Who are you? [ᴋᴛʜ]

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- Te pregunté quién eres -. Su mirada fría la dejo sin habla. - Si no vas a contestar quítate de la entrada de mi casa-.

Él la apartó dirigiéndose a la entrada; ella aún sin entender se percató de la mirada igual de confundida de los Kim, quienes sacaban las restantes maletas de un taxi.

-Taehyung, ¿De qué hablas?-. Le preguntó SaeRa. -Es HwaJung, ¿Cómo estás querida? ¿Qué hacías aquí durmiendo?-.

Se acercó a ella y la abrazó, sin embargo Jung aún no reaccionaba.

- ¡Mira a esta chica, como haz crecido pequeña! -. Le dijo igualmente abrazándola el Sr. Kim.

- Tae -. Dijo al fin ella, ignorando las preguntas que le hicieron. -¿Cómo estás? ¿Te... ha gustado...-.

- Ya te he dicho que no sé quién eres-. Dijo interrumpiéndola y volteando hacia donde ella estaba, enfadado.

El silencio era ensordecedor.

Después de que el entró a su casa no volvió a mirarla. Ya que los padres de Taehyung estaban extrañados al igual que ella le pidieron retirarse por el momento y, al igual que su hijo, entraron a la casa.

Se quedó ahí parada, no supo cuanto tiempo, no sentía nada.

Cuando el frío de la noche la hizo reaccionar se dirigió con pasos poco firmes hacia su casa, caminaba con la mirada pérdida.
No podía decir que su corazón estaba roto, no sentía dolor.

Al llegar y tocar la puerta, abrió rápidamente HyeJin con una sonrisa que se desvaneció al ver a su hija de esa manera. HwaJung se daba cuenta de que algo debió decirle su madre, tal vez la regañaba, pero no lo escuchaba con claridad. Se dirigió a su habitación ignorando su voz.

Cerró la puerta con seguro y se desplomó en su cama, si lloraba o no, no lo sabía. Estaba fuera de sí.

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Despertó pero no abrió los ojos, tenía una sensación horrible, quería volver a dormir.

¿Qué exactamente había sucedido la noche anterior? TaeTae realmente llegó y, ¿la desconoció? Eso no era posible, estaba de acuerdo en que ahora no ataba su cabello en dos coletas, en que su voz se había vuelto un tanto más gruesa, incluso en que se había vuelto más alta; pero, ¿era eso suficiente para que no fuera ella misma?.

Al parecer todos los pensamientos que tenía lograron que sus sentimientos reprimidos explotasen de un momento a otro, comenzó a llorar con fuerzas, incluso jadeaba para recuperar el aire; peor que una niña haciendo un berrinche, peor porque no había una persona que la pudiera consolar como él; e irónicamente, fue él quién la lastimó, la única persona de quién jamás espero algo como eso.

HyeJin tocó la puerta asustada.

- ¿¡Qué sucede, estás bien!?-. Gritaba. - ¡Abre la maldita puerta! -.

Una llorosa HwaJung abrió despacio la puerta dejando ver su rostro deshecho por la tristeza. Poco a poco se acercó a su madre y la abrazó llorando aún.

- ¿Estás bien? -. Oyó que le preguntaba pero no quería contestar, se sentiría más real.

- Tae... -. La miró a los ojos en busca de consuelo. - Tae no ha venido aún.

- SaeRa me ha llamado en la mañana contándome lo que pasó, pero no debes preocuparte, probablemente fue el cansancio del viaje -. Le decía a su hija. - Tú sabes que él no te haría daño-.

-¡Mamá! -. Decía aún con lágrimas en los ojos.

Se sentía tan estúpida al haber estado preocupada y ansiosa; por haberse emocionado como una niña con un dulce, cuando al final era una niña a la que le quitaron el mismo.

Ese no era su Taehyung, el chico tonto que ella conocía; y del que ahora, incluso sintiéndose así, se daba cuenta que estaba enamorada.

En ese momento en que él la vió con ojos llenos de desprecio, supo que no era la persona que alguna vez conoció.

Lo había perdido.