Parte 6

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- Creo que deberíamos decirle.

- Yo también estoy de acuerdo – dice Rosa – fue su mejor amigo.

- ¿Y cómo hacemos? – pregunta Mimi secándose las lágrimas – cuando se fue cortamos toda comunicación con él.

Así lo decidí yo y las chicas me apoyaron. Estar enamorada de tu mejor amigo es difícil, y decírselo más. El punto no es si sentía o no algo por mí, eso era irrelevante, yo solo no podía hablar, bromear, contarle las cosas igual que antes. No podía seguir escuchándolo hablar de chicas, como si no doliera. Y no podía soportar que me dejara de lado una vez que se fuera y yo ya no fuera importante.

- Sé que Erik todavía habla con él – su mejor amigo.

- ¿Ya no le habrá contado?

- No creo, es muy reciente.

- ¿Y si le preguntamos? Solo una llamada, así salimos de dudas – propuso Sol.

Tomaron el celular de Fer e hicieron la llamada.

- Hola Erik... - solo podía escuchar la conversación de un lado - Pasándolo... todo paso hace poco, y... - dijo Fer con los ojos llorosos. Él le dijo algo más – Gracias – se recuperó rápidamente - Te llamaba para otra cosa, te pongo en altavoz, estamos las chicas.

- Hola chicas – escuche la voz de Erik, parecía tan lejano, como si este fuera otro mundo que yo estaba invadiendo.

- Erik ¿le contaste a Nicolás? – Rosa fue al punto.

- Estaba esperando a que fuera un buen momento.

- Nunca es un buen momento para dar estas noticias - dijo Mimi un poco alterada.

- Lo sé, pero...

- ¿Pero qué? – pregunto Sol.

- Él está bien ¿saben? Le dieron una beca para jugar beisbol en la UNA. Sus padres superaron sus problemas. Tiene novia... - dijo disminuyendo su voz... ¿Los fantasmas podían llorar? Porque sentía que estaba a punto de hacerlo.

- Pero él tiene derecho a saberlo – le dijo Rosa en el mismo tono.

- Lo se... Yo también estoy mal ¿saben? Era mi amiga también, y... - la línea se quedó en silencio por algunos segundos. Las chicas no insistieron, todos estaban en la misma situación – Se lo voy a decir ¿está bien? Pero cara a cara, estas no son noticias que se den por teléfono y menos estando a kilómetros de distancia. Voy a manejar allí y a decírselo, lo prometo.

- Ok – respondieron las chicas.

- Las quiero – dijo Erik. Él también había sido un gran amigo, a pesar de estar del lado de Nicolás, pero así eran los amigos ¿no?

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