Moondust → Katie Holt (#VoltronAwards18)

iv. 'ROYALTY'

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capítulo cuatro:
"ROYALTY"

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        Allura les encargó el que fuesen a buscar los leones y Shiro dio las órdenes. Hunk y Lance irían en busca del león amarillo, mientras que Shiro y Pidge buscarían el verde. A Alexander no le sentó bien aquello último, le hubiese gustado ser él quién acompañase al chico de lentes en busca del león que le tocó, en el viaje quizá hablasen un rato y podría desahogarse con su persona. 

Sin embargo, tuvo que quedarse junto a Keith dentro del castillo, observando como los demás desaparecían por el agujero de gusano que los dos alteanos habían creado. Pensó en hablar con el chico pero, apenas se giró a hablarle, el mismo se había esfumado como si nunca hubiese estado allí. Alexander frunció el ceño, creyendo que Keith necesitaba un respiro de todo lo ocurrido y, por ello, es que se abstuvo a ir a buscarle sea en dónde sea que se encontrase. 

No sabiendo qué hacer con exactitud (tampoco deseaba irse por ahí como hizo Keith, ¿y si se perdía? ¿Quién iría a buscarle? Nadie seguramente), optó por balancearse sobre sus pies y silbar la última canción que había escuchado antes de irse del Cuartel Galáctico sobre un gato azul. Coran le miró intrigado sobre su hombro y Allura continuo dándole la espalda, aunque Alexander notó una mueca en su rostro, quizá la estaba molestando, por ende, dejó de silbar.

—Coran. —Ante el llamado de la princesa los dos allí presentes quedaron atentos. A pesar de haber sido el de bigote anaranjado el llamado, Alexander como el gran husmeador que era quería saber qué pasaba.— Ve con Alex a la habitación de padre, dale algunas ropas, las que lleva puestas se encuentran sucias.

El de rulos bajo la vista a su blanca camiseta, apenas unas cinco manchas de tono carmín adornaban la misma y perfectamente podría quitarlas lavándola.

—No creo que sea necesario, princesa. —Por si acaso retrocedió unos pasos, ¿y si al negarse Coran le regalaba otra bonita patada voladora por ser un "irrespetuoso" ante lo ordenado por la fémina?— Estoy bien así.

La forma en que Allura le observó le dio a entender que poco le importaba su opinión sobre el tema, él se cambiaría y si se resistía alguna forma ellos se las arreglarían. Alexander se arrepintió de no haber seguido los pasos de Keith, vaya a saber que clase ropa había en ese lugar.      

Coran lo enganchó por el brazo y el de rulos ya no vio ninguna salida viable.— ¡Vamos, joven guerrero! ¡Los aposentos del Rey Alfor nos esperan! Espero que no se moleste por tomar un poco de su ropa.

Muchas de vueltas dieron hasta llegar a la habitación del Rey Alfor. Sin embargo, Coran le había dejado solo. En un inicio el alteano comenzó a sacar miles de prendas distintas, con algunos horribles diseños y otras con unos delicados y bonitos, tanto así que Alexander tuvo que detenerlo para que no dejase el armario del Rey vacío. Puede que el Rey Alfor no se encontrase con ellos en esos instantes, pero un mínimo de respeto le tenía.