Tangled | Yoonmin

Extra 1

–¡Yoongi! Pásame el peine! Tzuyu, quédate quieta amor. ¡YOONGI! –Gritó a su esposo.

Yoongi se había convertido oficialmente en el segundo príncipe al casarse con el primogénito de los reyes Park, Jimin. Habían adoptado a la pequeña Tzuyu, quien ahora mismo Jimin trataba de peinar ya que el tema de su cabello era algo... complicado, por así decirlo.

Ella tenía unos hermosos rizos dorados, los cuales tenían una pequeña característica.

El cabello de la pequeña Tzuyu cambiaba de color depende a su estado de ánimo, o como esté el día.

Hoy era un hermoso día soleado, y la pequeña Tzuyu de seis años estaba muy feliz ya que hoy celebrarían el sexto aniversario de sus padres. Harían una gran celebración en el reino, e invitarían a unos grandes amigos de sus padres, gente poderosa, de clase alta y muy refinada, y también a los príncipes de Seúl, Kim Jungkook y Kim Taehyung.

Su matrimonio estaba arreglado, ellos no habían decidido amarse, pero acabaron haciéndolo de forma casi inesperada.

Ahora ellos gobernaban Seúl y vivían con su pequeño hijo, Kim Mark, quien tenía unos hermosos seis años, como la pequeña Tzuyu, pero habían ido especialmente a Galensia para celebrar el aniversario de los príncipes de allí.

–Joder Jimin, estaba descansando las únicas dos horas que nos quedan antes de la celebración, y me vienes a despertar para que te alcance el peine de la niña. –Respondió Yoongi, quien salía de su cuarto con una no muy buena actitud que digamos. 

–Ya amor, discúlpame por despertarte, ¡PERO DE VERDAD NECESITO EL JODIDO PEINE! ¿TU NO HAS VISTO EL CABELLO DE ESTA NIÑA? –Espetó desesperado– Tzuyu, amor, tú no escuches, ¿si? –Le dijo tratando de tranquilizarse a Tzuyu.

–¿Donde están los peines? Este castillo es enorme, la verdad no se como hago para no perderme cada vez que entro.

–Pues... como es un peine, yo supongo que debe estar en la cocina.

Y así llegaron las ocho de la noche, con una Tzuyu ya peinada y lista para recibir a los invitados, y a los príncipes con una hipócrita sonrisa, tratando de que el ambiente sea más acogedor.

Los invitados iban llegando de a poco, todos ellos felicitando a la pareja apenas entraban y brindándoles regalos que seguro abrirían luego, llenando la sala de bastante gente con fuerte aroma a loción, y algunos de ellos fumando cigarrillo.

Ya iban a dar las nueve, y los príncipes de Seul aún no llegaban. Jimin y Yoongi comenzaron a cuestionar su asistencia.

Recién a las nueve y media, las puertas del castillo fueron abiertas nuevamente dejando ver a Taehyung, Jungkook y Mark, quienes por cierto se los veía bastante cansados.

–Lo siento–Jadeo–por llegar tarde pero -Jadeo- de verdad... ustedes no se imaginan -Jadeo- Lo complicado que fue llegar hasta aquí... –Habló entre jadeos el príncipe Taehyung

–Los caballos no querían avanzar, fue de verdad un martirio. Tuvimos que correr para alcanzar el siguiente cabello. Joder que estamos cansados... –Explicó como pudo el príncipe Jungkook –Oh, y feliz aniversario príncipes... olvidamos el regalo en el primer caballo, ¡pero les juro que les habíamos comprado algo! y era bastante bonito, para decir verdad.

–Ya ya, basta de charla, lo importante es que llegaron. Y muchas gracias, el hecho de asistir es mucho más importante que el hecho de no haber traído un presente. Pasen con confianza. –Habló Yoongi.

–Lo que dijo mi esposo. Muchas gracias y... veo que trajeron a su pequeño hijo, ¿no es así Mark? –Le habló Jimin al pequeño, quien trataba de esconderse detrás de Jungkook.