Parte 7

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El resto de la tarde fue más de lo mismo. Personas llorando, comiendo, rezando. Mis amigas apartadas. No podía creer que la única forma en que pudieron entrar en mi casa es que yo muriera. Mamá seguía llorando, cada hora acompañada de diferentes personas. Tampoco podía creer estarle haciendo tanto daño. La había dejado sola.

A eso de las 8, la gente empezó a irse. Mis amigas salieron por la puerta en última instancia. Se despidieron de mamá y la abrazaron fuerte, quiero creer que por mí. Mamá se quedó con Corina.

- ¿Qué sabes de ese desgraciado? – pregunto mamá.

- No es un buen momento para hablar de eso Mar. Deberías descansar.

- No voy a poder dormir hasta saber que van a hacer con él.

- Está en el hospital, lo sabes, tiene algunas heridas graves, pero esta vivito y coleando. La policía informo que aunque gran parte de la culpa la tuvo el camión, si él hubiera estado manejando como debía ser, quizás hubiera podido controlar el auto y frenar – hablaban de Collins. El vivió. Pero yo no pude.

- ¿Cómo pudo hacerle eso a mi hija? Lo odio!! – dijo con una convicción que me sorprendió.

- Lo se Marina, yo también, pero ahora debes descansar, por Violeta por favor – no dijo nada, solo asintió con la cabeza y se dejó guiar por Corina hasta su habitación.

Allí simplemente se quitó los zapatos y se recostó en la cama.

- Voy a traerte un té para que puedas dormir, lo necesitas.

Corina salió de la habitación y mamá empezó a llorar de nuevo. Como la vida podía ser tan cruel con ella. Sin poder verla más así, me recosté en la cama y la abrace, sabía que eso no serviría de nada, en realidad ni siquiera estaba ahí, pero no podía hacer nada más. La abrace con todas las fuerzas del mundo, hasta que logro quedarse dormida junto conmigo. 

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