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/Nuestro momento juntas/

Narra Leah:

Desperté y sentí un dolor terrible por todo el cuerpo, era como si un día antes me hubieran golpeado.

Me enderecé en la cama y el primero en entrar al cuarto fue Seth, seguido de Jacob.

-¡Leah! –exclamó mi hermano –¿Ya no te duele nada?-

-No –mire a Jake quien se veía mas serio de lo normal –¿Dónde está Rebeca?-

-Abajo –contestó –Tenemos otro problema gracias a tu "querida" impronta-

No pude evitar gruñir al escucharlo expresarse así de mi chica, por muy alfa que sea.. le patearía el culo por Rebeca.

En silencio bajamos los tres hasta la sala donde Rebeca estaba a mitad de la sala callada, cuando me miro sonrió pero enseguida se puso seria al ver a Jake.

-¿Alguien me puede decir que esta pasando aquí? –pregunté.

-Pues gracias a Rebeca –contestó Jake –Sam y la manada no nos ayudarán el día de la pelea-

-¿Por qué, que tiene que ver Rebeca en esto?-

-Fue hasta la cabaña de Sam a golpearlo por hacerte daño –contestó en voz baja Seth.

Reí para mis adentros al imaginarme a Sam siendo golpeado por una chica, no cualquier chica, si no MI chica.

-Se lo merecía –contesté –Ni falta hará su ayuda-

-¡¿Estas escuchándote Leah?! –replicó Jake –¡¡Atacó a Sam!!-

-¿Y? El muy imbécil desde hace años se merecía un alto, pero nadie se lo ponía, no me pondrás en contra de mi mate Jake –me acerque a Rebeca –Ya cometí el error de dejarme llevar por todos.. y no lo volveré a hacer-

Tome la mano de mi mate y salimos de esa casa, joder que estar aguantando ese inmundo olor es de lo peor.

-Gracias, Le –musitó Rebeca mientras sonreía.

-Gracias, Le –musitó Rebeca mientras sonreía

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-Descuida, ahora nadie nos separará-

[...]

El resto del día la pase junto a mi chica, gracias a que estuvo gris el día pudimos pasear sin preocuparnos a que brillara como hadita.

Cuando llegamos a comer, incluso pidió algo para ella eh hizo el intento de comerselo.. aunque al final solo probó una papa y el resto me lo comí yo.

Compramos algunas cosas.. oh mas bien, ella las compró ya que no me dejaba pagar nada, por mas que insistí no logre nada.

En un minuto la perdí de vista y comencé a buscarla, llevaba rato sin verla y no podía ni encontrar su aroma.. maldición.

Opuestos [Leah Clearwater]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora