente.

¡Cierto, lo había olvidado por completo! esa tarde tenía que ir a probar los platillos que se servirían en la boda, debía darme prisa con Link.

—Estaré ahí sin falta— dije segundos antes se salir corriendo por el pasillo en dirección a los establos.

Link ahora estaba cepillando a otro caballo, cuando me vio llegar me indicó con señas que me acercara y miró si no había nadie mas por ahí.

—Bien Link ¿Cuál es el plan?— pregunté.

—Ven— dijo casi en un susurro.

Me acerqué y Link se sentó en la paja, me indicó que me sentara con él. Así lo hice.

El rubio volvió a asegurarse de que no hubiera nadie, se veía bastante nervioso.

—Bien, el plan esta diseñado en cinco fases— explicó.

—Fase 1: el día de la boda actuarás normal, te pondrás el vestido y fingirás que no pasa nada. Así como lo has estado haciendo esta mañana—

Yo asentí y él continuó hablando.

—Fase 2: antes de que tengas que caminar hacia el altar, le dirás a tu padre que necesitas estar un momento a solas y en ese momento, irás al jardín, te tienes que asegurar de que absolutamente nadie te siga, cuando te encuentres sola, tendrás que transformarte en Sheik—

—¿Estas loco? No he vuelto a hacerlo desde que Ganondorf me...—

—Lo sé, pero tienes que hacerlo, es la única manera de disfrazarte y que nadie te reconozca— dijo Link.

Bajé la mirada, apenas recordaba como hacerlo, iba a ser imposible conseguirlo para antes de la boda.

—¿Esta noche puedes practicar? Zelda enserio es necesario que lo hagas, es fundamental para que el resto del plan funcione— dijo Link con tono persistente.

Ike y Zelda "Amor Prohibido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora