Capítulo 1

96 4 3
                                    

Sinópsis

Annabeth es una chica de 16 años que vive en un mundo que han dejado sus antepasados totalmente contaminado de pensamientos erróneos. En medio de ignorancia, rencor y sufrimiento. Justo cuando cree que va mejorando la situación, una guerra cívil entre su país y un enemigo que todos desconocen comienza. Todo está destruido cuando despierta en medio de escombros, poco a poco ella descubre una verdad que transforma su vida y la forma de ver a su gobierno. Junto con un chico que desconoce totalmente emprende el viaje que decidirá el destino de su vida e incluso de los que la rodean.

Capítulo 1

Un estruendo azota mis oídos y abro los ojos. No sé cuánto tiempo he estado aquí, comienzo a inspeccionar con la mirada lo que me rodea y descubro sólo pedazos de escombros y brazas ardiendo a lo lejos, intento moverme pero un impulso eléctrico recorre mi cuerpo avisando que hay algo mal, lo que mi cerebro interpreta como dolor y localizo el punto de origen, mi pierna ha sido alcanzada por una bala. Intento recordar qué es lo que pasa, pero no tengo claros mis recuerdos, sólo sé que tengo que salir de ahí, porque, claramente, éste no es un lugar seguro. Rompo un trozo de tela de la playera que llevo puesta y hago un torniquete como el que aprendí a hacer en el curso de primeros auxilios, una vez que disminuye la cantidad de sangre que salía de mi pierna, me dispongo a enfrentar lo que me rodea, me levanto y comienzo a descubrir qué es lo que ha pasado.

Sigo desorientada y noto que mis piernas se debilitan con cada paso. A mi alrededor no cambia el paisaje, intento descubrir dónde estoy, para descifrar a dónde debo de ir. A lo lejos logro ver un pedazo de matera con letras escritas en él, destruido como todo lo que está aquí. Me acerco y comienzo a leer lo escrito ahí, entonces veo lo que anteriormente era el letrero de la librería de mi hermana. La librería era visitada con poca frecuencia, mi madre me contaba que cuando ella era una niña, las personas leían y visitaban bibliotecas o librerías para fomentar su cultura, pero esa costumbre se había ido perdiendo con el paso del tiempo hasta perderse en la ignorancia, por lo tanto las ganancias en la librería eran pocas, pero lo suficiente para comer al día y sobrevivir. Entonces es ahí cuando todo vuelve a mi memoria de golpe, recuerdo luces de begala en el aire, gritos de terror de mujeres, niños y ancianos, ruidos de tanques, personas corriendo hacia todos lados intentando no ser alcanzados por el enemigo, aviones sobrevolando el área y mi hermana jalando mi brazo bruscamente para salir lo más rápido posible de aquel infierno; nuestro país había entrado en guerra. Todos los recuerdos vuelven a mi como aquel bombardeo que me había dejado inconsciente anteriormente y retrocedo unos pasos hasta que me recupero, veo bajo mis pies y el hecho de pensar en las personas que han muerto por culpa de conflictos gubernamentales me abruma, me pregunto dónde estará mi hermana. Ella me dijo antes de salir de casa, antes del bombardeo, que en caso de que ella o yo pediéramos el rasto la una de la otra, nos veríamos en la estación del tren a las afueras de la ciudad. Pero sinceramente, viendo cómo está todo aquí en el centro de la ciudad, tengo la impresión de que difícilmente estará en pie la estación. Intento alejarme de esos recuerdos y concentrarme en lo que está pasando ahora y sigo caminando.

Escucho personas hablando cerca de donde yace el fuego, una chispa de esperanza se prende dentro de mi al saber que no soy la única que sobrevivió al ataque. Me acerco lentamente, ya que mi pierna no me permite ir más rápido, veo siluetas de personas, al principio no veo qué es lo que hacen, me percato de que mueven algo, lo cargan sobre sus hombros, así que supongo que son trincheras, para defendernos del enemigo, pero a medida que me voy acercando, estas siluetas toman forma, y veo que cargan cuerpos, en lugar de costales, y descarto la idea de las trincheras. Escuchó otro ruido como el que me despertó y sé que se trata de una ametralladora, porque llevo cuatro meses escuchando el mismo ruido frecuentemente. Me acerco lentamente cuidando que no puedan verme y entonces veo la actividad más espantosa que he visto a lo largo de los 16 años de vida.

Cuando la oscuridad nos alcanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora