× Hogar × [Hidekane/Hideki/Kanehide]

U L T I M O C A P I T U L O

H O M E

Corro hacía Hide con toda mi fuerza, aunque me detengo.

Me agacho para poder observarlo.

¿Realmente es él?

No me atrevo a tocarlo, así que simplemente esperaré a que despierte.

Sentado frente a su cuerpo, sin despegar mi vista.

Atento a cualquier cosa que suceda.

A sus respiraciones, con su pecho bajando y subiendo.

Sí es que soltaba lágrimas de vez en cuando.

Y despertó de golpe.

— ¡Kaneki! — gritó.

Pero su rostro se calmó, el veía para el frente, pero al ver que había algo, más bien "alguien", que era yo.

Voltea violentamente.

— ¿Realmente eres tú? —  tarde para reaccionar, hace tanto que no escuchaba su voz... asentí como respuesta suficiente, mis ojos se llenaron de lágrimas — ¿No es ninguna broma?.

— No, no lo es —  los dos comenzamos a llorar, viéndonos, sin atrevernos a realizar contacto por si alguno era una ilusión.

Lentamente acerco mi mano a su cara.

Toco su mejilla, está humeda por las lágrimas.

Él se tensa por un segundo y se relaja, deja caer un poco su cara para más contacto con mi mano.

De un segundo a otro estamos abrazandonos.

— ¿Me seguiste todo este tiempo?. — Me preguntó con su voz rompiéndose del llanto.

— Creo que sí.

Seguimos abrazados por un buen tiempo, hasta que comenzamos a hablar sobre toda nuestra aventura.

"

Pero finalmente...

El sueño y las largas siestas se iban, junto con toda la soledad que pasamos.

El tiempo se detenía finalmente, o así parecía.

El enojo, la furia y la rabia se deshacen lentamente.

Fue bueno no haber olvidado al otro.

Todo el dolor que teníamos se va.

El amor comienza a florecer aún más grande y lo sabíamos, con solo vernos.

Llegamos a la luz que motiva todo tipo de sentimientos.

"

— ¿Sabes dónde estamos? —  le pregunto a Hide.

— No, la verdad no, pero definitivamente esto no es casa.

— Esto no es casa, pero estamos juntos.

— Entonces es "hogar".

— ¿Por qué lo dices? — no evitó preguntar.

— Porque el hogar es cualquier lugar, pero la diferencia es que las personas correctas te reciben — contesto, sujetando mi mano.

Nos vemos directamente, acercándonos lentamente, hasta que finalmente nos unimos.

"

Y sobretodo, encontramos nuestro hogar.

"