Opuestos [Leah Clearwater]

7~

/El perdón de un lobo dolido/

Narra Rebeca:

Hace días desde que Leah se fue, y por alguna razón siento un vacío horrible.. estoy acostumbrada a que la gente entre y salga de mi vida.

Pero con ella es diferente y se que es por esos estúpidos lazos de imprimación pero.. si ella no quiere saber nada de mi, no seré la típica rogona.

Ya me las arreglaré para salir de este pozo, soy un jodido vampiro, ¡nada! Puede conmigo.

Cambiando de tema aun no me creo que este en juego mi trasero por salvar a una niña híbrida de alguien que ni conozco.. estúpidos favores.

-Oye Rebeca –escuche como Eddy me llamaba –¿Podemos hablar?-

-Claro –respondí de buena forma, mientras me levantaba y lo seguía.

[...]

-Y.. ¿Qué es eso que tienes que hablar conmigo? –pregunté al ver como Edward se detenía.

-Es sobre Leah.. –musitó en voz baja, pero gracias a mi desarrollado oído lo escuche a la perfección.

-Escucha, no quiero sonar mala onda.. pero, si ella se fue mientras me gritaba monstruo sin dejarme hablar y sin importarle lo que yo sentí en ese momento –suspiré –Ahora no quiero saber nada de ella, yo no le importo.. ella no tiene porque importarme-

-Es que no lo entiendes, la esta pasando mal –contestó –Su loba esta sufriendo el que este lejos de ti por tanto tiempo-

-Pues es su problema –respondí tratando se sonar desinteresada –Yo no la obligué a irse y mucho menos a alejarse de mi-

-Reb...-

Fue interrumpido por el ruido de unas ramas rompiéndose y al voltear, mire salir de atrás de los arbustos a Leah... en su forma lobuna.

La cual al verme se hecho a chillar y acercarse lentamente como si temiera que fuese a hacerle algo... a pesar de mi dolor y coraje, jamás le haría algo.

Ni siquiera sentí cuando Eddy se fue dejandonos solas..

-Leah.. –musité.

~Yo siento mucho esto~

-Bueno.. no..no importa –sonreí.

~Claro que importa, no estuvo bien.. ni siquiera te di la oportunidad de explicar, la irá me dominó.~

-Bueno, todos llegamos a explotar en ciertos momentos –hable tranquilamente, todo lo negativo que traía de días desapareció con tan solo verla.

Su voz era un poco diferente.. pero no le tome mucha importancia.

Es realmente increíble lo mucho que influye esta loba en mis sentimientos los cuales no sabía que tenía.

~Espero qu...~

Un fuerte aullido hizo que Leah guardara silencio, y entonces comenzó a gruñir en mi dirección.

Miraba como el color de sus ojos cambiaba de color, era una especie de guerra entre café y ambar.. ¿Qué demonios?

~B-basta... e-ella n-no~

¡Nunca la perdonaré!~

~D-devemos, de hacer-lo~

¡Mata gente inocente!~

~E-es nuestra impronta~

La disputa que Leah tenía con su loba la estaba lastimando y todo gracias al aullido del que creo es Sam.

*¡No puedes estar cerca de una asesina, Leah!*

Escuche la voz de Sam, tatando de dominar a Leah y su loba quien estaba ganando antes de la intervención.

¡Basta, me estas matando!~

~D-debemos p-perdo-narla~

*¡NO! Ella merece morir*

-¡BASTA! –grite, creando un escudo en la mente de Leah –Leah, tu no tienes porque escucharlo.. has lo que tu corazón diga, no te dejes influenciar-

~N-nos compr-ende, Le~

La voz de su loba se escuchaba débil..

-Por favor perdóname –apreté los puños –Se que lo que hago no tiene perdón, pero no puedo, no hacerlo.. así soy, siento ser un monstruo-

Sentí un horrible pinchazo en el pecho, el cual me hizo caer de rodillas, mire como Leah se acercaba cautelosa a mi.

Rebeca, perdóname...~

Sentí como Leah frotaba su hocico contra mi cuello y chillaba como cachorro regañado.

Fue entonces que volvimos a escuchar el aullido de Sam el cual se escuchaba mas molesto que antes.

*¡Me las pagarás, chupasangre de mierda, esto no queda aquí... ¡Leah estas EXPULSADA DE LA MANADA!*

Y tras rugir lo último, Leah retrocedió quejándose y lloriqueando mas fuerte hasta el punto en el que cayó inconsciente mientras regresaba a su forma humana.

-¡LEAH!-

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