2Doc Stories

Píldoras

Las lágrimas resbalaban por mis mejillas y mi mirada no sé podía apartar de Murdoc quién me miraba molesto.

—Joder, deja de llorar. No eres un maldito niño —Me gritó haciéndome sentir una punzada en el pecho.

—Dijiste qué... —Mi voz era temblorosa y mi pecho dolía como nunca antes, sentía que mi vida se iba de un momento a otro. —Me amabas...

Murdoc se quedó en silencio antes de esbozar una sonrisa

—Nada es para siempre, ¿creiste si quiera qué esto duraría?

—Si —Respondí soltando a llorar mientras me cubría el rostro torpemente, odiaba que me vieran llorar — ¡Si me amabas no debías estar con esa, aún somo algo! —Grité perdiendo los estribos

—¿Algo? —Rió divertido. Mi corazón se detuvo en ese instante, sabía perfectamente lo que iba a decir —¿Acaso te pedí que fueras mi novio o algo por el estilo?

Y era cierto, no éramos nada. Todo había quedado cómo algo de nosotros solamente.

Bajé la mirada y al darse cuenta él de qué no diría nada más salió de la habitación mientras yo me inundaba en un mar de lágrimas y un dolor horroroso.

Creí que Murdoc sería diferente pero, un infiel siempre lo es ¿no?

Mi cabeza dolía como nunca antes, eran dolores que no podía soportar. Quería que todo acabara, deseaba terminar de una vez por todas con éste dolor, deseaba tener a Noodle a mi lado una vez más para que me consolara pero Murdoc se había encargago de eliminarla; mi confidente.

Mis llatos inundaban la habitación mientras mi mirada se paseaba por el lugar encontrándose así con el frasco de pildoras para mi dolor de cabeza.

Necesitaba dormir un momento, sólo uno.

Tomé el frasco entre mis temblorosas manos y puse varias pildoras en mis manos.

Necesitaba escapar un momento del dolor, apagar las emociones por un momento y mis pensamientos. Necesitaba dormir.

Llevé las píldoras a mi boca y las fui tragando una por una. Fui a recostarme en mi cama y me tapé por completo, no quería que nada me molestara en ese momento.

Mis párpados eran cada vez más pesados y cuando menos me di cuenta todo fue oscuro

*****

Lamento esta cosa tan depresiva y que deja volar la imaginación al final, la borraré después...